domingo, 24 de julio de 2022

DEN/2: Política de rentas

 Seguimos analizando el Debate del Estado de la Nación (DEN). Hoy nos centraremos en la política de rentas como estrategia antiinflacionista propuesta por el Gobierno. La historia ha demostrado su utilidad cuando un brote inflacionista generado por el aumento del coste de la energía se propaga por aumentos salariales desvinculados de la productividad y gastos sociales financiados con dinero fácil. Los Pactos de la Moncloa (octubre 1977) suministran el mejor ejemplo de una política de rentas exitosa. Lograron atajar una espiral inflacionista que en cuatro años elevó el IPC del 5% al 24,5%. El problema de tales “pactos sociales” es que exigen muchos sacrificios a muchos grupos. No es fácil llegar a un acuerdo sensato y mantenerlo el tiempo necesario.

El quid de la política de rentas consiste en convencer a los sindicatos que dejen de relacionar el aumento del salario nominal con las últimas subidas de los precios y pasen a hacerlo con la tasa de inflación anunciada por el Banco de España. La Sra. Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, tiene razón al afirmar que altos salarios son compatibles con fuerte crecimiento. Olvida que, en las condiciones actuales, el primer paso es el control de la inflación. A continuación debe buscarse la senda de crecimiento estable que relacione los incrementos salariales con los incrementos de productividad.
El sacrificio de las empresas podría consistir en aceptar mayores tipos impositivos sobre los beneficios extraordinarios. No una quita de tres mil o cuatro mil millones de euros, sino un incremento del tipo impositivo sobre beneficios extraordinarios reales. Sería deseable que el Gobierno dirija los nuevos impuestos a reducir la deuda pública, auténtica bomba de relojería en la sala de máquinas. Lo mejor contribución del Gobierno, consiste en predicar con el ejemplo, eliminando gastos innecesarios. En el caso de España, el número de ministerios podría reducirse a la mitad, y la media de consejeros por ministerio bajar de 40 a 4. A la RFA le bastan 15 ministerios para conseguir un crecimiento fuerte y estable, suficiente para suministrar todo tipo de servicios a una población que dobla la española. 
La Tribuna de Albacete (25/07/2022)

domingo, 17 de julio de 2022

DEN - Un país sin inflación

La inflación ha entrado por la puerta grande en el Debate del Estado de la Nación (DEN) celebrado la pasada semana tras siete años de ayuno. El Presidente le dedicó más tiempo que a ningún otro tema. Como economista, no puedo menos de alegrarme que se otorgue a la inflación la importancia que merece. Y que se aborde de una forma científica, no con los tópicos del curandero. Desde la óptica científica que busca argumentos racionales y contrastados me dispongo a analizar las causas y remedios al problema de la inflación actual.

El diagnóstico resulta claro para todos: estamos ante una inflación de costes. El precio del gas se ha doblado y sus efectos se han dejado sentir en los precios de todos los bienes que utilizan gas de forma directa o indirecta.

Los remedios contra la inflación son más discutibles. El Presidente insiste en limitar el precio del gas, de los alquileres y del resto de bienes de consumo masivo. Los economistas advierten que los límites al precio de mercado suelen provocar una reducción de la oferta. Se extraerá menos gas y se ofertarán menos pisos en alquiler. La menguante oferta será adquirida en el mercado negro a un precio desorbitado por los grupos más pudientes. Todo lo contrario a las proclamas de controlar la inflación reforzando la justicia social.

La solución alternativa sería abrir mercados y promover la competencia. Animar a españoles y extranjeros a invertir en energías renovables. Duplicar los parques eólicos y solares en la España vaciada podría conseguirse en par de años. Con la llegada de grandes inversores europeos, americanos o chinos, desaparecerían el oligopolio eléctrico español, los excesos de demanda gasista y la presión inflacionista.

Como es sabido, las renovables necesitan un refuerzo para los días sin viento ni sol. Los países europeos se están convenciendo que el remedio óptimo para Europa son las centrales nucleares. Alemania, ha sido el último país en apostar por el verde-nuclear. ¿Cuánto tiempo costará a los socialistas españoles superar la fobia nuclear? Las fobias son propias de curanderos, no de científicos.

La Tribuna de Albacete (18-07-2022)

miércoles, 13 de julio de 2022

Instituciones al servicio de...

La UE, y en general todas las economías avanzadas, están dotadas de unas instituciones sólidas que canalizan las fuerzas de mercado y mantienen a raya a los políticos ávidos de sumar poder económico al político que les otorgan las urnas.

 En la cúspide de este entramado institucional tenemos un banco central (BC) independiente que evita que el Estado ponga a su servicio la máquina de hacer dinero ya sea directamente, ya por la monetización de la deuda pública. La independencia del gobernador del banco central solo es comparable a la de los jueces. En la UE el BCE es completado con los bancos nacionales, en nuestro caso, el Banco de España (BE)

 El Instituto Nacional de Estadística (INE) presenta las estadísticas oficiales en materias tan sensibles como la inflación, la tasa de crecimiento o el desempleo, etc. Su independencia se demuestra en que tales estadísticas deben seguir criterios internacionales (Eurostat) y presentarse en los días señalados, no cuando conviene a los políticos.

 El Tribunal de Cuentas (TC) controla los gastos e ingresos de las administraciones públicas que suponen más del 40% del PIB. Denuncia irregularidades del sector público y da criterios para mejorar su eficiencia.

 ¿Cómo va la constitución económica española? El Tribunal de Cuentas fue descabezado hace un trimestre para que no interviniera las cuentas de los separatistas. La semana pasada el director del INE ha dimitido por no soportar la presión del Gobierno que reclama mayor sensibilidad política y menos estadísticas frías. La independencia del BE es el último objetivo a conseguir. Están en ello.

 Conclusión. La constitución económica española está en ruinas. El gobierno se ha propuesto controlar las instituciones que supuestamente habían de controlar a los poderes económicos, empezando por el propio gobierno.

La Tribuna de Albacete (11/07/2022)

lunes, 4 de julio de 2022

Revolución lingüística

Hoy es 4 de julio, los estadounidenses celebran el día de su Independencia frente al Reino Unido. Este año celebrarán también su independencia de la hipocresía más nociva, la que cambia el nombre de las cosas para confundir a los ingenuos. La sentencia que anula la doctrina Roe vs Wade se limita a aclarar que el derecho fundamental recogido por la Ley Fundamental Americana (LFA) no es el derecho al aborto, si no el derecho a la vida. No hay nada en la LFA ni fuera de ella que permita considerar la supresión de una vida como un derecho fundamental. Quienes sostienen lo contrario retuercen la ley, el diccionario, la ciencia y el sentido común. La revolución lingüística se ha puesto en marcha.

 El aborto como interrupción del embarazo. Falso. Por definición, un interruptor permite pasar de on a off y viceversa. El aborto no tiene marcha atrás; no es una interrupción del embarazo sino la supresión de una vida.

 El aborto como derecho de la mujer a decidir si quiere ser madre o no. Falso. Esa mujer ya es madre. Su decisión se limita a permitir o impedir el desarrollo del feto (nasciturus).

 El aborto como extirpación de un conjunto de células que no configuran un ser vivo. Y si lo fuera, no sería un ser humano. Falso. Pregunten ustedes a los científicos. Si encuentran más de diez que se pongan de acuerdo en el inicio de la vida humana más allá del cigoto, me comprometo a rectificar.

 El aborto como la solución más humanitaria a los embarazos no deseados. Falso. La solución más humana y civilizada sería ayudar a la mujer en el embarazo y tras el nacimiento. La ayuda incluiría la adopción del bebé en caso de que la madre no se viera con fuerzas para cuidar de él.

 La prohibición del aborto no eliminará los abortos. En eso estamos de acuerdo. La píldora del día después se generalizará. Seguirá existiendo un problema moral, pero será de índole personal. El problema actual es que los implicados en un aborto piensan que hacen algo bueno, presumen de ejercer un derecho bendecido por la ley.

Todo esto parece revolucionario. ¡Y lo es! En las circunstancias actuales no hay nada más revolucionario que llamar a las cosas por su nombre.

La Tribuna de Albacete (4/07/2022)