En la
primavera del 2021 un alienígena aterrizó en el planeta Tierra con el propósito
de recoger información útil para una invasión inminente. Un hacker amateur
interceptó el primer mensaje del alienígena.
“Parece que he aterrizado en el
lugar adecuado. Estoy en una de las regiones más ricas del planeta, dentro de
un Estado que presume de ser una democracia avanzada. Su progreso en las
últimas décadas cabe atribuirlo a una sabia combinación entre la iniciativa
privada y la pública. La primera es un motor de la economía y la cultura, la
segunda garantiza el orden y la igualdad de oportunidades. La Constitución
nacional y el Estatuto regional han blindado un Estado democrático de Derecho
que les protege de ataques internos y externos”.
Dos días después se interceptó
el segundo mensaje. “La región se encuentra en campaña electoral. He asistido a
algún debate entre los candidatos a presidir la Comunidad y… ¡no he entendido
nada! Los candidatos hablan a la vez, se insultan a la vez, y abandonan la
tertulia dando un portazo. El ambiente de la calle es todavía más crispado. Más
que una campaña electoral, esto parece un festival de amenazas. Las amenazas
llegan a través de las ondas, por correo (junto a un par de balas), o a pedrada
limpia. ¡Nada que ver con la idea que teníamos de una sociedad civilizada!”
El tercero y último de los mensajes
concluyó con estas palabras. “No vale la pena que gastemos energías planeando
la invasión del planeta. Los terrícolas se destruirán a sí mismos si continúan
en este proceso de banalización de la política y erosión del Estado democrático
de Derecho. Acabarán con lo poco que les queda de civilización si piensan que en
política todo vale con tal de conseguir el poder. Si los políticos montan su modus
vivendi en promesas imposibles y riegan esos paraísos terrenales con
mentiras, amenazas, insultos y calumnias”.
La Tribuna de Albacete (03/05/2021)