Limitar el monto y discrecionalidad
en el manejo de recursos ajenos
Las noticias
de la prensa de esta semana han revivido en mi mente aquel pasaje del Lazarillo
de Tormes donde su tutor (ciego) le acusa de romper el pacto de comer las uvas
de una en una: “ –Lázaro, engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú comido
las uvas de tres a tres. –No comí, dije yo, ¿más por qué sospecháis eso? –Porque
yo las comía dos a dos y tú callabas, respondió el sagacísimo ciego”.
La picaresca
se convierte en un problema social cuando son muchos los que viven de ella. La
solución deviene casi imposible cuando la masa anónima de ciudadanos calla, tal vez porque cada uno está tratando de enriquecerse en la medida de sus posibilidades. Así lo hizo
nuestro Lazarillo al ver que el ciego incumplía las reglas del juego… ¡Y así le
fue!
Hoy la
picaresca se llama corrupción. La tentación a robar es tanto más fuerte cuanto
mayor es el tamaño de los recursos ajenos que uno maneja y cuanto mayor es la
discrecionalidad y opacidad que le permiten en la gestión. El horizonte
temporal también influye. Los Pujol no se hubieran atrevido a montar tamaña
maquinaria de extraer dinero si el patriarca del clan hubiera tenido limitado
su mandato a ocho años. El PP, PSOE, CiU y demás partidos políticos que han
llegado al poder, no estarían salpicados de tantos episodios de corrupción si
las obras públicas se adjudicaran por sorteo entre las empresas que cumplan
determinados requisitos. El despilfarro de los directivos de Bankia y otras
grandes empresas hubiera sido mínimo de tener que pagar los gastos con su
propio sueldo y responsabilizarse de los efectos de su gestión durante los
próximos diez años.
Por aquí han
de ir los tiros de la lucha contra la corrupción: limitar el monto y
discrecionalidad en el manejo de recursos ajenos, al tiempo que se
responsabiliza a los gestores. Miedo me dan quienes pretenden arreglarlo todo
con comisiones parlamentarias de investigación. ¿Cuándo se darán cuenta que
sólo sirven para poner el dedo en el ojo ajeno con el único fin de arruinarle
la próxima cosecha electoral? Tiemblo al oírles decir que la solución consiste
en más Estado. ¿Cuándo comprenderán que el Estado es el reino del manejo
discrecional de recursos ajenos?
La Tribuna de Albacete (27/10/2014)