Si quieres
entender la trampa de la deuda no tienes más que mirar a Grecia. Déficit recurrentes por encima del 6% mantuvieron la deuda soberana en el 100% del PIB
a pesar del auge económico (1995-2006). Con la crisis del 2008 cayó el nivel de
renta que aparece en el denominador y el cociente se elevó hasta el 180%. Ahí sigue.
Si quieres entender las malas soluciones al problema de la deuda, Grecia vuelve
a ser el mejor ejemplo. Rescate en el año 2010 a cambio de políticas de
austeridad extrema: elevación de tipos impositivos, reducción del gasto,
endurecimiento de la política crediticia hacia las empresas. Como la recesión
seguía su curso y la recaudación impositiva cayó en picado, hubo de acordarse
un segundo rescate en 2011 y un tercero en 2015.
La trampa de
la deuda se asemeja a las arenas movedizas. Una vez que has caído en ellas se
hace muy difícil escapar, a no ser que un agente externo y fuerte te ayude.
Este agente no podía ser otro que la UE. El jueves pasado la UE decidió cambiar
su estrategia de rescates. En lugar de lanzar una cuerda al cuello del deudor
lanzó una plataforma que le permitirá ayudarse a sí mismo. Al menos eso es lo
que queremos creer. Autorizó una quita de deuda por importe de 15.000 millones
que transfiere parte del asunto a la banca alemana que hasta el momento había
salido de rositas. Creó un fondo de 24.000 para cubrir problemas puntuales de
liquidez. Y lo más importante, se levantaron todas las restricciones que
impedían a Grecia desarrollar una política económica autónoma y acudir a la
financiación del BCE.
En la
solución de cualquier crisis es importante que cada uno asuma sus
responsabilidades, pero no hasta el punto de ahogarle económica y
financieramente. No tiene
sentido obligar a Grecia a aumentar los tipos impositivos que desangrarían a su
débil tejido empresarial. No tiene sentido impedirle
acudir al BCE y disfrutar de los créditos baratos de los que gozan el resto de
gobiernos de la UE. De todas maneras, el mensaje fundamental ha de quedar claro
para los griegos: el crédito solo es útil cuando es capaz de impulsar la
inversión productiva.
La Tribuna de Albacete (25/06/2018)