sábado, 2 de agosto de 2014

¿Y si Rajoy tomara la iniciativa?

El miércoles 30 de agosto el Presidente del Gobierno de España recibirá en la Moncloa al Presidente de la Generalitat de Catalunya. Están obligados a poner las cartas sobre la mesa y ver si es posible emparejarlas de alguna manera. Rajoy tiene todo el derecho a negar a Mas el capote que le sacaría del berenjenal donde se ha metido por su propio pie. El problema de que se hunda CiU es que los futuros gobiernos españoles encontrarían en la Generalitat un contrincante mucho más agresivo: ERC.
Yo le aconsejaría a Rajoy que tomara la iniciativa de la reforma constitucional para solucionar el problema territorial de España con mimbres compactos y perdurables. Es preferible un Estado federal con un reparto de poderes bien delimitado, como ocurre en EE.UU. o Alemania, al Estado autonómico que inventó la Constitución de 1978 pero que nunca acabó de cerrar. El colmo de la indefinición son las “terceras vías” que nadie sabe de dónde vienen ni a dónde van.
El problema de muchos catalanes es que, sintiéndose diferentes, no pueden manifestar sus singularidades más allá de la lengua. Para atender esta demanda no hace falta introducir un federalismo asimétrico como proponen desde el PSOE. Levantaría ampollas. Bastaría con permitir a cada Comunidad federada la posibilidad de mejorar los servicios que desee con una condición: explicar a sus ciudadanos los nuevos impuestos que financiarían los nuevos gastos. En eso consiste la responsabilidad fiscal; lo demás son milongas.

La reforma constitucional se aprovecharía para extirpar uno de los tumores que arrastra la Constitución española desde su nacimiento y que es la madre de todos los agravios comparativos que nos han llevado a la situación actual. Estoy pensando en el régimen foral del País Vasco y Navarra que les permite recaudar impuestos y pagar al Estado el cupo que ellos estiman apropiado. No será fácil que vascos y navarros renuncien a sus actuales privilegios fiscales. Confiamos que cambiarán de opinión cuando se percaten que sólo tienen dos alternativas: o pasar a un Estado federal moderno o seguir con el actual Estado autonómico que está dispuesto a elevar el cupo hasta que llegue a la media del resto de España. 
La Tribuna de Albacete (28/07/2014)