martes, 8 de julio de 2014

Piensa bien... y dormirás mejor


                Casi cada día del año está destinado a recordarnos algo. Que si el día del cáncer de colon,  que si el día del medio ambiente, que si el día del orgullo gay… Propongo que se dedique un día al año a “Pensar bien de los demás”. Podríamos empezar hoy, 7 del 7 del 14. Una fecha así, capaz de ser expresada en una ecuación (7+7=14), no debiera pasar inadvertida. Os contaré mi experiencia.
Mi vecino se ha levantado de madrugada y no se la ocurrido otra cosa que ponerse a cantar en la ducha. “Habrá tenido una mala noche y está tratando de ahuyentar los fantasmas” pensé después de tragar saliva. El mismo vecino acabó la jornada con veinte minutos de conversación telefónica “a grito pelao”.  “Habrá tenido un mal día”, concluí yo. Desde aquel día me llevo mejor con mi vecino.
Mientras cruzaba la calle para ir al garaje, un conductor sacó la cabeza para reñirme: “¿A quién se le ocurre pasar el semáforo en ámbar?” En el mismo lugar, unos minutos después, soy yo quien tengo que frenar para no atropellar a un peatón que grita indignado: “¿A quién se le ocurre pasar el semáforo en ámbar?” Yo les respondo a ambos levantando el pulgar en señal de arrepentimiento y agradeciendo la lección.
Mientras conduzco hacia el trabajo escucho la radio. Algunos locutores antes de contar la noticia ya están echando las culpas al Gobierno. En un día tan especial como hoy no puedo menos de compadecer a los ministros: “Qué difícil debe ser gobernar un país”. Escuchando las escaramuzas internas del partido de la oposición concluyo: “Más difícil debe ser contentar a los miembros de un grupo político cuando los resultados electorales no acompañan”. Cierro el aparato deseando suerte a unos y otros.
Y así paso el día tratando de comprender y excusar a mis jefes y subalternos, a mis hijos y a mi mujer, a quienes me dan un pisotón o me regalan una sonrisa equivocada. Por la noche dormí de un tirón. Ni la ducha de mi vecino me despertó de madrugada. Y es que el pensar bien ayuda a dormir mejor, a tener una visión más realista de la humanidad, a hacer amigos y conservarlos.

La Tribuna de Albacete (07/07/2014)