En nuestro
localizador político, nos preguntamos hoy por el criterio para para situar las propuestas
sobre la organización del poder político. El eje “cerca / lejos” podría darnos
alguna pista.
La
República es defendida por quienes prefieren un poder cercano, donde tanto el
Jefe de Gobierno como el Jefe de Estado puedan ser cesados cada cuatro años por
el voto directo de los ciudadanos. Optan por la monarquía quienes prefieren una
Jefatura de Estado más distante y solemne, que represente a todos los
ciudadanos de la nación y no solo a los que votan al partido mayoritario.
En
cuanto a la organización territorial se nos abren las siguientes opciones: Estado
centralizado (Francia y la mayoría de los países occidentales), autonómico
(España), federal (Alemania) o confederal (la UE, donde cada país miembro es
libre de abandonar por su cuenta y riesgo). La derecha tradicional aboga por
que todos los ciudadanos disfruten de los mismos servicios públicos, aunque
vengan de lejos. La izquierda suele estar más abierta a un modelo federal donde
se admiten importantes diferencias territoriales si así lo deciden los
habitantes de cada territorio.
Cada
persona tiene su propia opinión sobre estos temas y con ellas morirá. Todos,
sin embargo, estamos obligados a respetar la Constitución donde se consagra el Estado
democrático de Derecho (EDD). En la CE tienen cabida los partidos republicanos,
independentistas o recentralizadores si aceptan empezar por la reforma del
texto constitucional siguiendo los causes marcados allí marcados. Solo el pluralismo político, la división de
poderes, las elecciones democráticas y la propia idea del EDD están blindadas a
tal reforma. El EDD ha sido la brújula que ha permitido madurar a la civilización
occidental. Sería estúpido tirarla por la borda.
La Tribuna de Albacete 27/05/2019)