Escribo este artículo 24 horas antes
de que Pedro Sánchez decida entre (1) mantenerse en la presidencia del Gobierno
español, (2) dimitir y seguir haciendo política desde otros puertos más
tranquilos, (3) abandonar la política de una vez por todas. Me tomo la licencia
de darle un par de consejos para evitar el acoso que está sufriendo en los
últimos meses y la desafección del pueblo español, socialistas incluidos. Vaya
por delante, que estos consejos son aplicables a cualquier otra persona que le
pueda suceder en la presidencia de la nación, no importa el partido político.
Primer consejo: Sea sincero y transparente. Lo
mejor para evitar los bulos sería informar a la nación el contenido de los
móviles hackeados por Pegasus (el suyo y el de su esposa). Aproveche la ocasión
para dar una explicación creíble de la cesión a Marruecos de las competencias que
nos otorgó la ONU sobre el Sahara. Por favor, no mienta a sus votantes y al
pueblo español, ni cambie de principios tantas veces. ¿Se acuerda de la fábula
de Pedro y el lobo?
Segundo consejo: Respete el Estado
democrático de derecho. La CE de 1978 admite a partidos republicanos y separatistas siempre que
estén dispuestos a reformarla siguiendo los cauces constitucionales. Lo que usted
promueve es un “golpe de estado desde el propio Estado”. Un golpe que solo se
puede combatir desde la calle o la prensa desesperada.
Más de lo mismo. Respete la
independencia del poder judicial. Deje que los jueces elijan a los jueces. No se
engañe a usted mismo ni trate de engañarnos asumiendo que es constitucional
todo lo que aprueba un Tribunal cortado a la medida de los intereses cambiantes
del Gobierno.
El calamar busca confundir y encrespar a los adversarios arrojándoles
tinta negra. ¡Demuéstrese a sí mismo que usted no es un calamar!