lunes, 29 de octubre de 2018

Con la economía hemos topado



El lunes 5 de noviembre, el Tribunal Supremo explicará cómo sofoca el incendio desatado por la sentencia del 16 de octubre que, cambiando de criterio, carga sobre los bancos el impuesto de las hipotecas (IAJD). El Tribunal hubo de suspender temporalmente la aplicación de la sentencia pues, en unas horas, el valor bursátil de la banca había perdido 5.500 millones de euros. Por si ayudara a los magistrados, me permito transcribir mis apuntes del master de entidades de crédito que imparto.
El Banco Central fija el interés oficial en sus préstamos a la banca. Doblar el tipo oficial reduciría casi a la mitad el valor de los bonos antiguos. Consciente de este efecto redistributivo, el presidente del BC anuncia su decisión con tiempo y la aplica escalonadamente.
               La banca determina el interés de sus préstamos añadiendo al tipo oficial un margen que cubre todos los costes, incluidos los impositivos. El tipo de interés contiene también el beneficio normal que la competencia se encarga de reducir al normal que obtienen las empresas representativas de cualquier rama. Al lector incrédulo le aconsejo invertir 100 euros en un banco representativo. Al cabo de una década comprobará consternado que sus ganancias se reducen a 5 euros por año. ¡La magia de la competencia!
               Conclusión. No hay problema en cargar al banco el IAJD asociado a cada préstamo hipotecario. El banco lo trasladará al tipo de interés y punto. Lo que no es de recibo es cambiar las reglas en medio del partido.  
Consejo para los magistrados. Eliminen el carácter retroactivo de la sentencia pues beneficia a los prestatarios en perjuicio del banco prestamista y sus accionistas, amén de los futuros prestatarios que habrán de afrontar mayores tipos. Y lo que es peor, una sentencia retroactiva socava la seguridad jurídica y la confianza, dos pilares del sistema económico.
La Tribuna de Albacete (29/10/2018)

domingo, 21 de octubre de 2018

De drogas y zombis



El pasado mes de mayo entró en mi despacho Paúl, un chico joven, aunque no tanto como mis alumnos. Me explicó que vendía pequeñas macetas para sostener una fundación contra la drogadicción. “Sabe, es que yo he sido drogadicto y ahora trato de agradecerles el bien que me han hecho”. Le respondí que le compraría una planta si me respondía a una pregunta que me inquietaba. “¿Qué opinas de la propuesta de legalizar la droga para evitar las muertes que resultan de su adulteración y el narcotráfico y cosas por el estilo?”  Su respuesta fue contundente: “Mire, si yo hubiera tenido droga fácil hace tiempo que habría muerto de una sobredosis. Y si, al regresar a casa tras la desintoxicación hubiera podido comprar droga en la farmacia de la esquina yo hubiera recaído a los cuatro días”. “En realidad, concluyó, mi voluntad hacía tiempo que había muerto; solo anhelaba droga, cada vez más droga y cada vez más dura”.
Las palabras de Paúl y el olor de la hierbabuena que le compré, revivieron en mi memoria cuando escuché al líder de Podemos la semana pasada. Aprovechando la legalización del cannabis en Canadá, sugirió que España tenía la posibilidad de convertirse en un referente para toda Europa si se adelantaba en la legalización. Y que sería una suculenta fuente de ingresos para las arcas del Estado; no para comprar armas que matan sino atender a nuevos gastos sociales.
Me quedé con ganas de buscar a Paúl y llevarle al Congreso. Recordaría, a nuestras ingenuas señorías, que la droga seguirá matando físicamente a unos pocos y matará la voluntad de la creciente mayoría que se anime a probarla.
Claro, si lo que nuestras señorías buscan es crear una sociedad de zombis…
 La Tribuna de Albacete (22/10/2018)

domingo, 14 de octubre de 2018

El drama de las pensiones



¿Es viable el sistema de Seguridad Social (SS) español? –NO. La conjunción de los problemas demográficos (cada vez nacen menos niños y nos morimos más tarde) y los problemas económicos (una tasa de paro alta y errática) han hecho insostenible nuestro sistema de seguridad social.
Para haber evitado los 18.000 millones de déficit con los que acabaremos el año, se necesitarían 3,4 millones más de afiliados. Una cifra similar representaron los inmigrantes durante los doce años de auge económico (1995-2007). Hoy, casi nadie espera otro auge así, ni desea tantos inmigrantes. La alternativa para equilibrar las cuentas pasaría por una caída de las pensiones del 19%. Pero, ¿quién va a votar semejante injusticia? La tercera estrategia sería subir las cuotas a los trabajadores activos, a medida que aumenta el peso de las pensiones. No debemos olvidar, sin embargo, que las pensiones es un gravamen al trabajo y puede resultar contraproducente subirlas en el país de mayor tasa de desempleo.
Las leyes económicas acaban imponiéndose. Cuando, al inicio de la crisis, el FMI y la UE recomendaron al Gobierno griego un recorte del 25% en sus pensiones, éste se negó rotundamente y hasta amagó con abandonar la UE. Diez años después, el gasto efectivo en pensiones de nuestros vecinos ha caído un 40%. ¡Tales son los riesgos de los ajustes tardíos y mal planificados!
Las bases de una reforma realista de la SS española se sentaron en 2011 y 2013.  En abril de 2018, para conseguir los 6 votos del PNV que necesitaba, el Gobierno de Rajoy aplazó la fecha de entrada de la reforma (2019). En septiembre, el Gobierno de Sánchez aniquiló definitivamente la reforma con el beneplácito del Pacto de Toledo donde están representados el resto de los partidos. Ninguno quería jugar el papel de aguafiestas. ¡Cuánto les cuesta a nuestros políticos enfrentarse con la realidad! Ignoran que en nuestro sistema de reparto-contributivo es imposible repartir sistemáticamente más de lo que se recauda. Con las reformas actuales no hacemos más que desplazar el problema al futuro ... y a escala ampliada. Esperemos que la cordura vuelva pasados los dos años electorales que nos esperan.
La Tribuna de Albacete (15/10(2018)


domingo, 7 de octubre de 2018

El suicidio demográfico de Occidente

El “Suicidio demográfico de Occidente” fue el tema la VII Jornada Universitas celebrada el pasado viernes en el Campus de Albacete. La reducción de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida están transformando la pirámide de población en un cilindro. Un cilindro cuya base se va estrechando por la caída de la natalidad y cuya altura crece con la esperanza de vida. El envejecimiento de la población que resulta de este cuadro genera problemas políticos y económicos, sociales y personales.
Carmen González Carrasco (Catedrática de la UCLM) habló de la importancia de la legislación para recuperar las tasas de fecundidad. Francia y los países nórdicos lo han conseguido subvencionando a las familias numerosas. El éxito de Hungría se basa en su apuesta por las madres jóvenes.
Joaquín Leguina, que además de político y escritor es demógrafo, se lamentó que las elecciones europeas de 2019 se proyecten contra los inmigrantes. El problema no está en la entrada de inmigrantes sino en su refugio en guetos cuando falla la integración. 
Emilio Chuvieco, director de la Cátedra de Ética Ambiental de la Universidad de Alcalá, matizó que los problemas ambientales no dependen tanto de cuántos somos sino de cuánto y cómo consumimos. Eso se aprende en la familia. Advirtió que los atentados contra la naturaleza (que incluye la naturaleza humana) acaban volviéndose contra la persona y la convivencia social.
Yo tuve la oportunidad de hablar del incierto futuro de las pensiones. El quid de la cuestión no radica en si las pensiones deben o no vincularse a la inflación. Lo importante es asegurar que crecen al ritmo de las cotizaciones. El cortoplacismo de los políticos es el mayor problema para encontrar las soluciones a largo plazo. Son nueve millones de pensionistas. ¡Nueve millones de votos!
La Tribuna de Albacete (8/10/2018)

lunes, 1 de octubre de 2018

Los cuarenta años previos al uno de octubre

La Constitución española de 1978 fue refrendada por el 88% de los españoles. En Cataluña la cifra rebasó el 90%. El Estatut de 1979 fue apoyado por el 88% de los catalanes. Durante muchos años los independentistas catalanes no superaban el 10% del censo electoral.  ¿Qué pasó en los 40 años siguientes para que el 50% de los catalanes abrazaran la causa independentista y renegaran de la Constitución? Pues muy sencillo: la siembra del nacionalismo excluyente a través de los medios de comunicación públicos y del sistema educativo público.
Me diréis, ¡pero también los poderes públicos de otras regiones y el propio gobierno español,  manipulan los medios y las escuelas para sus intereses electorales! Cierto. Y de ahí mi propuesta. Amarrar a los políticos cuando se adentran en la información y la educación.
En Cataluña, en Castilla-La Mancha y en el resto de España debemos asegurar la pluralidad de los medios de comunicación. Acepto que los medios públicos pueden mejorar el contenido cultural de los mismos. Pues eso, que se centren en la cultura. En los informativos y otros programas de contenido político debemos evitar que el dinero público se utilice para los objetivos del gobierno de turno.
           En Cataluña, en Castilla-La Mancha y en el resto de España debemos evitar la manipulación de la educación y eso se consigue asegurando la libertad de creación de centros educativos y la libertad de elección de los padres. Corresponde a los poderes públicos diseñar un programa general y los contenidos mínimos, comprometiéndose a financiar a todos los centros que los cumplan. No es admisible que se arroguen el poder de regular el currículum educativo hasta los mínimos detalles y de obligar a los escolares a cursarlo en “sus” centros públicos.  Si un centro público desea predicar la ideología del nacionalismo excluyente o la ideología de género lo mismo que puede hacer es respetar la libertad de que algunos padres lleven a sus hijos a otros centros.
La Tribuna de Albacete (1/10/2018)