lunes, 22 de diciembre de 2014

Derechos del niño

¡Feliz Navidad! ... creando familia

Hace un mes se celebró el 25 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. Ningún momento mejor para llegar al fondo del asunto que estas fiestas navideñas donde todo gira en torno a un niño y su familia. ¿O hay algo más importante que los niños?
La Convención de 1989 consta de 54 artículos. Con el paso del tiempo, instituciones especializadas en la protección de la infancia fueron ampliando y matizando la lista. He de reconocer que me abruman esas largas listas de derechos sin obligaciones y donde no queda claro quién es el responsable de hacerlas cumplir. De ahí que me impactara un texto de la misma época donde sólo se mencionaban tres derechos. Si la memoria no me falla apareció en la hoja parroquial de mi pueblo y decía así: “Niño: tienes derecho a que tus padres te quieran, a que tus padres se quieran y a que tus padres te guíen con el ejemplo. Y tienes la obligación de respetar y obedecer a quienes te trajeron al mundo y, con mayor o menor acierto, sólo buscan tu bien”.
“Derecho a que tus padres te quieran”. Que te quieran hasta el punto que no les duela aparcar sus negocios para ponerse a jugar contigo cada día. Que te quieran como eres, al tiempo que te ayudan a sacar lo mejor de ti mismo. Y ya sabes: “quien bien te quiere te hará llorar”. ¡Pobres niños ricos cuyos padres les dan y permiten todo con tal de que les dejen en paz!
“Derecho a que tus padres se quieran”. Nada duele tanto a los hijos como el ver a sus padres enemistados. No me estoy refiriendo a ese grito incontrolable que se salda con un beso de perdón. El problema surge cuando los cónyuges vuelan voluntariamente los puentes que podrían permitir el reencuentro. Ningún regalo podrá llenar el vacío que ellos dejan.  
“Derecho a que tus padres te guíen con su ejemplo”. Peligra el rebaño cuyo pastor va detrás dando gritos y lanzando piedras. Al buen pastor, el que camina delante, le sobran los argumentos. Esos padres tendrán fuerza moral para exigir a sus hijos renuncias a caprichos y modas poco saludables, que solo se justifican porque las hace la mayoría.
Y nada más. ¡Feliz Navidad! … creando familia. 


 La Tribuna de Albacete (22/12/2014)

lunes, 15 de diciembre de 2014

Robin Hood y su política económica

¡Viva Robin Hood!, 
pero mejor no darle motivos de vivir entre nosotros

A todos nos han entusiasmado las aventuras de Robin Hood, aquel mítico arquero de la Inglaterra del siglo XV, que robaba a los ricos para ayudar a los pobres. Vale como historieta. Pero, ¿habrá algún partido político que se atreva a incluir en su programa los fines y medios de Robin Hood? Pues sí, Podemos es uno de ellos.
Estoy pensando en el programa que presentó a las elecciones europeas y que tantos votos captó de la izquierda radical. Ahora, para ampliar su electorado de centro-izquierda, no le quedará más remedio que echar agua al vino. No olvidemos, sin embargo, que el vino rancio continúa allí. Además de multiplicar los servicios sociales gratuitos, Podemos promete una renta básica que permita a todos mantener una vida digna y sin sobresaltos de la cuna a la sepultura. La financiación no parece ser problema. Se elevarían los impuestos sobre los ricos. Y se recurriría al crédito que pasaría a ser un derecho fundamental de gobernantes y gobernados. Si para multiplicar el dinero es preciso salir del euro, pues saldremos.
Detrás de estas propuestas late una antropología tan ilusa como peligrosa. Divide a los hombres en buenos y malos. Los pobres serían buenos sin excepción; los ricos malos. Los trabajadores, sobre todo si son funcionarios del Estado, buenos; los empresarios y capitalistas, malos; los banqueros,  malísimos. Dentro de los políticos habría que distinguir entre los antiguos y los nuevos. Los primeros son una casta de corruptos imposibles de recuperar para el bien común. Los segundos unos iluminados capaces de dirigir desde arriba todos los asuntos humanos e incapaces de corromperse aunque controlen la máquina de imprimir dinero.
Yo, que soy suficientemente viejo como para conocer la naturaleza humana, pondría el acento en asegurar la responsabilidad de todas y cada una de las personas: trabajadores, empresarios, políticos… Que cada disfrute de los resultados de sus aciertos y pague el coste de sus negligencias. El problema de la crisis financiera y la corrupción política tiene una raíz común: un pequeño grupo de personas ha controlado ingentes sumas de dinero ajeno sin responsabilizarse de su propia gestión. La “solución” de Podemos consiste en dar a otro grupo de personas (ellos mismos) mucho más dinero ajeno y mucho más poder económico y político para controlarlo a sus anchas.
Por eso concluyo: “¡Viva Robin Hood!, pero mejor no darle motivos de vivir entre nosotros”.


 La Tribuna de Albacete (15/12/2014)

lunes, 8 de diciembre de 2014

La Constitución al habla

La longevidad de una Constitución es un buen criterio 
para medir la seriedad de un país 
y sus posibilidades de progreso sostenible.

Aquí la Constitución Española. En mi 36 aniversario creo tener derecho a sentirme a la vez joven y madura. Y a presumir de ser la segunda Constitución más longeva de España.
La longevidad de una Carta Maga es un bien criterio para medir la seriedad de un país y la posibilidad de mejorar poco a poco.  ¿Conocen ustedes otra vía para el progreso sostenible? Los Estados Unidos de América, por poner el ejemplo más relevante, acaban de celebrar el 227 aniversario de su Carta Magna. Lo han hecho recordando todos los problemas que les ha ayudado a superar, entre ellos, la Guerra de Secesión de 1861. Yo también he ayudado a superar, y sin necesidad de fusiles, el golpe militar de Tejero y los golpes secesionistas de Ibarretche y Mas.
En las constituciones, como en las grandes catedrales, se sabe cuándo se puso la primera piedra; la última siempre estará por poner. El edificio hay que adaptarlo a las necesidades de cada época. Cierto. Pero mucho perderíamos si cada generación se creyera con el derecho a hacer tábula rasa de su legado constitucional. ¿Cómo calificarían ustedes al arquitecto que destruyera la catedral de Colonia alegando que con cúpulas tan altas no funciona ningún sistema de calefacción?
En el Congreso de los Diputados, protegida por una hornacina de cristal, estoy escuchando estos días muchas propuestas de reforma. Entiendo que su integración es tan deseable como posible. El PP hace bien en insistir en que las reformas han de centrarse en problemas concretos y tener asegurado un respaldo amplio. Un tema concreto, sin embargo, no es sinónimo de pequeño y residual. Después de la movida independentista catalana,  el PSOE está en su derecho de proponer la sustitución del actual Estado de las autonomías por un Estado federal donde la distribución de competencias es más clara. UPD y Ciudadanos aprovecharán la reforma federal para acabar con los privilegios fiscales de vascos y navarros, manantial de agravios comparativos.
Sólo me queda una duda. ¿Habrá alguna propuesta capaz de aglutinar la mitad de los votos del referéndum de 1978? Entonces el 88% de los españoles votaron a mi favor. Esto como media, en Cataluña y otras regiones el porcentaje de síes rebasó el 90%.

 La Tribuna de Albacete (8/12/2014)

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El Papa en el Parlamento Europeo

La "Escuela de Atenas", pintada por Rafael in 1510, 
puede darnos alguna pista para revitalizar a la Unión Europea


Estamos conmemorando el centenario de la I Guerra Mundial y el 75 aniversario de la II Guerra Mundial. Poco que celebrar. Mucho que recordar. La memoria ha de mantenerse viva para tener presente todo lo malo y lo bueno de que es capaz el ser humano. Las dos guerras mundiales suscitaron la Declaración de Derechos Humanos de 1948 y al Tratado de Roma de 1957, germen de la actual Unión Europea.
Estos principios (principios en el doble sentido de la palabra) fueron recordados, el pasado martes, por el Papa Francisco en su discurso ante el Parlamento Europeo. “En el centro de este ambicioso proyecto político se encontraba la confianza en el hombre (…) como persona dotada de una dignidad trascendente”. “Promover la dignidad de la persona significa reconocer que posee derechos inalienables, de los cuales no puede ser privada arbitrariamente por nadie y, menos aún, en beneficio de intereses económicos”. “Hablar de la dignidad trascendente del hombre, significa apelar a su naturaleza, a su innata capacidad para distinguir el bien del mal (…); significa sobre todo mirar al hombre no como un ser absoluto, sino un ser relacional”. No podemos consentir, concluyó, que Europa se convierta en un espléndido museo poblado de individuos solitarios y tristes. Ni que el Mediterráneo acabe siendo el cementerio de los inmigrantes que ansían la tierra prometida.
               “Cómo devolver la esperanza al futuro, de manera que, partiendo de las jóvenes generaciones, se encuentre la confianza para perseguir el gran ideal de una Europa unida y en paz, creativa y emprendedora, respetuosa de los derechos y conscientes de los propios deberes?” La Escuela de Atenas, pintada por Rafael en 1510, puede darnos alguna pista para revitalizar a la UE. El dedo de Platón apunta hacia lo alto, al mundo de las ideas e ideales. La mano de Aristóteles se extiende hacia delante, a la realidad concreta de unas personas que reclaman nuestra asistencia. “El futuro de Europa, concluyó el Papa, depende del redescubrimiento del nexo vital e inseparable entre estos dos elementos. Una Europa que no es capaz de abrirse a la dimensión trascendente de la vida es una Europa que corre el riesgo de perder lentamente la propia alma y también aquel ‘espíritu humanista’ que, sin embargo, ama y defiende”.
La Tribuna de Albacete (1/12/2014)

lunes, 24 de noviembre de 2014

Lo que Colón vio y pensó desde su columna

Cada vida importa. Por la vida, la mujer y la maternidad

Las estatuas deberíamos tener la oportunidad de escribir lo que presenciamos desde nuestras columnas. Yo, Colón, tendría muchas anécdotas que contar, a propósito de las innumerables manifestaciones que transcurren por la madrileña plaza que lleva mi nombre. La del último sábado seguía una pancarta gigante donde podía leerse: “Cada vida importa. Por la vida, la mujer y la maternidad”. Otra decía: “Tienes derecho a ser madre. Y cuando ya lo eres, tienes el derecho a que te ayuden antes y después del parto”. Evidente, pensé, a estas alturas de la historia y de la ciencia, ¿habrá alguien que pueda negar al feto la condición de ser humano? ¿Quién osará ponerse en contra de esa vida y negar a la madre la ayuda que necesita? 
Mi corazón de piedra se conmovió por los testimonios que escuché. “Tengo cuarenta años y he sufrido dos abortos, confesó una mujer. El primero para no perder el trabajo, el segundo para no perder al marido. El tercer embarazo decidí llevarlo a término por amor a la vida y para ser yo misma. Me quedé sola”. Varias mujeres manifestaron la presión que tienen para abortar y la soledad que sufren en esos momentos tan delicados. Al final de estos testimonios cientos de miles de personas cantaron con entusiasmo: “Pero sola no estás, estamos contigo, mi valiente mujer”.
Admiré la serenidad y sinceridad de los oradores. Benigno Blanco resalto que la defensa de la vida y la mujer responde a un derecho humano; no a credos religiosos o ideologías políticas. Tan responsables son, matizó, quienes promulgan leyes contra la vida como quienes, pudiendo derogarlas, no se atreven.

Me gustó el tono animoso que unía a varias generaciones. Los jóvenes ponían la esperanza y los mayores la serenidad. Muchos eran conscientes que no llegarían a ver una sociedad de “aborto cero”. Pero todos daban por ganada la batalla por los derechos fundamentales que empiezan por la vida. Yo les lancé un guiño. Desde mi columna he visto como se levantaban y desmoronaban imperios. Como las ideologías más peregrinas subían como la espuma para secarse de golpe por falta de raíces. La ideología de género, que está detrás del actual tsunami abortista, correrá la misma suerte. Colon dixit.
La Tribuna de Albacete (24/11/2014)

lunes, 17 de noviembre de 2014

Tiempos para el populismo

El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica

Anteayer Pablo Iglesias fue elegido  secretario general de Podemos. "Aclamado" sería un término más correcto pues fue votado por el 88% de sus más de 100.000 militantes. No se perdieron el acto los embajadores de Venezuela y Bolivia. Tampoco el líder de Syriza (izquierda radical), flamante triunfador en las últimas elecciones griegas al Parlamento Europeo. Una vez más, Iglesias prometió el fin de la crisis y de la corrupción; trabajo y casa para todos. También la reforma de la Constitución, ese candado que tiene atenazada a la democracia española desde 1978.
El acto trajo a mi memoria el Parlamento Iberoamericano de la Juventud que tuvo lugar en Zaragoza apenas hace un mes.  El discurso que más ha trascendido (y que el lector podrá encontrar en la red) fue el de la politicóloga guatemalteca Gloria Álvarez. Ella se refería a los populismos latinoamericanos. Pero sus palabras vienen como anillo al dedo de Podemos y Syriza. También al Front National de Marine Le Pen. A decir verdad, el populismo adolece de problemas de lateralidad.
La crisis económica y el malestar político constituyen el mejor caldo de cultivo de los “indignados” de quienes se nutre el populismo. La incapacidad de pensamiento reflexivo, crítico y, sobre todo, autocrítico es el tercer ingrediente de este cóctel explosivo. Incapacidad que no la cura un doctorado universitario. Conclusión práctica: ni los electores ni los elegidos necesitan recurrir a la lógica. Lo más práctico es fiarse del caudillo a quien sitúan apenas un peldaño por debajo del mesías.
Una de sus primeras tareas de gobierno consiste en reformar la Constitución para llegar a una democracia verdadera. Las instituciones que tradicionalmente la salvaguardaban son vistas como una camisa de fuerza a la soberanía del pueblo, soberanía encarnada en una lista cerrada de líderes manipulados por su caudillo.
Generosidad (con el dinero ajeno) no les falta. A los parados se les prometen empleo. A los oprimidos por las deudas, la cancelación de la hipoteca. Una persona reflexiva y crítica se preguntaría: ¿Y de dónde obtendrán esos caudillos los recursos necesarios para hacer realidad esas promesas? Preguntas irrelevantes, concluyen ellos. En las siguientes elecciones habrá más parados, más deudas, más indignados… Es todo lo que necesitan para perpetuarse en el poder. “Los populismos aman tanto a los pobres que los multiplican”, concluyó Gloria Álvarez.


La Tribuna de Albacete (17/11/2014)

lunes, 10 de noviembre de 2014

Un muro para el escarmiento

Para evitar que esos jóvenes sean engañados 
propongo llevarles a visitar los restos del Muro de Berlín

Hoy 10 de noviembre de 2014 se cumplen 25 años de la caída del Muro de Berlín. Un día antes los berlineses de la zona Este empezaron a merodear junto a las puertas de un muro de 3,5 metros hasta que se atrevieron a franquearlas en grupo, ante la mirada complaciente de 14.000 centinelas, los otrora temidos “Vopos”. A continuación, los alemanes de ambos lados del muro empezaron a derribarlo con la rabia de las piquetas y la ilusión de los martillos. Día memorable; día para la memoria y el escarmiento.
A lo largo de la historia se han construido muchas murallas para impedir la entrada de los extranjeros-enemigos. Lo peculiar del muro de Berlín, levantado por la República Democrática Alemana (RDA) en 1961, es que trataba de impedir la huida de sus propios habitantes. Los dirigentes comunistas eran conscientes de que si les dejaban salir a ver a sus familiares no regresarían. Sorprendentemente ese riesgo no existía en la otra dirección.
¿En qué consistió ese paraíso comunista del que todos deseaban escapar? Marx lo definió como una sociedad en cuyo frontispicio podría leerse: “De cada uno según sus capacidades; a cada uno según sus necesidades”. Los problemas empezaron a surgir cuando políticos y obreros demostraron que tenían más necesidades que ganas de trabajar. Hambrientos de pan, libertad y democracia todos (excepto la oligarquía que detentaba el poder) deseaban escapar al Oeste, a la RFA. Allí también había políticos corruptos pero cada cuatro años podían ser cesados, si es que antes no habían entrado en el calabozo. Allí tampoco faltaban los problemas económicos, pero la relación entre esfuerzo (capacidades puestas en movimiento) y recompensa (necesidades satisfechas) era bastante más evidente.
En los años inmediatos a la caída del muro de Berlín nadie en Occidente se atrevía a mentar el comunismo, ni siquiera bajo el edulcorante de “comunismo democrático”, como se autodenominaba la RDA. Desgraciadamente la memoria humana es frágil y, cada cierto tiempo, el señuelo comunista volverá a seducir a miles de jóvenes de todo el mundo. Para evitar que esos jóvenes sean engañados propongo llevarles a visitar los restos del muro de Berlín y animarles a leer la historia real de los regímenes comunistas.     
La Tribuna de Albacete (10/11/2014)

lunes, 3 de noviembre de 2014

Podemos o queremos

Ángeles inmaculados, capaces de nadar sin mojarse 
en las procelosas aguas de la política


La semana pasada estuvo marcada por dos  noticias: (a) La operación Púnica perpetrada por la policía nacional contra alcaldes y altos cargos la comunidad de Madrid que habían montado una maquinaria para succionar el dinero de contratistas y contribuyentes; (b) La publicación de los resultados de Metroscopia que confirman un ascenso fuerte y sostenido de Podemos. Las dos noticias están claramente relacionadas. El éxito de Podemos se explica por haber acertado a lanzar un mensaje claro en el momento oportuno: “hay que desbancar a la actual casta política que lleva años robando a los ciudadanos”.
Está bien que alguien ponga el dedo en la llaga de la corrupción y zarandee a los partidos tradicionales, dormidos en la autocomplacencia. Ahora bien, para dar un diagnóstico certero hay que llegar al fondo del asunto. ¿Dónde radica el problema de la corrupción política? El lector ya conoce mi opinión. Los políticos corruptos no nacen, se hacen. La corrupción florece cuando les dejamos manejar discrecionalmente ingentes sumas de dinero ajeno. ¿Y qué solución aporta Podemos? Como partido marxista que es, su alternativa consiste en dar a los políticos más dinero y más discrecionalidad.
Para analizar a fondo cualquier ideología política conviene empezar por desenmascarar su antropología. La ideología marxista que inspira a Podemos considera que el hombre es bueno por naturaleza pero se corrompe irremediablemente al entrar en un mundo de clases sociales. Su propuesta es eliminar ese sistema de clases transfiriendo al Estado el control de los sectores estratégicos (banca, energía, telecomunicaciones…) Por supuesto, los líderes comunistas que manejarán una creciente cantidad de recursos ajenos son serán personas honradas; ángeles capaces de nadar sin mojarse en las procelosas aguas de la política.
            Sería deseable que Podemos ganara pronto la alcaldía de unos cuantos municipios para que sus votantes vieran la gran brecha existente entre querer y poder. Y –me pregunto con curiosidad– ¿dónde acabarán los líderes del partido cuando lleven más de una década gestionando las finanzas de esos hipotéticos municipios? 
       La historia puede suministrarnos alguna pista. En el comunismo real, esos políticos pusieron a la democracia en cuarentena mientras creaban el paraíso comunista. Luego hubieron de prorrogar la cuarentena y cerrar fronteras para que nadie se escapara del paraíso.
La Tribuna de Albacete (3/11/2014)

lunes, 27 de octubre de 2014

De pícaros y uvas ajenas

Limitar el monto  y discrecionalidad 
en el manejo de recursos ajenos


 Las noticias de la prensa de esta semana han revivido en mi mente aquel pasaje del Lazarillo de Tormes donde su tutor (ciego) le acusa de romper el pacto de comer las uvas de una en una: “ –Lázaro, engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú comido las uvas de tres a tres. –No comí, dije yo, ¿más por qué sospecháis eso? –Porque yo las comía dos a dos y tú callabas, respondió el sagacísimo ciego”.
La picaresca se convierte en un problema social cuando son muchos los que viven de ella. La solución deviene casi imposible cuando la masa anónima de ciudadanos calla, tal vez porque cada uno está tratando de enriquecerse en la medida de sus posibilidades. Así lo hizo nuestro Lazarillo al ver que el ciego incumplía las reglas del juego… ¡Y así le fue!
Hoy la picaresca se llama corrupción. La tentación a robar es tanto más fuerte cuanto mayor es el tamaño de los recursos ajenos que uno maneja y cuanto mayor es la discrecionalidad y opacidad que le permiten en la gestión. El horizonte temporal también influye. Los Pujol no se hubieran atrevido a montar tamaña maquinaria de extraer dinero si el patriarca del clan hubiera tenido limitado su mandato a ocho años. El PP, PSOE, CiU y demás partidos políticos que han llegado al poder, no estarían salpicados de tantos episodios de corrupción si las obras públicas se adjudicaran por sorteo entre las empresas que cumplan determinados requisitos. El despilfarro de los directivos de Bankia y otras grandes empresas hubiera sido mínimo de tener que pagar los gastos con su propio sueldo y responsabilizarse de los efectos de su gestión durante los próximos diez años.

Por aquí han de ir los tiros de la lucha contra la corrupción: limitar el monto y discrecionalidad en el manejo de recursos ajenos, al tiempo que se responsabiliza a los gestores. Miedo me dan quienes pretenden arreglarlo todo con comisiones parlamentarias de investigación. ¿Cuándo se darán cuenta que sólo sirven para poner el dedo en el ojo ajeno con el único fin de arruinarle la próxima cosecha electoral? Tiemblo al oírles decir que la solución consiste en más Estado. ¿Cuándo comprenderán que el Estado es el reino del manejo discrecional de recursos ajenos?    

La Tribuna de Albacete (27/10/2014)

lunes, 20 de octubre de 2014

Cultura y miedo

"La verdad os hará libres"

Últimamente no hago más que tropezarme con conferencias sobre la cultura. Admito que es lo mejor que puede pasarle a uno. La lección inaugural del curso 2014-15 en la UCLM versó sobre el “poder de la literatura”. Pedro Cerrillo habló de un camino tortuoso iluminado por alguna que otra hoguera donde se quemaban libros. Hasta ese punto llegaba el miedo de los dictadores a la difusión de la cultura.
La Tercera Jornada Universitas, celebrada poco después, también versó sobre la cultura. Jerónimo José Martín, crítico de cine, habló del poder del séptimo arte para abrir la mente y para comernos el coco. Como ejemplos positivos, en la mesa redonda de estudiantes y profesores coordinada por Elena Sánchez, se repasó la huella humanista de algunos genios de la cultura: El Greco, Lewis, Chesterton,  Ortega y Gasset. Como ejemplo negativo, Antonio Barnés denunció la utilización de la lengua para crear muros en vez de puentes. El discurso del nacionalismo excluyente nos resulta bien conocido: una lengua, una cultura, un Estado… Un Estado que se encargará de controlar el sistema educativo y los medios de comunicación para sembrar el odio contra quienes utilizan otras lenguas. 
Anteayer el Teatro de la Paz acogió el musical “No tengáis miedo”, sobre Juan Pablo II. Con esta frase exhortaba Karol Wojtyla a sus compañeros de estudio escondidos en un sótano. Los dictadores de turno, primero nazis, luego comunistas, sabían que la educación y la cultura hacían a los hombres más libres y seguros. No les interesaba. ¡Es tan difícil manipular a personas libres! “No tengáis miedo”, volvieron a ser sus primeras palabras como Pontífice: “¡No tengáis miedo! ¡Abrid –más aún– abrid de par en par las puertas a Cristo! ¡Abrid a su potestad salvadora (…) los extensos campos de la cultura, de la civilización y del desarrollo!”.
“La verdad os hará libres”, garantizó Jesucristo. Antonio Machado le puso ritmo y rima, al tiempo que nos vacunaba contra dos peligros evidentes: la manipulación cultural desde arriba y el relativismo moral por abajo. “Tu verdad no; la verdad / y ven conmigo a buscarla. /La tuya, guárdatela”. Este es el reto de la cultura: abrir caminos, a cada cual más bello, hacia esa verdad que libera a las personas y facilita su convivencia.
La Tribuna de Albacete (20/10/2014)

lunes, 13 de octubre de 2014

Una cultura a la medida del hombre

Contribuye a despertar los mejores sentimientos, 
esos que animan a construir un mundo más humano 

Los seres humanos tenemos necesidades corporales: comida, vestido, cobijo, salud…. A su satisfacción dedicamos la mayor parte del día, desde la cuna a la sepultura. También aspiramos, y aquí estriba la diferencia con los animales, a colmar las necesidades superiores que van desde el mero entretenimiento hasta el hallazgo del sentido de la vida. De esto trata la cultura, del cultivo del espíritu. ¡Y con qué fuerza lo cultiva! Por su belleza estética, el mensaje del artista penetra con facilidad en el corazón de las personas y remueven todo tipo de sentimientos.
Con las reflexiones filosóficas de Sócrates, las epopeyas de Homero, las tragedias de Sófocles y la Venus de Milo, la Grecia clásica ilustró cómo puede contribuir la cultura al desarrollo personal y a la convivencia social. Los medios tecnológicos aparecidos en el último siglo, desde el cine a internet pasando por la televisión, multiplican las posibilidades de creación y trasmisión de la cultura. ¿Se han canalizado en la dirección adecuada? ¿Contribuyen a despertar los mejores sentimientos, esos que dan sentido a tu existencia y te animan a construir un mundo más humano?
Esta es la pregunta fundamental que se planteó el viernes pasado en la Tercera Jornada Universitas bajo el lema: “Una cultura a la medida del hombre”. Se insistió en su carácter de arma de doble filo. Como cualquier otro poder, la cultura puede enfocarse hacia el bien o el mal. Puede utilizarse para ampliar los horizontes de libertad de las personas o para convertirlas en borregos fácilmente manipulables por genios desaprensivos, poderes políticos e intereses económicos.

Una cultura a la medida del hombre implica el compromiso de los creadores de cultura por respetar la dignidad humana al tiempo que le recuerdan sus exigencias. El receptor de cultura, por su parte, no puede resignarse a ser un consumidor pasivo. Ha de estar preparado para separar el trigo de la paja y de la cizaña. Y ha de atreverse a dar carpetazo a los bodrios culturales que sólo saben atraer público despertando sus sentimientos más rastreros. Con nuestra elección responsable obligaremos a los artistas a crear obras más profundas y bellas.
La Tribuna de Albacete (13/10/2014)

lunes, 6 de octubre de 2014

Discriminación negativa y positiva

Airea una vieja polémica en economía laboral, todavía por resolver

“De callar no te arrepentirás nunca; de hablar muchas veces”, reza el viejo proverbio. Entre las personas que hoy deben estar lamentándose por las palabras pronunciadas la semana pasada se encuentra Mónica Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios. Se limitó a decir que, como empresaria, ella tenía cierta reticencia a contratar mujeres en edad fértil. Suficiente como para desatar la ira de todo el arco político. “Bochornoso”, “vergonzoso”, fueron los comentarios más suaves que escuchó. No voy a defender a la Sra. Oriol cuyo discurso me pareció pobre, en todos los aspectos, empezando por el gramatical. Sí recordaré que no hizo más que airear una vieja polémica en economía laboral todavía por resolver.     
Para empezar hay que reconocer que en España y en todo el mundo existe discriminación contra la mujer en su sentido más elemental: a menudo, por un mismo trabajo y con la misma capacitación, la mujer cobra menos que el varón. Los políticos suelen atribuir este resultado a prejuicios sociales que tratan de erradicar desde arriba, a golpe de decreto-ley. Ya llevamos muchos con resultados más bien mediocres. La economía positiva (la que busca explicar los fenómenos que observamos en la realidad) profundiza un poco más. Si las empresas pueden obtener los mismos resultados a menor coste –se preguntan estos economistas– ¿por qué no despiden a los varones y contratan a las mujeres en paro? ¿No habrá alguna diferencia real? Existe –concluyen–  una diferencia biológica: la maternidad. Una diferencia que lleva aparejados mayores riesgos de intermitencia laboral y que mueve a los empresarios a ajustar el salario femenino a la baja. De no ser posible, se resistirán a contratar mujeres lo que explicaría las mayores tasas de paro femenino.
        Sobre estas bases ha de actuar la economía normativa, la que busca mejorar la situación real apuntalando instituciones como la familia y la maternidad sobre las que descansa la sociedad y la propia economía. A mi entender, la mejor contribución del Estado en este terreno es diluir el riesgo del que hablábamos antes. ¿Cómo? Haciéndose cargo de los costes especiales que derivan la suspensión temporal del trabajo a causa de maternidad. Es un ejemplo de una discriminación positiva “sensata”, que sabe conjugar la igualdad con la libertad. Si no atacamos el problema de la discriminación laboral contra la mujer en sus raíces difícilmente podremos solucionarlo. 

La Tribuna de Albacete (06/10/2014)

domingo, 28 de septiembre de 2014

Vergüenza propia y ajena

Me duele que la vida humana 
sea utilizada como arma arrojadiza con fines electoralistas

Lo que más me duele del debate sobre el aborto es que la vida humana sea utilizada como arma arrojadiza con fines electoralistas. Lo que más me sorprende es que las flechas vayan siempre en la misma dirección. Cada vez que la izquierda pasa por la Moncloa da una vuelta de tuerca sobre el cuello del nasciturus con el ánimo de  conseguir un puñado de votos radicales. Y cuando llega la derecha blinda ese “avance”, temerosa de perder otros tantos votos.
Me tranquiliza saber que la victoria final del derecho a la vida está asegurada. La alternativa sería acabar con los derechos humanos y con la propia humanidad. ¿Qué barbaridad no podría hacerse contra el prójimo si matar un ser humano en el seno materno pasara a ser un símbolo de progreso?  La espiral de barbarie nos obligará a recapacitar.
Mi confianza se acrecienta tras analizar el tortuoso camino que han recorrido otros derechos humanos. ¿Es posible la esclavitud en un país cuya Ley Fundamental reconoce que “todas las personas nacen libres e iguales”? Sabemos que sí. La esclavitud fue la pieza clave de la economía norteamericana hasta su guerra civil (1860-65). Uno de los desencadenante de aquella guerra fue, precisamente, la sentencia donde se reconocía que en los EE.UU. todas las personas nacían libres e iguales, excepto los negros… que no eran personas. Opiniones de este tipo nos causan hoy vergüenza ajena. ¡Afortunadamente!
¿Es posible elevar el aborto a la categoría de derecho fundamental en un país cuya declaración de derechos humanos (art. 15 CE) empieza así: “Todos tienen derecho a la vida”? A la vista está. Vergüenza ajena sentí al escuchar a la Ministra de Igualdad en su defensa de la última ley del aborto: “El feto es un ser vivo pero no podemos hablar de un ser humano”. Sra Aído, consulte a los científicos. Y si encuentra tres que coincidan en señalar un momento de inicio de la vida diferente al de la concepción, les daremos el premio Nobel de Medicina.

Pero no basta con sentir vergüenza ajena. La recuperación de nuestra sociedad no empezará hasta que sintamos vergüenza propia por los caminos que hemos abierto para banalizar la vida. Mientras tanto unamos fuerzas para ayudar a las mujeres que, apreciando la vida, se sienten angustiadas por su embarazo. No se trata de proteger al nasciturus respecto a su madre. Hay que proteger a los dos.

La Tribuna de Albacete (29/09/2014)

Escocia: escocía y escocerá

¡Me maravilla la inocencia del Primer Ministro británico!

La mayoría de escoceses votó NO a la independencia. Con ojeras de varios días, David Cameron se congratuló por la desaparición del problema escocés para siempre o, al menos, hasta la próxima generación. A su entender, la generación actual sólo abrirá la boca para dar las gracias a Londres por su disponibilidad para concederle nuevas competencias.
¡Me maravilla la inocencia del Primer Ministro británico! El 45% de los escoceses que votaron SI continúan dentro y pedirán otro referéndum tan pronto tengan la oportunidad. La historia reciente de Quebec así lo confirma. Por otra parte, la concesión de más poderes a Edimburgo, sobre todo en temas de educación e información, multiplicará las voces independentistas. Así lo confirma la España de las Autonomías. El electorado escocés podría dar un vuelco tras una década de Gobierno nacionalista centrado en lavar el cerebro de los niños en las escuelas y de presentarse como víctimas en cada telediario.
Lo que sí podrían aprender los británicos de España y de la mayoría de países democráticos es la importancia de contar con una Constitución escrita que vincula al Parlamento y al Gobierno de turno. Bajo el actual sistema jurídico, cuando el Gobierno británico precise un puñado de votos, puede caer en la tentación de pasar por el Parlamento otra convocatoria de referéndum para contentar a los nacionalistas. En España esta tentación nacería muerta pues el Parlamento no puede autorizar algo expresamente prohibido en su Ley Fundamental. A propósito, esta es la diferencia radical entre el referéndum escocés liderado por Alex Saldmon y la ley de consultas con la que el Artur Mas pretende iniciar el proceso de secesión. En España este proceso debe necesariamente empezar por una reforma constitucional que transfiera la soberanía al pueblo español para dársela a los habitantes de sus regiones o municipios.
Sr. Cameron, el problema escocés escocía hace unos días y seguirá escociendo hasta que la gente se percate de que los vientos de la historia empujan hacia una mayor integración territorial y una mayor libertad individual. Los separatistas se resisten a ambas corrientes.
La Tribuna de Albacete (14/09/2014)

lunes, 15 de septiembre de 2014

El retorno de los Austrias

¿Y si promoviéramos un cambio de dinastía 
para los próximos trescientos años?

Por lo que he leído estos días, la desafección de una parte importante de los catalanes deriva de la Guerra de Sucesión Española (que no “secesión”) cuyo tercer centenario estamos celebrando.  Los territorios de la antigua Corona de Aragón, aunque no de forma unánime, se mantuvieron fieles a la dinastía de los Habsburgo y pelearon por el archiduque Carlos de Austria. Los Países Bajos e Inglaterra les apoyaron para evitar la concentración de poder en Francia. Castilla, Navarra y las provincias vascas, hartos de reyes impotentes en todos los sentidos de la palabra, apostaron por el Borbón Felipe de Anjou. Vencieron los borbones. Felipe V, a imagen y semejanza de lo que habían hecho su padre y sus abuelos en Francia, aplicó el rodillo centralista sobre el modelo federalista pactado por los Reyes Católicos. Son los decretos de Nueva Planta que salieron de la pluma de Melchor de Macanaz, un jurista de Hellín.
Y digo yo, ¿no podríamos promover un cambio de dinastía para los próximos trescientos años? ¿Queda algún descendiente de los Habsburgo? Parece que no; la endogamia provocó su extinción. Bueno, pues coronemos a algún catalán y que sirva de reparación por lo mal que les trató Felipe V. ¿Hay alguien con ocho apellidos catalanes que se atreva a optar a la corona española?
El Molt Honorable Artur Mas i Gavarró podría ser un candidato idóneo. Me temo, sin embargo, que pronto quedaría decepcionado al constatar lo poco que manda el rey en una monarquía constitucional como la nuestra. Posiblemente pediría su reincorporación como President de Catalalunya exigiendo, eso sí, las instituciones medievales suprimidas por Felipe V. Su decepción sería todavía mayor al comprobar que las Corts y el Consell de Cent tenían un poder efectivo muy inferior al del Parlament y la Generalitat de nuestros días.
La desafección catalana no radica en derechos históricos ni en agravios económicos. Se mire como se mire, Cataluña nunca ha disfrutado de tanto autogobierno ni ha generado tanta riqueza como en la situación actual, bajo la Constitución de 1978. El rencor se ha alimentado con la manipulación de los sentimientos colectivos a través del sistema educativo y de los medios de comunicación.
La Tribuna de Albacete )(15/09/2014)

martes, 9 de septiembre de 2014

Entrevista a la Virgen de los Llanos

Hoy, 8 de septiembre, es el día grande de la Feria. El pueblo de Albacete se ha vestido de gala para festejar a la Virgen de los Llanos, su Patrona. Aprovechando las nuevas tecnologías, me he tomado la licencia de entrevistarla. Pido perdón por la osadía de mis preguntas (P) y disculpas por la posible malinterpretación de algunas respuestas (R).
(P) ¿Qué hace una Virgen como tú en una feria como esta?
(R) Actuar como puente entre la tierra y el cielo. Dar la oportunidad, a quien lo desee, de purificar sus alegrías. Me temo que, de no hacerlo, durarán poco.
(P) Pero debes ver muchas barbaridades a lo largo de estos diez días de Feria, noches incluidas.
(R) Lo peor es que algunos afirman hacerlas “en honor a la Virgen de los Llanos”.
(P) ¿Qué es lo que más te gusta de la Feria?
(R) La alegría que nace de recobrar viejos amigos y ganar otros nuevos. De compartir con ellos recuerdos y proyectos.
(P) ¿Y lo que menos?
(R) Que para ser felices algunos hayan de olvidar su propia realidad a base de alcohol.
(P) ¿Progresa Albacete?
(R) Eso habrá de preguntárselo a cada albaceteño de cada generación. Buena señal, si alguien acaba la Feria con ganas de reincorporarse al trabajo o estudio con el propósito de mejorar su vida en este o aquel punto.
(P) ¿Qué recomendaría la Virgen de los Llanos a un manchego del siglo XXI?
(R) Qué sea llano como su tierra. La sencillez conquista a Dios y facilita la convivencia entre los hombres. Que haga valer el sentido común que le caracteriza, conservando los valores perennes e incorporando los avances que potencian aquellos valores. Los hay tan insensatos que con el afán de parecer modernos lanzan por la borda toda la herencia, lo malo junto a lo bueno.  
                La entrevista fue para mí un chaparrón en un caluroso día de verano. Confesaré al lector que desde entonces  no dejan de resonar en mi interior aquellas notas del himno a la Virgen de los Llanos: “por tu gracia más limpia que las luces del día; por tu amor, agua nueva de las fuentes del bien”.
La Tribuna de Albacete (8/09/2014)

sábado, 2 de agosto de 2014

¿Y si Rajoy tomara la iniciativa?

El miércoles 30 de agosto el Presidente del Gobierno de España recibirá en la Moncloa al Presidente de la Generalitat de Catalunya. Están obligados a poner las cartas sobre la mesa y ver si es posible emparejarlas de alguna manera. Rajoy tiene todo el derecho a negar a Mas el capote que le sacaría del berenjenal donde se ha metido por su propio pie. El problema de que se hunda CiU es que los futuros gobiernos españoles encontrarían en la Generalitat un contrincante mucho más agresivo: ERC.
Yo le aconsejaría a Rajoy que tomara la iniciativa de la reforma constitucional para solucionar el problema territorial de España con mimbres compactos y perdurables. Es preferible un Estado federal con un reparto de poderes bien delimitado, como ocurre en EE.UU. o Alemania, al Estado autonómico que inventó la Constitución de 1978 pero que nunca acabó de cerrar. El colmo de la indefinición son las “terceras vías” que nadie sabe de dónde vienen ni a dónde van.
El problema de muchos catalanes es que, sintiéndose diferentes, no pueden manifestar sus singularidades más allá de la lengua. Para atender esta demanda no hace falta introducir un federalismo asimétrico como proponen desde el PSOE. Levantaría ampollas. Bastaría con permitir a cada Comunidad federada la posibilidad de mejorar los servicios que desee con una condición: explicar a sus ciudadanos los nuevos impuestos que financiarían los nuevos gastos. En eso consiste la responsabilidad fiscal; lo demás son milongas.

La reforma constitucional se aprovecharía para extirpar uno de los tumores que arrastra la Constitución española desde su nacimiento y que es la madre de todos los agravios comparativos que nos han llevado a la situación actual. Estoy pensando en el régimen foral del País Vasco y Navarra que les permite recaudar impuestos y pagar al Estado el cupo que ellos estiman apropiado. No será fácil que vascos y navarros renuncien a sus actuales privilegios fiscales. Confiamos que cambiarán de opinión cuando se percaten que sólo tienen dos alternativas: o pasar a un Estado federal moderno o seguir con el actual Estado autonómico que está dispuesto a elevar el cupo hasta que llegue a la media del resto de España. 
La Tribuna de Albacete (28/07/2014) 

lunes, 21 de julio de 2014

España sin españoles

El último informe del INE sobre “Movimiento natural de la población española”, desvela serios problemas demográficos. Estos problemas, cuyos efectos se registran a medio y largo plazo,  importan poco a aquellos políticos que sólo aspiran a ganar las próximas elecciones. Táctica del avestruz quien confía en eliminar el peligro enterrando la cabeza.
España está perdiendo el recurso más valioso de cualquier sociedad: las personas. Cada año hay menos españoles y estos son más viejos. La tasa de fecundidad (hijos por mujer) era 2,8% en 1976, la más alta de la OCDE.  En 2013 es 1,27, la más baja de la OCDE y del mundo. La gravedad del problema se aprecia mejor si tenemos en cuenta que la tasa de reemplazo, la requerida para mantener constante la población, es 2,1. Los movimientos migratorios retrasan el problema. No lo solucionan ni evitan la irrupción de otros problemas colaterales.
¿Cómo explicar la nueva patología de la sociedad española encubada en un tiempo tan corto? Las altas tasas de desempleo han contribuido, sin duda, a la caída de natalidad. Más importante es, a mi entender, el fuerte deterioro de la institución familiar. Habrá que seguir mejorando la conciliación entre vida laboral y familiar, como bien se está haciendo. Habrá que aumentar las ayudas públicas por hijo para acercarnos a la media europea. Pero estas medidas necesarias serán insuficientes si los valores tradicionalmente asociados a la institución familiar se hunden con la caída de esta.
             Aprendí de niño que la familia era la unión, con vocación de permanencia, entre un hombre y una mujer para la ayuda mutua y la procreación y educación de la prole. Alguien me replicará que estoy añorando una familia tradicional ya superada. Yo le responderé que esas familias tradicionales son imprescindibles para evitar la caída de la natalidad y para solventar los problemas asociados al envejecimiento de la población. En lo que sí coincidiré con este interlocutor virtual es que estas soluciones no pueden imponerse desde arriba. Nacen de la generosidad de los jóvenes y se propagan al constatar que unos hijos bien educados son la mejor recompensa personal y el mejor legado que podemos dar a la sociedad.
La Tribuna de Albacete (21/07/2014)

domingo, 13 de julio de 2014

David y Goliat

             El 8 de junio de 2014 se reunieron en los jardines vaticanos el presidente de Israel, la máxima autoridad Palestina, el Patriarca Bartolomé y el Papa Francisco. Este les había invitado a rezar por la paz y abrir un diálogo que sembrara las semillas de una paz duradera. “Para conseguir la paz, advirtió, se necesita valor, mucho más valor que para hacer la guerra”. Simon Peres confesó que la paz es el anhelo mayor del pueblo de Israel. “En hebreo, nuestra lengua antigua, la palabra Jerusalén y la palabra paz tienen la misma  raíz (…) Los judíos siempre nos hemos saludado deseándonos la paz: ‘Shalon, Salan”. Abbas rezó: "Reconciliación y paz, oh Señor, son nuestra meta (…) Te pedimos hacer de Palestina, y de Jerusalén en particular, una tierra segura para todos los creyentes”.
No ha pasado un mes cuando la chispa del odio ha vuelto a prender la mecha de la violencia. En Gaza, unos palestinos exaltados mataron a tres judíos. El ejército israelí respondió con una lluvia de misiles que, en la última semana, se ha cobrado 130 muertos, 23 de ellos niños. Las milicias yihadistas se vengan lanzando cohetes que los judíos interceptan en el aire. El primer ministro judío, Benjamín Netanyahu, baraja la posibilidad de una invasión terrestre en toda regla sobre Gaza y Cisjordania. Los terroristas de Hamás y los Yihadistas (todos ellos terroristas) amenazan con la tercera intifada.
David contra Goliat. La historia se repite aunque con los papeles cambiados. La fuerza de Goliat pertenece hoy a los israelitas, quienes además se las han ingeniado para detener en el aire las piedras lanzadas con honda. La razón, posiblemente, no está en ninguno de los dos bandos. De ahí que no se atrevan a dialogar con el adversario y que los mensajes lanzados a sus respectivos pueblos estén preñados de odio.

El problema de Tierra Santa se me antoja difícil de entender y más difícil de solucionar. Está claro que la violencia engendra más violencia. Pero, ¿acaso podremos solucionar con la razón planteamientos irracionales? ¿Sirvió para algo la oración conjunta en los jardines del Vaticano? Yo la doy por bien empleada si colabora a racionalizar nuestras mentes y a mantener viva la esperanza. 
La Tribuna de Albacete (14/07/2014)

martes, 8 de julio de 2014

Piensa bien... y dormirás mejor


                Casi cada día del año está destinado a recordarnos algo. Que si el día del cáncer de colon,  que si el día del medio ambiente, que si el día del orgullo gay… Propongo que se dedique un día al año a “Pensar bien de los demás”. Podríamos empezar hoy, 7 del 7 del 14. Una fecha así, capaz de ser expresada en una ecuación (7+7=14), no debiera pasar inadvertida. Os contaré mi experiencia.
Mi vecino se ha levantado de madrugada y no se la ocurrido otra cosa que ponerse a cantar en la ducha. “Habrá tenido una mala noche y está tratando de ahuyentar los fantasmas” pensé después de tragar saliva. El mismo vecino acabó la jornada con veinte minutos de conversación telefónica “a grito pelao”.  “Habrá tenido un mal día”, concluí yo. Desde aquel día me llevo mejor con mi vecino.
Mientras cruzaba la calle para ir al garaje, un conductor sacó la cabeza para reñirme: “¿A quién se le ocurre pasar el semáforo en ámbar?” En el mismo lugar, unos minutos después, soy yo quien tengo que frenar para no atropellar a un peatón que grita indignado: “¿A quién se le ocurre pasar el semáforo en ámbar?” Yo les respondo a ambos levantando el pulgar en señal de arrepentimiento y agradeciendo la lección.
Mientras conduzco hacia el trabajo escucho la radio. Algunos locutores antes de contar la noticia ya están echando las culpas al Gobierno. En un día tan especial como hoy no puedo menos de compadecer a los ministros: “Qué difícil debe ser gobernar un país”. Escuchando las escaramuzas internas del partido de la oposición concluyo: “Más difícil debe ser contentar a los miembros de un grupo político cuando los resultados electorales no acompañan”. Cierro el aparato deseando suerte a unos y otros.
Y así paso el día tratando de comprender y excusar a mis jefes y subalternos, a mis hijos y a mi mujer, a quienes me dan un pisotón o me regalan una sonrisa equivocada. Por la noche dormí de un tirón. Ni la ducha de mi vecino me despertó de madrugada. Y es que el pensar bien ayuda a dormir mejor, a tener una visión más realista de la humanidad, a hacer amigos y conservarlos.

La Tribuna de Albacete (07/07/2014)


miércoles, 2 de julio de 2014

SICAV que sí caben

Willy Meyer, líder de Izquierda Unida Española en el Parlamento Europeo ha renunciado a su acta de diputado al enterarse que su fondo voluntario de pensiones estaba vinculado a una SICAV de Luxemburgo apadrinada por la Unión Europea. Como el lector sabe, las “Sociedades de Inversión de Capital Variable” son instrumentos de inversión colectiva a los que se abonan las grandes fortunas (y no tan grandes) con el fin de reducir al mínimo sus cargas impositivas.    
La anécdota tiene dos lecturas posibles. (1) Meyer es una persona extremadamente honesta y coherente: viéndose salpicado por la suciedad de los copartícipes del fondo decide abandonarlo y retirarse de la fiesta europea. (2) Meyer es una persona retorcida e hipócrita; ha buscado una excusa peregrina para abandonar un partido con el que arrastraba divergencias inconfesables.
Los eurodiputados preocupados por el derroche y la corrupción en las propias instituciones europeas tienen abiertos otros frentes de batalla más productivos: eliminar dos de las tres sedes del Parlamento Europeo; reducir el número de eurodiputados de 766 a 100; pagarles sólo por las horas efectivas de trabajo. De hacerlo, el Parlamento Europeo no tendría necesidad de apadrinar fondos para guardar los ahorros de sus miembros.
Por otra parte, los eurodiputados pueden y deben aprobar nuevas directrices sobre las SICAV y demás refugios fiscales. No será fácil ponerse de acuerdo. Tradicionalmente la izquierda apuesta por castigar a las grandes fortunas con altos tipos impositivos. Ignoran que los contribuyentes pueden cambiar su domicilio fiscal y tienen mil recursos (legales o ilegales) para mover u ocultar sus activos. La derecha es más propensa a conceder amnistías fiscales para que aflore el dinero negro y contribuya al fisco. “Más vale poco que nada”, argumentan.

Yo no tendría problemas para conceder un trato fiscal favorable a las grandes fortunas que en el momento de generarse ya pagaron el 40 ó 50%. Sólo pondría una condición: que esos ahorros sean destinados a inversiones productivas, las generadoras de puestos de trabajo. En mi esquema mental sí caben las SICAV que reúnan ahorros para inversiones productivas.
La Tribuna de Albacete (30/06/2014)

martes, 24 de junio de 2014

Potestas y Auctoritas

Los romanos dejaron bien clara la distinción entre “Potestas” y “Auctoritas”. La primera indica la capacidad de imponer tus decisiones sobre los demás ya sea por vías jurídicas, ya por la fuerza física. “Auctoritas” se traduce por “autoridad moral”. Asegura el respeto y la lealtad no por el temor a ser castigado sino por la confianza en la sabiduría y honestidad del líder.
El jueves 19 de junio Felipe de Borbón fue coronado como Rey de España. Asumió los símbolos del poder regio: cetro, trono y corona; fajines y bandas; medallas y más medallas. Su efigie en monedas y sellos nos recordará permanentemente quién es el Jefe del Estado español. La repetición de los símbolos esconde, sin embargo, una diferencia fundamental con sus antepasados. Un rey absoluto como Felipe V podía tener mucho poder y poca autoridad. Un rey democrático como Felipe VI o tiene autoridad o no tiene nada. Sus funciones se limitan a la representación del Estado y a la integración de los poderes institucionales y territoriales que lo conforman. Sólo podrá cumplirlas si goza de la confianza de los representantes del pueblo y del pueblo en general.  
 “La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos”

Son palabras del propio Rey en su discurso de coronación. Yo no quitaría ni añadiría ninguna. Para que no se las lleve el viento habrá que empezar a cumplirlas desde ya, en los momentos trascendentes y en el día a día.
La Tribuna de Albacete (23/06/2014)

martes, 17 de junio de 2014

Fútbol, ¿con o sin burbujas?

Si un alienígena visitara la Tierra durante este mes enviaría este SMS a sus congéneres: “Extraño planeta donde 22 hombres corren detrás de una pelota ante el griterío de los 70.000 espectadores amotinados en el estadio y 700 millones de televidentes repartidos por todos los países”.  Es posible que pronto se contagiara del entusiasmo y descubriera el alma del fútbol que es un deporte, un espectáculo y un fenómeno sociopolítico de primera magnitud. Uno de los pocos factores de cohesión social capaz de crear identidades nacionales y ligas internacionales. Una vía, relativamente sencilla y pacífica, para descargar la adrenalina que llevamos dentro y hacer divertidas e intrascendentes nuestras diferencias tribales.
Lo que más sorprendería al extraterrestre sería la cantidad de dinero que mueve el fútbol y el descuadre de sus cuentas. Contemplaría atónito la lista de los diez fichajes más caros de la historia; por cierto, siete de ellos en España. La encabeza Cristiano Ronaldo que el Madrid compró por 96 millones de euros; la concluye Neymar Jr. por quien el Barça pagó en blanco 57 millones y otros tantos en negro. La lista de sueldos la encabeza un tal Leo Messi cuyo contrato anual ha sido elevado a 22 millones netos de impuestos. El Presidente de Gobierno necesitaría mantenerse en el cargo 440 años para acumular una cantidad similar.
Nuestro amigo alienígena concluiría que se trata de una burbuja que tira al alza los presupuestos de todos los clubes obligándoles a endeudarse sin medida. Los tres que logren subirse al podio conseguirán amortizar su deuda gracias a los derechos televisivos e ingresos publicitarios. Los restantes, ahogados en sus deudas,  buscarán la manera de trasladarlas a los contribuyentes.
¿No podrían los humanos disfrutar del espectáculo del fútbol sin tantos millones y corrupción de por medio?, se preguntaría. ¿No correrían lo mismo los futbolistas si de pronto (y en todo el planeta) se aligerara el peso de sus contratos borrando los dos últimos ceros? Concluyó que sí y sugirió un medio para desinflar la burbuja de fútbol: “Prohíbase fichar con crédito; obliguen a los clubes a sufragar los gastos de personal con sus ingresos ordinarios”.
La Tribuna de Albacete (16/06/2014)

lunes, 9 de junio de 2014

Lo efímero de la fama

“El bandido ha huido de la isla de Elba”. “El usurpador ha llegado a Grenoble”. “El General entra en Lyon”. “El emperador es aclamado en París”. Con estos titulares describía un diario oficial francés (Le Moniteur) el ascenso de Napoleón, desterrado en la Isla de Elba, hasta el Eliseo donde volvió a recibir los honores de emperador. Unos meses antes (hace exactamente trescientos años) los titulares de Le Moniteur habían descrito un proceso similar pero descendente. En pocas semanas Napoleón había pasado de ser el mejor emperador de la historia al más vulgar de los bandidos; por eso le desterraron a Elba.
Las habladurías de estos días a propósito de la abdicación del rey Juan Carlos I refrescaron las imágenes de Napoleón y me hicieron comprender la fugacidad de la fama. Me preocupa, sobremanera, lo fácil que resulta manipularla desde arriba. Yo que he vivido bajo su reinado puedo certificar como pasó de ser el tonto de los chistes al mejor monarca de la historia. Las vicisitudes que arruinaron su fama en los últimos años no son muy diferentes a las del resto de los mortales: faldas, dinero, caprichos; la diferencia parece estar en el tamaño. Cambian las costumbres, pero no la moral, afortunadamente. Antes y ahora podemos sospechar que estamos haciendo algo inmoral si necesitamos escondernos.

Unas palabras al futuro rey Felipe VI, por si le queda tiempo de leer La Tribuna de Albacete. Hay que ser bueno y aparentarlo. No pierda el tiempo, sin embargo, examinando las encuestas de popularidad; son más caprichosas y manipulables que las cotizaciones de la Bolsa. Cierre sus oídos a los insultos de los republicanos rabiosos y a las adulaciones de los monárquicos recalcitrantes. Ábralos a las críticas de los amigos, empezando por Dña Leticia. Por encima de todo, escuche a su conciencia; en el juicio final ella dictará sentencia. Pregúntele todos los días qué alternativa será más beneficiosa para España en el corto, medio y largo plazo. Aquí radica la ventaja más importante de la monarquía sobre la república: el Monarca puede superar la tentación del cortoplacismo más fácilmente que un Presidente que ha de pasar por  las urnas cada cuatro años. 
La Tribuna de Albacete 9/06/2014

lunes, 2 de junio de 2014

La excavadora

Un aviso para mis lectores habituales. A partir de hoy mi columna semanal aparecerá los lunes en la tercera página de "La Tribuna de Albacete". El espacio se reduce a la mitad.   


Tengo sobre mi mesa tres fotos tomadas la semana pasada en el barcelonés barrio de Sants. En la primera aparece una excavadora dispuesta a demoler el edificio Can Vives que llevaba 17 años “okupado”. En la segunda, la excavadora en llamas. En la tercera, adornada con guirnaldas a la sombra de una pancarta que reza: “poder popular”. No voy a valorar los argumentos a favor y en contra del mensaje implícito en cada foto. Sólo deseo recordar que, en nuestra civilización, el poder popular se expresa a través de las urnas y se ejerce respetando los procedimientos legales.
La esencia de esta civilización occidental se condensa en las primeras palabras de nuestra  Constitución: “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho”.  Estado de Derecho: Tanto las administraciones como los administrados, tanto los políticos como los ciudadanos, estamos sujetos a las leyes, que, a su vez, han de respetar los derechos fundamentales del ser humano y otros principios consagrados en el texto constitucional. Entre ellos se encuentra el derecho a la propiedad privada, garantía de seguridad y libertad personal. Estado social: En atención al bien común, los poderes públicos están legitimados a limitar los derechos del propietario,a través de  normas del rango apropiado. Estado democrático: Las normas que regulan los derechos y límites de los propietarios han de ser aprobadas en el seno de unas instituciones democráticas integradas por los representantes del pueblo elegidos en las urnas.
Cada uno de nosotros tiene tantas razones para indignarse como personas existen en el mundo, empezando por sí mismo. Pero nadie está autorizado a expresar su indignación con actos violentos. Mi consejo a estos indignados violentos: “Okupen” ustedes las urnas que les llevarán a las instituciones democráticas. Dicten desde allí las leyes que consideren oportunas para el bien común. Y recuerden, mientras tanto, que “okupar” propiedades ajenas y quemar excavadoras socava lo mejor que tenemos en Occidente: el Estado social y democrático de Derecho.

La Tribuna de Albacete (02/06/2014) 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Elecciones y electrocuciones europeas

Europa ya es un buque de gran tonelaje 
incapaz de hacer giros bruscos

Manuel Valls, nuestro Primer Ministro francés, ha calificado las elecciones al Parlamento Europeo de “tsunami político”. Él se refería a Francia, pero su sentencia bien podría extrapolarse a España y a casi toda la Unión Europea. Un tsunami resulta de la superposición de varias olas que se retroalimentan. Desde mi modesto observatorio (un quinto piso de Albacete) vislumbro cuatro corrientes superpuestas en el tsunami de las últimas elecciones europeas.
Triunfo de los euroescépticos. Son los que se quedaron en casa (57% de europeos) más los que votaron a partidos dispuestos a desmantelar Europa ya. Tanto en Francia como en el RU los partidos más votados (por encima del 25%) son euroescépticos, por no decir “europicidas”. ¿Qué cabe esperar de una institución donde quienes desean acabar con ella están acumulando poder?
Triunfo de los indignados y los antisistema. Me refiero a los partidos que han atraído a los descontentos caídos por los extremos de la carroza política. En Francia, el Frente Nacional de Marine Le Pen, ha ganado las elecciones vendiendo odio contra los inmigrantes (todos ellos sucios y ladrones) y prometiendo recuperar la “grandeur” patria robada por los burócratas de Bruselas. Syriza, un partido griego de extrema izquierda, ganó vendiendo odio al capital extranjero. En España un partido surgido al calor de los indignados de la Plaza del Sol se ha convertido en la cuarta fuerza política bajo el slogan “Podemos”. Sus promesas: nacionalizar bancos y empresas estratégicas para ponerlas al servicio del pueblo, gestión comunal de las tierras no explotadas, ocupación libre a las viviendas no ocupadas por sus dueños, jubilación a los sesenta años que muchos anticiparán a los 18 años al disponer de una renta básica suficiente para vivir sin trabajar… Me gustaría tener delante los pasquines que distribuía Lenin en 1917 o Hitler en 1933 y que llevaron al comunismo y al fascismo. Seguro que encontraríamos muchas semejanzas. Recordaré, a quienes indigne la comparación, que los extremos políticos pueden darse la mano a través del Estado intervencionista.
Reforzamiento de los partidarios de la Europa de las regiones frente a la Europa de los estados que tenemos ahora. En España se da el agravante de que estos partidos se arrogan el derecho de independizarse de su Estado histórico a través de un simple referéndum. ¿Puede levantarse Europa al margen del estado de derecho?
Duro castigo al bipartidismo. Proyectando los resultados del domingo sobre el telón de las elecciones de 2009 observamos un fuerte descenso del Partido Popular Europeo y del Partido Socialista Europeo. Centrándonos en el caso español las pérdidas se cifran en 8 escaños para el PP y 9 para el PSOE. Si se repitieran los resultados del pasado domingo en las próximas elecciones nacionales, serían catorce los partidos con presencia en el hemiciclo que rozarían el 50% de los escaños. ¿Augura, este vuelco electoral, el fin del bipartidismo? Lo dudo. Primero porque en las próximas elecciones generales los grandes partidos tratarán de animar a la mitad de su electorado que se quedó en casa. Segundo porque un multipartidismo a la Italiana crearía una inestabilidad o una parálisis política tan fuerte que obligaría a dar marcha atrás. Tercero, porque cuando partidos vírgenes como “Podemos” ocupen alguna parcela de poder pronto desencantarán a sus votantes. Es más fácil predicar que dar trigo. No ignoro la posibilidad de que un gran partido pueda desaparecer en cuatro años. UCD, como botón de muestra. Advierto, simplemente, que el bipartidismo es la tendencia natural de las democracias modernas

He empezado el artículo muy tétrico, hablando de tsunamis y comparando las elecciones a “electrocuciones”. Pero a medida que escribía y buceaba al fondo del asunto me he convencido que se trata de una tormenta en la bañera, de un cortocircuito con una pila de 16 voltios. Para bien o para mal, Europa ya es un buque de gran tonelaje incapaz de hacer giros bruscos. Lo mejor que le puede ocurrir a ese buque es que encuentre personas preclaras y honradas, capaces de dar pequeños golpes de timón en la dirección adecuada. ¿Encontraremos algún Robert Schuman entre los 766 políticos que hemos enviado al Parlamento Europeo?
La Tribuna de Albacete (28/05/2014)