martes, 17 de junio de 2014

Fútbol, ¿con o sin burbujas?

Si un alienígena visitara la Tierra durante este mes enviaría este SMS a sus congéneres: “Extraño planeta donde 22 hombres corren detrás de una pelota ante el griterío de los 70.000 espectadores amotinados en el estadio y 700 millones de televidentes repartidos por todos los países”.  Es posible que pronto se contagiara del entusiasmo y descubriera el alma del fútbol que es un deporte, un espectáculo y un fenómeno sociopolítico de primera magnitud. Uno de los pocos factores de cohesión social capaz de crear identidades nacionales y ligas internacionales. Una vía, relativamente sencilla y pacífica, para descargar la adrenalina que llevamos dentro y hacer divertidas e intrascendentes nuestras diferencias tribales.
Lo que más sorprendería al extraterrestre sería la cantidad de dinero que mueve el fútbol y el descuadre de sus cuentas. Contemplaría atónito la lista de los diez fichajes más caros de la historia; por cierto, siete de ellos en España. La encabeza Cristiano Ronaldo que el Madrid compró por 96 millones de euros; la concluye Neymar Jr. por quien el Barça pagó en blanco 57 millones y otros tantos en negro. La lista de sueldos la encabeza un tal Leo Messi cuyo contrato anual ha sido elevado a 22 millones netos de impuestos. El Presidente de Gobierno necesitaría mantenerse en el cargo 440 años para acumular una cantidad similar.
Nuestro amigo alienígena concluiría que se trata de una burbuja que tira al alza los presupuestos de todos los clubes obligándoles a endeudarse sin medida. Los tres que logren subirse al podio conseguirán amortizar su deuda gracias a los derechos televisivos e ingresos publicitarios. Los restantes, ahogados en sus deudas,  buscarán la manera de trasladarlas a los contribuyentes.
¿No podrían los humanos disfrutar del espectáculo del fútbol sin tantos millones y corrupción de por medio?, se preguntaría. ¿No correrían lo mismo los futbolistas si de pronto (y en todo el planeta) se aligerara el peso de sus contratos borrando los dos últimos ceros? Concluyó que sí y sugirió un medio para desinflar la burbuja de fútbol: “Prohíbase fichar con crédito; obliguen a los clubes a sufragar los gastos de personal con sus ingresos ordinarios”.
La Tribuna de Albacete (16/06/2014)