martes, 24 de junio de 2014

Potestas y Auctoritas

Los romanos dejaron bien clara la distinción entre “Potestas” y “Auctoritas”. La primera indica la capacidad de imponer tus decisiones sobre los demás ya sea por vías jurídicas, ya por la fuerza física. “Auctoritas” se traduce por “autoridad moral”. Asegura el respeto y la lealtad no por el temor a ser castigado sino por la confianza en la sabiduría y honestidad del líder.
El jueves 19 de junio Felipe de Borbón fue coronado como Rey de España. Asumió los símbolos del poder regio: cetro, trono y corona; fajines y bandas; medallas y más medallas. Su efigie en monedas y sellos nos recordará permanentemente quién es el Jefe del Estado español. La repetición de los símbolos esconde, sin embargo, una diferencia fundamental con sus antepasados. Un rey absoluto como Felipe V podía tener mucho poder y poca autoridad. Un rey democrático como Felipe VI o tiene autoridad o no tiene nada. Sus funciones se limitan a la representación del Estado y a la integración de los poderes institucionales y territoriales que lo conforman. Sólo podrá cumplirlas si goza de la confianza de los representantes del pueblo y del pueblo en general.  
 “La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos”

Son palabras del propio Rey en su discurso de coronación. Yo no quitaría ni añadiría ninguna. Para que no se las lleve el viento habrá que empezar a cumplirlas desde ya, en los momentos trascendentes y en el día a día.
La Tribuna de Albacete (23/06/2014)