miércoles, 2 de julio de 2014

SICAV que sí caben

Willy Meyer, líder de Izquierda Unida Española en el Parlamento Europeo ha renunciado a su acta de diputado al enterarse que su fondo voluntario de pensiones estaba vinculado a una SICAV de Luxemburgo apadrinada por la Unión Europea. Como el lector sabe, las “Sociedades de Inversión de Capital Variable” son instrumentos de inversión colectiva a los que se abonan las grandes fortunas (y no tan grandes) con el fin de reducir al mínimo sus cargas impositivas.    
La anécdota tiene dos lecturas posibles. (1) Meyer es una persona extremadamente honesta y coherente: viéndose salpicado por la suciedad de los copartícipes del fondo decide abandonarlo y retirarse de la fiesta europea. (2) Meyer es una persona retorcida e hipócrita; ha buscado una excusa peregrina para abandonar un partido con el que arrastraba divergencias inconfesables.
Los eurodiputados preocupados por el derroche y la corrupción en las propias instituciones europeas tienen abiertos otros frentes de batalla más productivos: eliminar dos de las tres sedes del Parlamento Europeo; reducir el número de eurodiputados de 766 a 100; pagarles sólo por las horas efectivas de trabajo. De hacerlo, el Parlamento Europeo no tendría necesidad de apadrinar fondos para guardar los ahorros de sus miembros.
Por otra parte, los eurodiputados pueden y deben aprobar nuevas directrices sobre las SICAV y demás refugios fiscales. No será fácil ponerse de acuerdo. Tradicionalmente la izquierda apuesta por castigar a las grandes fortunas con altos tipos impositivos. Ignoran que los contribuyentes pueden cambiar su domicilio fiscal y tienen mil recursos (legales o ilegales) para mover u ocultar sus activos. La derecha es más propensa a conceder amnistías fiscales para que aflore el dinero negro y contribuya al fisco. “Más vale poco que nada”, argumentan.

Yo no tendría problemas para conceder un trato fiscal favorable a las grandes fortunas que en el momento de generarse ya pagaron el 40 ó 50%. Sólo pondría una condición: que esos ahorros sean destinados a inversiones productivas, las generadoras de puestos de trabajo. En mi esquema mental sí caben las SICAV que reúnan ahorros para inversiones productivas.
La Tribuna de Albacete (30/06/2014)