Seguimos analizando el Debate del Estado de la Nación (DEN). Hoy nos centraremos en la política de rentas como estrategia antiinflacionista propuesta por el Gobierno. La historia ha demostrado su utilidad cuando un brote inflacionista generado por el aumento del coste de la energía se propaga por aumentos salariales desvinculados de la productividad y gastos sociales financiados con dinero fácil. Los Pactos de la Moncloa (octubre 1977) suministran el mejor ejemplo de una política de rentas exitosa. Lograron atajar una espiral inflacionista que en cuatro años elevó el IPC del 5% al 24,5%. El problema de tales “pactos sociales” es que exigen muchos sacrificios a muchos grupos. No es fácil llegar a un acuerdo sensato y mantenerlo el tiempo necesario.
Levantasteis en la costa Este del país una magnífica Estatua de la Libertad. Para evitar que América se escore y hunda en el Atlántico, urge levantar en la costa Oeste la Estatua de la Responsabilidad (Viktor Frankl)
domingo, 24 de julio de 2022
DEN/2: Política de rentas
domingo, 17 de julio de 2022
DEN - Un país sin inflación
La inflación ha entrado por la puerta grande en el Debate del Estado de la Nación (DEN) celebrado la pasada semana tras siete años de ayuno. El Presidente le dedicó más tiempo que a ningún otro tema. Como economista, no puedo menos de alegrarme que se otorgue a la inflación la importancia que merece. Y que se aborde de una forma científica, no con los tópicos del curandero. Desde la óptica científica que busca argumentos racionales y contrastados me dispongo a analizar las causas y remedios al problema de la inflación actual.
El diagnóstico resulta claro para todos:
estamos ante una inflación de costes. El precio del gas se ha doblado y sus
efectos se han dejado sentir en los precios de todos los bienes que utilizan gas
de forma directa o indirecta.
Los remedios contra la inflación son
más discutibles. El Presidente insiste en limitar el precio del gas, de los
alquileres y del resto de bienes de consumo masivo. Los economistas advierten
que los límites al precio de mercado suelen provocar una reducción de la oferta.
Se extraerá menos gas y se ofertarán menos pisos en alquiler. La menguante
oferta será adquirida en el mercado negro a un precio desorbitado por los grupos
más pudientes. Todo lo contrario a las proclamas de controlar la inflación reforzando
la justicia social.
La solución alternativa sería abrir
mercados y promover la competencia. Animar a españoles y extranjeros a invertir
en energías renovables. Duplicar los parques eólicos y solares en la España
vaciada podría conseguirse en par de años. Con la llegada de grandes inversores
europeos, americanos o chinos, desaparecerían el oligopolio eléctrico español,
los excesos de demanda gasista y la presión inflacionista.
Como es sabido, las renovables
necesitan un refuerzo para los días sin viento ni sol. Los países europeos se
están convenciendo que el remedio óptimo para Europa son las centrales nucleares. Alemania,
ha sido el último país en apostar por el verde-nuclear. ¿Cuánto tiempo costará
a los socialistas españoles superar la fobia nuclear? Las fobias son propias de
curanderos, no de científicos.
La Tribuna de Albacete (18-07-2022)
miércoles, 13 de julio de 2022
Instituciones al servicio de...
La UE, y en general todas las economías avanzadas, están dotadas de unas instituciones sólidas que canalizan las fuerzas de mercado y mantienen a raya a los políticos ávidos de sumar poder económico al político que les otorgan las urnas.
La Tribuna de Albacete (11/07/2022)
lunes, 4 de julio de 2022
Revolución lingüística
Hoy es 4 de julio, los estadounidenses celebran el día de su Independencia frente al Reino Unido. Este año celebrarán también su independencia de la hipocresía más nociva, la que cambia el nombre de las cosas para confundir a los ingenuos. La sentencia que anula la doctrina Roe vs Wade se limita a aclarar que el derecho fundamental recogido por la Ley Fundamental Americana (LFA) no es el derecho al aborto, si no el derecho a la vida. No hay nada en la LFA ni fuera de ella que permita considerar la supresión de una vida como un derecho fundamental. Quienes sostienen lo contrario retuercen la ley, el diccionario, la ciencia y el sentido común. La revolución lingüística se ha puesto en marcha.
Todo esto parece revolucionario. ¡Y lo es! En las circunstancias actuales no hay nada más revolucionario que llamar a las cosas por su nombre.
La Tribuna de Albacete (4/07/2022)