miércoles, 25 de abril de 2012

Secretos de Primera Comunión


El capitán de un barco tan valioso como el tuyo
no debe regirse por la veleta sino por la brújula.

Querido Eduardo (y queridos niños de Albacete que, junto a mi hijo, habéis tomado o vais a tomar la primera comunión):
En la vida de las personas hay tres o cuatro fechas mágicas y decisivas.  La Primera Comunión es una de ellas.  Marcará el inicio de tu amistad activa con Jesús.  Desde que naciste, Él ha sido tu mejor amigo y lo seguirá siendo pase lo que pase.  La novedad no está, pues, en su comportamiento sino en el tuyo.  Hoy, por primera vez, tú te has levantado del banco y te has acercado al altar para recibirle.  Le has cogido de la mano y te has comprometido a seguirle dondequiera que vaya.  En adelante los domingos tendrás que levantarte de la cama, o del sillón o interrumpir un juego para asistir a misa y comulgar.  Pero no tendría sentido que tu amistad con Jesús se redujera al domingo.  Esa amistad sólo será activa y decisiva para ti si te acostumbras a preguntarle: “¿Jesús, qué harías tú en mi lugar aquí y ahora?” 
Para que no te coja por sorpresa, te advertiré que cuando la meta es alta el camino por fuerza ha de ser empinado.  El viento soplará unas veces a favor, otras en contra.  Tu comportamiento despertará interrogantes y, posiblemente, más críticas que aplausos.  Alguno de tus profesores te reprochará con aires científicos: “¿Todavía rezas y vas a misa?  Eso son prácticas ridículas del pasado.  Para que la ciencia avance y para que la sociedad sea más solidaria no hace falta Dios”.  Con sencillez, y con la seguridad que te dará tu propia experiencia, le responderás: “Pues a mí me ayuda a estudiar más y ser mejor amigo”.   Hijo, no renuncies a mirar hacia el cielo y contemplar las altas metas a las que estás llamado.  De lo contrario, si sólo miras el suelo, acabarás miope.  No serás capaz de ver más allá de tus intereses egoístas.  No te percatarás de las necesidades profundas de los demás, ni podrás ayudar a nadie. ¡Qué triste la vida de quien se pasa los días mirándose al ombligo!
                Los amigotes (donde incluyo algunos medios de comunicación) te invitarán a probar nuevas experiencias que van contra la ley de Dios.  Un NO rotundo les disuadirá de hacer nuevas propuestas.  No te dejes embaucar por sus promesas de placeres que tienen sabor a muerte y esclavizan.  La ley de Dios libera y alegra, es el fundamento más sólido de la concordia y la paz.  Creeme, las alternativas entre las que has de elegir ya desde hoy se reducen a dos: “O pasarlo muy mal en esta vida y mucho peor en la otra; o pasarlo muy bien en esta vida y mucho mejor en la otra”.  Como suena. 
                Eduardo, te revelaré hoy un secreto de guerra que pocos conocen: el peor enemigo no está fuera sino dentro.  Los enemigos externos se crecen cuando encuentran dentro un aliado que también desea el poder, el placer y un sinfín de posesiones.  Son las tentaciones de siempre de las que no se libró ni el mismo Jesús.   ¿Sabes lo que respondió?  “Apártate Satanás (…) No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.  En la misa encontrarás esa palabra y recibirás, en la comunión, la fuerza para cumplirla. ¡Qué suerte!
Tú que eres buen montañero habrás detectado una peculiaridad en la excursión que hoy emprendes: Jesús es la meta y el camino.  Si no te separas de Él, el éxito está asegurado.  Pero ahí, en la perseverancia, está la prueba de fuego ante la que sucumbe la mayoría.  Hijo, no te desanimes por nada, ni siquiera por tus propias caídas.  Jesús, que era consciente de nuestra debilidad, ya previó el remedio: la confesión.  Si una cosa dejó clara en sus parábolas es que Dios es un padre misericordioso que disfruta perdonando.  No te sorprendas tampoco si a veces no sientes nada en la misa.  El capitán de un barco tan valioso como el tuyo no debe regirse por la veleta de los sentimientos o de las modas sino por la brújula de la razón abierta a la fe. “Jesús, qué harías tú en mi lugar, aquí y ahora”, esa es la pregunta que te debes plantear y responder con independencia de tu estado de ánimo. 
Eduardo, graba estos secretos en el corazón.  Si los compartes con tus amigos de Primera Comunión y formáis equipo todo será más fácil.

La Tribuna de Albacete (25/04/2012)

miércoles, 18 de abril de 2012

Carta abierta a Patxi López y Yolanda Barcina

Los privilegios se acabarán cuando llegue a Madrid un Gobierno serio, a prueba  de chantajes,
que no esté dispuesto a vender la primogenitura por un plato de lentejas

Ilustres Presidentes de Euskadi y de la Comunidad Foral de Navarra:
                Les voy a proponer una tarea difícil: mentalizar a los ciudadanos de sus respectivas comunidades que ha llegado el momento de pasar página y superar ese anacronismo fiscal llamado “régimen foral”.  Me refiero a los conciertos económicos que permiten al País Vasco y Navarra apropiarse y disponer libremente de los impuestos generados en la región, una vez transferida al Estado una cantidad anual fija (el cupo).  A estas alturas de la historia casi todos los españoles son conscientes del privilegio que supone el sistema de cupo para un par de comunidades ricas, en claro conflicto con los principios constitucionales de la igualdad y la solidaridad.  Algún partido político valiente, Constitución en ristre, presionará para exigir un cupo que asegure la misma presión fiscal para todos los españoles.  Los ciudadanos vascos y navarros se percatarán entonces de la ineficiencia del sistema.  En ausencia de privilegios seguros, negociar cada cinco años la cantidad a transferir y ajustarla a las necesidades sobrevenidas implica un coste económico y un desgaste político demasiado alto. 
                Otros partidos políticos, empezando por CiU en Cataluña, tratarán de generalizar el sistema del cupo.  Esta generalización (de “cuponazo” podríamos hablar) llevará a la quiebra al Tesoro español y, con él, a todas las comunidades autónomas.  La explicación económica es simple.  El País Vasco paga anualmente al Estado español cuatro mil millones de euros con el fin de obtener una licencia que le permite recaudar y disponer libremente de cuarenta mil millones.  Aplicando la misma proporción al conjunto del Estado (pues todas las comunidades querrán seguir la suerte de Cataluña) el Tesoro recaudaría unos sesenta mil millones.  Esa cantidad alcanza para pagar los intereses de la deuda pública; no para devolver el principal.  El impago de la deuda provocaría la intervención inmediata de España.  ¿Intuyen la primera medida de los interventores?  -Eliminar el concierto económico.  De hecho, desde la Unión Europea ya se han denunciado productos típicos del régimen foral, como fueron aquellas vacaciones fiscales para las empresas vascas.  Esos sesenta mil millones, por poner otro contraste, apenas bastarían para pagar la mitad de las pensiones y del subsidio de desempleo. ¿Quién se haría cargo de la otra mitad de los pensionistas y parados dispersos por toda la geografía española, incluidas sus dos comunidades?
                Sra Barcina, Sr López, ¿se han preguntado alguna vez por qué en ningún país del mundo, los federales incluidos, existe conciertos fiscales?  El sistema del cupo nació en la Edad Media cuando el Estado tenía dificultad para recabar impuestos en las zonas rurales.  Hoy día esta dificultad ha desaparecido.  Las tendencias internacionales apuntan hacia la armonización de los sistemas fiscales y hacia la creación de agencias recaudatorias al más alto nivel, que disminuyan costes y eviten privilegios. 
  La realidad fiscal española ha discurrido por otros cauces pues el PNV ha chantajeado continuamente a los gobiernos españoles, faltos de votos y de principios.  Año tras año, el apoyo a la Ley de Presupuestos Generales y otras normas decisivas, se ha traducido en alguna ventaja económica que se consolidaba en el próximo cupo a negociar. Ilustren lehendakaris, súbanse al tren de la modernidad y animen a sus paisanos a hacer lo mismo.  Adviértanles que, estén o no de acuerdo, los privilegios se acabarán cuando llegue a Madrid un Gobierno serio, a prueba de chantajes, que no esté dispuesto a vender la primogenitura por un plato de lentejas.

La Tribuna de Albacete (18/04/2012) 

miércoles, 11 de abril de 2012

Carta abierta a Artur Mas


El mejor Barça ha suscitado el mejor Real Madrid


Molt Honorable President de la Generalitat de Catalunya:
Aunque hayan pasado muchos años desde que dejé la Universidad de Barcelona para integrarme en la de Castilla - La Mancha, sigo con atención las noticias que emanan de Cataluña.  Las clasifico en dos carpetas etiquetadas así: (a) Deportes: el Barça no se cansa de ganar (b) Política: la Generalitat no se cansa de pedir y de llorar.  Contemplo con preocupación que el tono de los gemidos va en aumento.  En el último congreso de CiU usted ha lanzado un ultimátum en toda regla al Gobierno central: o nos concedéis un régimen fiscal similar al concierto de Navarra y el cupo del País Vasco o convocamos un referéndum en pro de la independencia de Catalunya.
                Tres cosas pediría yo a los políticos que ocupan cargos tan importantes como usted: legalidad, veracidad y responsabilidad.  Peticiones tan razonables como difíciles de cumplir. Ya habrá tenido posibilidad de observarlo, ¿no?.  “España es un Estado democrático de derecho”, reza el primer artículo de la Constitución de 1978.  En ella cabe el derecho a decidir, siempre que se decida conforme a derecho.  El referéndum unilateral que usted propone no sería legal en ningún estado unitario, autonómico o federal.  Sólo en las confederaciones se admite la separación por decisión propia.  Si el objetivo de CiU es la independencia díganlo claramente y empiecen a sumar fuerzas para una reforma constitucional que desemboque en la creación de una confederación de estados ibéricos.  Presentar el referéndum de independencia como algo legítimo, es un engaño a la ciudadanía del que usted debiera hacerse responsable.      
                Estoy de acuerdo en que el sistema foral vigente en Navarra y el País Vasco supone un privilegio económico para esos territorios y un agravio comparativo para el resto de España.  ¿Se ha preguntado alguna vez por qué esos sistemas fiscales no se dan en ningún estado del mundo, ni siquiera en los federales?  La opción responsable no consiste en generalizarlo, sino en eliminarlo o, al menos, en limar las fuentes del privilegio.  Presentar el régimen foral como un progreso atenta contra la verdad y la responsabilidad.
                Pero no me gusta hablar en estos términos pues, como usted bien sabe, los impuestos no recaen sobre los territorios sino sobre aquellos ciudadanos de carne y hueso que generan rentas y las consumen.  Si la presión fiscal media es mayor en Cataluña que en Castilla – La Mancha será porque los catalanes son más ricos.  Por la misma lógica la presión de los municipios ricos de Cataluña puede doblar la media regional. ¿Qué diría a usted a los alcaldes de esos municipios si pidieran un sistema de cupo similar al del País Vasco?  Posiblemente no les dejaría cruzar la puerta de su despacho donde colgaría el siguiente cartel: “No se admiten propuestas irresponsables”.
No todo son críticas. Le felicito por la valentía que ha tenido para coger el toro del déficit por los cuernos, reduciendo algunos gastos y aumentando impuestos.  En eso consiste la responsabilidad fiscal.  No en multiplicar el gasto público y culpar a Madrid del déficit fiscal, como era la estrategia habitual entre los nacionalistas.  Le animo a seguir por la senda de la responsabilidad.  Pronto comprenderá que la economía y la política no son juegos de suma cero, de esos donde unos ganan a costa de otros.  El mejor Barça ha suscitado el mejor Real Madrid.  La legalidad, veracidad y responsabilidad de los políticos catalanes, contribuirán a mejorar esas virtudes en España.  Y a la inversa.

La Tribuna de Albacete (11/04/2012)

miércoles, 4 de abril de 2012

Lecciones de la huelga

“Sin consecuencias”.  Este es el epitafio que sella la mayoría de las huelgas. 
Sería lamentable que la del 29-M corriera la misma suerte


En mi último artículo advertía que el ejercicio del derecho de huelga, la forma como transcurre a pie de calle, pone en evidencia el grado de civilización de un país.  ¡Suspenso!, sería mi calificación.  Pero no todos comparten esta opinión.  Gobierno y sindicatos coincidieron en resaltar que la huelga del 29 de Marzo “discurrió con normalidad”.  Normal es que a primerísimas horas de la mañana los huelguistas bloquearan vías públicas y otros centros neurálgicos de comunicación.  Normal es que los piquetes informativos impidieran a muchas personas acudir al puesto de trabajo y que obligaran a los comercios a echar el candado.  Normal es que los manifestantes apedrearan las lunas de los escaparates y quemasen los contenedores que encontraban a su paso.  Normal es que insultasen y golpeasen a los responsables del orden público.  Normal es que los enfrentamientos abiertos de Barcelona se saldasen con 104 heridos (58 policías y 46 civiles, para más precisión).  Normal es que los manifestantes irrumpieran en el ayuntamiento de Albacete e impidieran el desarrollo de un pleno.
                Me niego a considerar normales, por más que se repitan, estos signos de violencia e incivismo. Es preocupante que el ejercicio de un derecho constitucional, como es la huelga, se aproveche para realizar conductas ilegales.  Es inadmisible que la responsabilidad penal y civil quede en suspenso durante las huelgas generales.   
                No hay mal que por bien no venga.  A raíz de la violencia desatada en Barcelona, la Generalitat y el Gobierno español se han puesto de acuerdo en aplicar la normativa de terrorismo callejero (Kale Barroka, como dicen los vacos).  La medida va en la dirección correcta: responsabilizar a cada persona de las consecuencias de sus actos libres.  Pero no podemos quedarnos ahí.  Más importante y efectivo sería exigir responsabilidad subsidiaria a los convocantes de cualquier manifestación pública.  Los líderes sindicales alegarán que los desperfectos fueron causados, a título individual, por personas descontroladas.  Les responderemos que su responsabilidad como convocantes consiste precisamente en controlar a esos individuos y denunciarlos ante el juez.  A falta de denuncias personalizadas y justificadas, la responsabilidad subsidiaria corresponde a los convocantes.  ¿Qué pasaría si el medio millón de euros que la huelga costará al ayuntamiento de Barcelona fuera descontado de las subvenciones públicas a CC.OO. y UGT?  Pues que ese tipo de huelgas salvajes se cortarían en seco.  No me digan que es imposible.  Yo he visto manifestaciones multitudinarias que recorrían las calles de Madrid sin apenas dejar rastro.   La del 29-M más recordaba al caballo de Atila.
                La primera forma de responsabilidad económica asociada al derecho de huelga es la renuncia al sueldo durante las horas no trabajadas.  ¿Se cumple en España?  Los sindicatos hablan de un paro laboral del 75%.  El Gobierno, lo reduce a la mitad.  Habría una manera más fácil de calcularlo.  Que las empresas y administraciones indiquen las personas que han renunciado a un día de sueldo por motivos de huelga.  ¿Llegaría al 10% de los asalariados?  Por supuesto, este tipo de transparencia no interesa a los sindicatos.  En la Universidad Complutense de Madrid se dio la casualidad que los servicios que controlan la asistencia al trabajo dejaron de funcionar el día 29.  Por los correos recibidos, me consta que muchos profesores universitarios tomaron parte activa en la organización de la huelga.  Me gustaría saber si alguno de ellos comunicó al servicio de personal que el día 29 estaría de huelga y, por tanto, renunciaba al sueldo.
                “Sin consecuencias”.  Este es el epitafio que sella la mayoría de las huelgas.  Sería lamentable que la del 29-M corriera la misma suerte.  Ha de servir para apuntalar la responsabilidad civil y penal, empezando por la que corresponde a los sindicatos convocantes.  Ha de propiciar una reflexión sobre la conveniencia de las huelgas generales.  Detesto la hipocresía.  Si de lo que se trata es de criticar las políticas aprobadas por el Ministerio de Trabajo, o de presionar sobre el Gobierno, ¿por qué no convocar una manifestación política para tal fin?  Y por qué no hacerla un festivo, como sería lo propio en este tipo de manifestaciones.  Desde luego, días festivos no faltan en este país de huelgas, panderetas y castañuelas.

La Tribuna de Albacete (4/04/2012)