lunes, 20 de octubre de 2014

Cultura y miedo

"La verdad os hará libres"

Últimamente no hago más que tropezarme con conferencias sobre la cultura. Admito que es lo mejor que puede pasarle a uno. La lección inaugural del curso 2014-15 en la UCLM versó sobre el “poder de la literatura”. Pedro Cerrillo habló de un camino tortuoso iluminado por alguna que otra hoguera donde se quemaban libros. Hasta ese punto llegaba el miedo de los dictadores a la difusión de la cultura.
La Tercera Jornada Universitas, celebrada poco después, también versó sobre la cultura. Jerónimo José Martín, crítico de cine, habló del poder del séptimo arte para abrir la mente y para comernos el coco. Como ejemplos positivos, en la mesa redonda de estudiantes y profesores coordinada por Elena Sánchez, se repasó la huella humanista de algunos genios de la cultura: El Greco, Lewis, Chesterton,  Ortega y Gasset. Como ejemplo negativo, Antonio Barnés denunció la utilización de la lengua para crear muros en vez de puentes. El discurso del nacionalismo excluyente nos resulta bien conocido: una lengua, una cultura, un Estado… Un Estado que se encargará de controlar el sistema educativo y los medios de comunicación para sembrar el odio contra quienes utilizan otras lenguas. 
Anteayer el Teatro de la Paz acogió el musical “No tengáis miedo”, sobre Juan Pablo II. Con esta frase exhortaba Karol Wojtyla a sus compañeros de estudio escondidos en un sótano. Los dictadores de turno, primero nazis, luego comunistas, sabían que la educación y la cultura hacían a los hombres más libres y seguros. No les interesaba. ¡Es tan difícil manipular a personas libres! “No tengáis miedo”, volvieron a ser sus primeras palabras como Pontífice: “¡No tengáis miedo! ¡Abrid –más aún– abrid de par en par las puertas a Cristo! ¡Abrid a su potestad salvadora (…) los extensos campos de la cultura, de la civilización y del desarrollo!”.
“La verdad os hará libres”, garantizó Jesucristo. Antonio Machado le puso ritmo y rima, al tiempo que nos vacunaba contra dos peligros evidentes: la manipulación cultural desde arriba y el relativismo moral por abajo. “Tu verdad no; la verdad / y ven conmigo a buscarla. /La tuya, guárdatela”. Este es el reto de la cultura: abrir caminos, a cada cual más bello, hacia esa verdad que libera a las personas y facilita su convivencia.
La Tribuna de Albacete (20/10/2014)