domingo, 22 de junio de 2025

Urnas electrónicas. Brasil marca el camino

 

       Las urnas son el último reducto de la democracia. Cada 4 años los ciudadanos depositan su voto, libre y secreto, en una urna que nadie puede manipular. La manipulación de las urnas supone un ataque fatídico al resorte crucial de la democracia. En la España del siglo XIX  el “pucherazo” se impuso a las urnas y no se conoce el caso de que un partido perdiera las elecciones que el mismo había convocado. En el siglo XXI, los ataques a las urnas democráticas provienen de la compra de votos y del voto por correo. Me llamó la atención, que poco antes de las elecciones del 2023, el Gobierno español cambiara al presidente de Correos  y encargara el recuento de votos una empresa cuasi-pública, Indra. Su presidente lo hizo tan bien que ascendió a la presidencia de Telefónica.

Brasil era uno de los países donde la adulteración del sistema electoral era más evidente. Así hasta el día que se consiguió un pacto de Estado para utilizar medios electrónicos que evitaran la manipulación del Gobierno de turno. Me voy a tomar la molestia de resumir cómo ha quedado el proceso electoral brasileño por si pudiera ayudar a los demócratas españoles.

La clave del proceso brasileño consiste en unas urnas electrónicas que no tienen conexión a internet ni pueden abrirse hasta el momento en que el propio sistema informático presenta los resultados en los terminales del sistema. De la limpieza del proceso electoral se responsabiliza una sala del Tribunal Supremo. No el Gobierno de turno, ni una junta elegida por los políticos. La verdad es que no ha hecho falta su intervención.

N Brasil, cada cuatro años hay un domingo super-electoral donde los votantes se encierran en una cabina  para teclear números que corresponden a sus candidatos a  Presidente de la Nación, Jefe de Gobierno, presidente del Estado federado, senadores  y diputados. El voto es obligatorio. No se admite el voto por correo, aunque en las embajadas sí es posible votar en otra urna electrónica con la misma seguridad. Los transportes nacionales son gratuitos ese domingo. Se vota entre las 8 y 17 horas. Tres horas después se proclaman los resultados definitivos.

¡Dios salve las urnas electrónicas de Brasil! ¡Dios inspire al legislador español algo parecido!

La Tribuna de Albacete (23/06/2025)