domingo, 26 de diciembre de 2021

Amor arriesgado

 

“En el principio existía el Verbo”. Así empieza el Evangelio de San Juan que se repite todos los años por Navidad. “El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre (…) La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió (…) Vino a su casa, y los suyos no le recibieron. Pero a cuantos le recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios”.

 Estas palabras no dejan de estremecerme año tras año. ¿Cómo es posible que el hombre prefiera malvivir en las tinieblas, andar a tientas pisándose unos a otros y tropezando mil veces con la misma piedra (el egoísmo)?

 La única explicación que encuentro es el amor desinteresado y arriesgado de Dios. Él nos da lo mejor que tiene (Cristo) respetando nuestra libertad de cerrar la puerta y ventanas de nuestra casa. Afortunadamente, este no es el final de la historia: “Pero a cuantos le recibieron, les dio el poder de ser hijos de Dios”. Traduzco: de vivir en la paz de los hijos de Dios; de verlo todo a la luz de Cristo para encontrar el sentido profundo a la vida y la muerte; de conseguir la fuerza de voluntad necesaria para superar nuestra condición egoísta. 

2022 años después podemos preguntarnos: ¿Ha fracasado Dios? ¿Sirvió para algo la venida de Cristo? La mejor respuesta la ofrecen la vida y obras de tantos santos repartidos a lo largo de estos veinte siglos. Las preguntas anteriores también pueden enunciarse en clave personal. ¿Qué pasa cuando camino mirándome al ombligo? ¿Y cuando trato de seguir los pasos de Jesús?

Quien albergue alguna duda pregunte a las personas que le rodean, empezando por su cónyuge e hijos. El riesgo que afrontó Dios al encarnarse habrá valido la pena si alguien regresa del Portal de Belén dispuesto a arrimar el hombro para mejorar la convivencia familiar. 

domingo, 19 de diciembre de 2021

Educación, manipulación y vale escolar

 

En España, el consenso educativo se reduce a tres puntos que conducen a un círculo vicioso: (1) La educación es la mejor inversión de una sociedad. (2) El Estado nunca había gastado tanto dinero en educación y los resultados del aprendizaje siguen empeorando. (3) El sistema educativo se ha convertido en una de las principales armas de manipulación ideológica de los partidos políticos.

A nuestro entender, el vale escolar es la mejor manera de romper este círculo vicioso. Sus fundamentos son muy simples. Libertad de creación y gestión de centros educativos y libertad de las familias para elegir el centro (público o privado) que mejor garantice la educación de los hijos. Me propongo aprovechar todas las ocasiones que se presenten para ilustrar este mensaje.

Pienso en la reciente sentencia que obliga a las comunidades plurilingües a impartir en castellano el 25% de las asignaturas. La Generalitat ha dejado claro que no piensa acatar la sentencia a pesar de estar recogida en las leyes nacionales y autonómicas. Tamaña rebeldía contra la ley y los tribunales quedaría en nada si existiera libertad de creación y gestión de centros educativos. Yo, al menos, escogería el colegio (público o privado) que asegura a mis hijos pleno dominio del castellano y del catalán. ¡Así de simple!

Pienso también en el actual en la Comunidad de Madrid entre Vox y el PP a cuenta de la ideología de género que se pretende transmitir en las aulas. El problema tendría fácil solución si cada centro aclarara su postura de antemano. En el ideario del colegio A leeríamos: “Este centro defiende los principios constitucionales de igualdad de oportunidades y de no discriminación”. El B diría: “Este centro defiende las estrategias del feminismo, a saber, otorgar ciertos privilegios a las mujeres para colocarlas en el punto de partida adecuado”. El C diría: “Este centro se sitúa en la vanguardia LGTBI. Sus hijos aprenderán que son libres para elegir su sexo y para disfrutar del mismo ya desde la escuela”. Me atrevo a presagiar que los hijos de las familias favorables al tercer modelo cabrían en el despacho de la ministra Irene Montero.  ¡Así de simple!

La Tribuna de Albacete (20/12/2021)

martes, 7 de diciembre de 2021

La familia: amor con humor

El sábado vi la película “Tengamos la fiesta en paz”. Su director, Juan Manuel Cotelo, es un cineasta original que no valora el éxito por el número de espectadores (que también), sino por las cartas de quienes confiesan: “He salido de la sala con deseos de mejorar mi ambiente, empezando por mí mismo”.

Consciente de la influencia del séptimo arte, Cotelo se centra en las vivencias más ordinarias, que suelen ser las más complejas y trascendentes. En esta ocasión se ha atrevido con la familia y ha escogido el formato de comedia-musical. “Tengamos la fiesta en paz” describe el infierno navideño de una familia en el caserón de la abuela. El secreto que guardaban los padres para el día de Reyes sería un mensaje escueto: “Hijos, estas han sido nuestras últimas navidades en familia; mañana nos divorciamos”. Intuyendo la tragedia que se avecinaba, los tres niños les prepararon una encerrona para animarles a cambiar de actitud. Ellos ponen el humor; la abuela, cómplice necesario, el aceite del sentido común.

El primer paso fue sustraer todas las pantallas que impedían al matrimonio mirarse a los ojos, ver las necesidades ajenas y arrimar el hombro. ¡Todos viajamos en el mismo barco! Segunda lección, dialogar con humildad y caridad. ¡Nada de palabras vacías, gritos e insultos, como hacen los partícipes de un reality show y sus señorías del Parla-miento! Tercera lección, aprender a pensar y actuar con sentido común y sentido del humor. ¡Cuántos matrimonios se han ahogado en un vaso de agua!

Las cosas se complicaron tanto que los padres comprendieron lo absurdo que era montar una fiesta en el infierno del egoísmo; duran poco, acaban mal. La alegría y la paz que reporta la vida familiar solo es duradera cuando se combinan amor con humor.

La Tribuna de Albacete (6/12/2021)