Sería deseable importar esta fiesta
de fraternidad y acción de gracias
El lado malo
de la globalización cultural es la invasión de festividades anglosajonas que nos
llenan de vanidades y nos vacían los bolsillos. En este mes, sin ir más lejos
hemos sufrido los horrores de Halloween y la locura del Black Friday. En diciembre
llegarán Santa Klaus y Papá Noel, alfombrando el camino a los Reyes Magos.
“Vanidad de vanidades, todo es vanidad”, que diría el Eclesiastés.
El lado
bueno de la globalización es que podemos aprender de las mejores tradiciones de
otros países. El jueves pasado escuchamos en Europa los ecos del Thanksgiving Day que se celebraba en
Estados Unidos y Canadá. Ocurrió en Massachusetts, en 1621. Los colonos europeos
compartieron con los indios aborígenes una cena de fraternidad para dar gracias
a Dios por haber sobrevivido al frío y al hambre.
Sería
deseable importar esa fiesta de fraternidad y acción de gracias. Un día para celebrar
con amigos y "enemigos" (colonos e indios) la mera oportunidad de vivir y convivir. En la fiesta comprobaríamos que son más las cosas que nos unen que
las que nos separan. Un día para agradecer y compartir tantas maravillas que
nos rodean, incluso en medio de las crisis económicas. Un día para agradecer
cosas tan simples y tan trascendentes como la familia.
Por economía
del lenguaje (quiero entender que es sólo por eso) los españoles estamos a punto
de borrar del diccionario palabras tan importantes como “gracias” y “por
favor”. En Inglés se consideraría una falta de educación responder “sí” o “no”,
a secas. Lo correcto es decir: “Yes, please”, “No, thanks”. Recuerdo, por lo
mucho que me dolió, la respuesta del camarero de Nueva York a mi petición a la
española: “A cup of coffee”. “Aunque sea negro, respondió indignado, tengo
derecho a que me pidan las cosas "por
favor”. Algo parecido me contaba una compañera: “Cuando vuelvo de
Inglaterra me paso una semana pidiendo las cosas por favor y dando gracias
de todo lo recibido”.
¡Qué lástima que esta actitud no
sobreviva más de una semana! Si alguna vez me nombran Ministro de Cultura instauraré el
“Día de Acción de Gracias” para avivar el espíritu de agradecimiento.
La Tribuna de Albacete (30/11/2015)