lunes, 30 de junio de 2025

La hora de los jueces

 

El 28 de junio de 2025 pasará a la historia como el día de la primera manifestación masiva de jueces y fiscales para pedir algo tan obvio como “la independencia judicial”. Un intento desesperado de frenar, antes de que sea demasiado tarde, la “ley Bolaños” que trata de colonizar desde dentro al mismísimo poder judicial. El culmen de las tropelías a las que el Gobierno nos ha acostumbrado.

Para empezar, la ley pretende alterar el sistema de acceso a la carrera judicial. En lugar de las horrorosas oposiciones donde se imponen las personas con mayor inteligencia y voluntad, se crearán unas academias públicas para la preparación de jueces, fiscales, abogados de estado y altos funcionarios de la administración. ¿Eugenesia política-jurídica? Me aterra pensar que el partido en el poder escoja y prepare las mentes más progresistas y dóciles para administrar la justicia en consonancia con lo políticamente correcto y para eximir de responsabilidad a unos políticos quienes, por definición, solo buscan el bien común.  

La segunda propuesta es un reforzamiento de las competencias y poderes de la cúpula del Ministerio Fiscal, a las órdenes de un Fiscal General del Estado elegido directamente por el Jefe de Gobierno. ¿O alguien osará pensar que una persona tan relevante pueda buscar su interés personal o el de quien le elevó al cargo, por encima del interés general de España?

“Nadie encontrará una sola línea del proyecto que atente contra la independencia judicial”, aseveró sonriente Félix Bolaños.  ¡Faltaría más!, Sr. Ministro. Lamentablemente, a estas alturas de la película ya sabemos que lo que el Gobierno pretende es exactamente lo contrario de lo que dicen y escriben sus voceros. La sumisión de la judicatura necesariamente ha de realizarse de una manera más sibilina, que el Tribunal Constitucional bendecirá por 6 votos contra 4.