lunes, 25 de abril de 2022

¿Quiénes pierden y ganan con la inflación?

 

En teoría, un proceso inflacionista puro es neutral en el plano distributivo. A la subida generalizada del precio de los bienes de consumo, sigue un aumento proporcional de salarios nominales, beneficios, tipos de interés, alquileres, pensiones… Todos los agentes económicos acaban teniendo más dinero para comprar una misma cesta que no deja de encarecerse. En la práctica, no existen inflaciones puras. Los ajustes de rentas son lentos e incompletos. Esto nos obliga a identificar a los ganadores y los perdedores.

Los grupos de rentas medias y bajas figuran entre los perdedores pues dedican la mayor parte de sus sueldos a la compra de bienes y servicios. Los grupos de rentas altas son capaces de ahorrar y distribuir sus ahorros en viviendas, terrenos, oro y otros activos que se revalorizan con el tiempo. Los segundos damnificados son las empresas exportadoras, incapaces de trasladar los incrementos salariales a los precios que rigen en los mercados internacionales.

La inflación perjudica a los grandes acreedores y beneficia a los grandes deudores. Entre los primeros está la banca que tratará de protegerse con tipos dse interés flexibles. Entre los segundos destaca el sector público. Imaginemos un Estado que emite un millón de euros en bonos de 10 años. Si la tasa anual de inflación es del 10%, esa cifra equivaldrá a 385.543 euros en el momento de vencimiento. La segunda vía por la que el Estado se beneficia de la inflación es la progresividad fiscal. Los contribuyentes pagarán una tasa más elevada por los incrementos ficticios de sus rentas.

El Estado se encuentra ante un claro conflicto de intereses. El interés nacional, al que dice servir, le obliga a combatir la inflación. Sus preocupaciones recaudatorias le llevan a contemporizar con ella. De ahí que la lucha contra la inflación se haya reservado a una institución independiente, el Banco Central. Las relaciones entre el Banco Central  y el Tesoro no suelen ser pacíficas.

La Tribuna de Albacete (25-04-2022)

domingo, 17 de abril de 2022

Capaces de lo mejor y lo peor

 Dime cuál es tu concepción del ser humano (eso que los filósofos llaman “antropología”) y yo te diré de qué pie cojea tu vida personal y familiar, las reformas educativas que propones y los tratados de paz que firmas.

 Para Hobbes “el hombre es un lobo para el hombre”. Los políticos que se empeñan en domesticar esa jauría de lobos fácilmente degeneran en monstruos autoritarios (“el Leviatán”). Para Rousseau el hombre es bueno por naturaleza; solo se corrompe al entrar en sociedad. ¿Será por eso que encerró a sus propios hijos en un reformatorio? Karl Marx consideró que el origen de la explotación en la propiedad privada y generaba la lucha de clases. Cuando la propiedad privada  sea liquidada por la dictadura del proletariado, tendremos el paraíso comunista. Lo que más desconcierta a los marxistas de todos los tiempos es que son los propios trabajadores quienes más desean escapar de ese paraíso. Los movimientos populistas contemporáneos son todavía más dicotómicos. Dividen a la sociedad en dos grupos: los buenos (nosotros) y los malos (esas las minorías que hay que subyugar porque no viven ni piensan como nosotros). La base antropológica de sus castillos de naipes es tan endeble que pronto se les caerán encima.

 Como hemos tenido ocasión de presenciar durante la Semana Santa, la antropología cristiana ofrece una visión más realista y cercana. La podíamos resumir así: “El ser humano (tú y yo) es capaz de lo mejor y lo peor”. Como hijo de Dios que es, dotado de una dignidad inalienable, el hombre es capaz de amar a sus “hermanos”, superando su propio egoísmo. Ahora bien, dotado como está por una voluntad libre, también puede alimentar sus anhelos egoístas hasta destruir a sus “competidores”. Esta ambivalencia está presente en cada uno de nosotros, creyentes o no creyentes, ricos y pobres, hombre y mujeres, gobernantes y gobernados. 

La ventaja de los cristianos es tener un modelo al cual mirar e imitar.  La dificultad (u oportunidad) es que Cristo pide a sus seguidores que empiecen por reformar su propia vida. Y que continúen en el empeño un día detrás de otro pues las malas hierbas nunca mueren. Paralelamente les pide que las organizaciones en las que participan y las reformas que emprendan partan de un conocimiento profundo del ser humano. Sólo así lograrán estimular el lado bueno que todos llevamos dentro. Nunca se conseguirá una sociedad perfecta, pero sí una sociedad que mejora poco a poco, aprendiendo de sus errores.

domingo, 10 de abril de 2022

Con acento Saharaui

                Estoy en mi despacho de la Universidad. En el horario de tutorías aparece una alumna saharaui, Magbula Abdelwadud Selma. No le di ocasión de sacar su lista de dudas. Las mías eran más urgentes.

 -          ¿Qué hace una joven saharaui en la UCLM y cómo ha conseguido hablar un español tan perfecto?

Magbula: En el año 2009 empecé a venir a España aprovechando el programa de acogida a niños saharauis durante el verano. La familia que me acogió me dio la oportunidad de volver durante mis estudios universitarios. Desde el primer momento la vida en España me parecía de ensueño. No me cansaba de beber agua del grifo y contemplar el flujo de la cisterna. Tras la Marcha Verde marroquí de 1975 (nosotros la llamamos “Marcha Negra”) mis abuelos hubieron de abandonar sus casas para refugiarse en campamentos. Mis padres han pasado su vida en tiendas de campaña que en verano acumulan temperaturas superiores a 50 grados. Yo nací y crecí en ese ambiente, estudiando por mi cuenta. El año pasado empecé en Albacete el doble grado Economía-Derecho.

 -          ¿Cómo os ha sentado el acuerdo de Mohamed VI y Pedro Sánchez que pretende convertir el Sahara en una provincia autónoma marroquí, al estilo de las autonomías españolas.

Magbula: Siento una mezcla de tristeza e indignación. ¡47 años esperando en tiendas de campaña para esto! Nosotros solo pedimos la aplicación de la resolución de la ONU que encomienda a la Potencia Administradora (España) convocar un referéndum de autodeterminación. El Estado español nunca se implicó. Sí hemos sentido el cariño del pueblo español y confiábamos que lograría despertar a su Gobierno.

 -          ¿Quieres decir que se ha desmoronado el señuelo de la autodeterminación?

Magbula: En absoluto. El pueblo saharaui es optimista por naturaleza. Resistirá en sus campamentos hasta que España, las Naciones Unidas o quien sea nos deje decidir nuestro destino. 

(La Tribuna de Albacete, 11/04/2022)

domingo, 3 de abril de 2022

La ley del listón

 

El pasado martes, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto que desarrolla la Ley Celaá en la ESO. Desaparecen las calificaciones numéricas y los exámenes extraordinarios. Con independencia del número de suspensos, los alumnos podrán promocionar si el claustro lo estima oportuno. La Filosofía es sustituida por “Valores cívicos y éticos” cuyos temas estelares son Ecofeminismo y Derechos LGTBQ+. La Historia dejará paso a la Memoria Democrática donde no tienen cabida la Conquista de América, la Revolución Francesa y todo aquello que tenga que ver con un pasado imperialista y burgués.

 A mi entender, lo más lamentable de la reforma educativa es el desconocimiento de la naturaleza humana que delatan estas reformas y contrarreformas. Cuando empezaba mi periplo docente tuve la suerte de escuchar a un profesor de ingeniería. “Es obvio que la mayoría de los alumnos van a la ley del mínimo esfuerzo. Afortunadamente nos corresponde a nosotros poner el listón a una altura razonable. Ya lo bajes, ya lo subas, constatarás que la mayoría lo pasan por los pelos, unos pocos irán sobrados y otros se quedan atrás. No confundir la ley del listón con el reglamento del listillo. Me refiero a esos estudiantes, profesores y políticos que tratan de remediar la ausencia de formación e interés bajando la exigencia académica”.    

 Los errores de una etapa educativa se trasladan a la siguiente. Hoy eliminan los exámenes y las calificaciones en la ESO. Mañana habremos de hacer otro tanto en el bachillerato y pasado mañana en la Universidad. ¿Y por qué no suprimir exámenes tan memorísticos como el MIR y las oposiciones a la magistratura? Nuestros políticos confunden teorización con memorización; desconocen que no hay nada tan práctico como una buena teoría.

 Afortunadamente, cualquier círculo vicioso pueden ser revertido en uno virtuoso. Basta con que la comunidad educativa tenga un mínimo de lucidez, voluntad y perseverancia.

La Tribuna de Albacete (3-04-2022)