lunes, 9 de junio de 2025

Amnistía, porque lo digo yo

 

               La semana pasada se filtró el borrador de la sentencia redactada por la vicepresidente del Tribunal Constitucional (TC) sobre la ley de Amnistía de 2023.  Con la radicalidad propia de un converso, María Luisa Berenguer lanzó varias invectivas para defender la amnistía. Hacen temer lo peor para nuestro frágil Estado de Derecho y la propia Constitución abierta a su reforma ... siempre que se sigan los cauces constitucionales.

Primero, sin necesidad de reformar la Ley Fundamental, el Parlamento español puede aprobar cualquier cosa que no esté expresamente prohibida en ella. Me pregunto yo, ¿también la vuelta al Estado unitario que borraría las actuales autonomías? ¿Y la reducción del TC a una sala del Supremo especializada en derechos humanos? No faltará quien defienda este argumento para asegurar la independencia política del TC.

Segundo, el derecho “alternativo”, “progresivo” o como se le quiera denominar, ha de adaptarse a las necesidades e ideas de los tiempos. Lejos quedó el arduo proceso de reforma constitucional. Los magistrados del TC se prestan a interpretar los artículos de la CE a conveniencia de la voz de su amo. ¿Dónde se anclará la seguridad jurídica que todos necesitamos?

Tercero, el fin justifica los medios. El Gobierno que aprobó la Ley y el Tribunal que la respalda aseguran que solo pretenden superar las tensiones sociales y mejorar la convivencia en Cataluña. ¿Qué pasará con el 50% de catalanes y el 80% de los españoles (incluyendo muchos socialistas) que opinan lo contrario pero se quejan menos? Si esta mayoría se rebelará, por las buenas o las malas, ¿habría otra ley de amnistía que les eximiera de cualquier delito?

Cuarto, los motivos de los políticos no son susceptibles de valoración. No importa que los socialistas cambiaran su opinión cuando se percataron que necesitaban los siete votos de Junts. Ni que estos insisten, micrófono en mano, que la amnistía era el primer paso hacia la independencia perseguida por el Procés. Me pregunto yo, ¿acaso la justicia no puede y debe adelantarse a la comisión de los delitos, máximo si van contra los pilares del orden constitucional?

La Tribuna de Albacete (09/06/2025)