domingo, 6 de julio de 2025

Caldo de corrupción

 

“Todo poder tiende a corromperse y corromper. El poder absoluto lo hace absolutamente”. Lord Acton: Ensayos sobre libertad y poder (1895).  

La tentación de aprovecharse de la riqueza ajena sobrevuela la cabeza de la mayoría de los políticos. El caldo de cultivo que transforma estas tentaciones en actos de corrupción guarda relación directa con la cantidad de dinero y la discrecionalidad de la que disfrutan los políticos. El tiempo en el poder es otro elemento decisivo para institucionalizar la corrupción. En España, por ejemplo, los mayores escándalos se han registrado en las comunidades presididas por el mismo partido durante décadas: PSOE en Andalucía, PP en Madrid y Valencia, CiU en Cataluña...  

La ideología del Estado del bienestar ha empujado a multiplicar los recursos públicos y la facilidad para gastarlos. PSOE y PP caen dentro de este saco. La dependencia del PSOE de la izquierda marxista le ha hecho especialmente vulnerable a la corrupción pues aspiran a organizarlo todo desde arriba, controlando las instituciones y sectores más importantes. ¿Imaginan ustedes el grado de corrupción al que llegaríamos si políticos y sindicatos tuvieran el monopolio de la banca, la energía y la construcción?

Uno de los puntos fuertes de la ideología liberal es su compromiso por minimizar los recursos públicos y reducir la discrecionalidad. Esto es lo que propuso Lord Acton en el RU y está ejecutando Javier Milei en Argentina. Las obras públicas se ofrecerían a la empresa que se responsabilizara de su ejecución al mínimo coste. Los bancos se encargarían en conceder o rechazar los créditos que necesitan las empresas para funcionar. La Bolsa diezmaría el valor de las aquellas empresas incapaces de entregar las obras en tiempo y forma, amén de las envueltas en procesos de corrupción.

No acabarían aquí nuestros problemas, pero alguno menos tendríamos. Lo que está pasando en España resulta insoportable.

La Tribuna de Albacete (07/07/2025)