La especialización de la
economía española en sectores intensivos en trabajo, como son los servicios
personales y la construcción, explica parte de la brecha. La segunda explicación
enraíza en la dualidad del mercado laboral español. El 30% de los trabajadores
apenas tiene protección jurídica y serán despedidos al primer síntoma de
recesión. El 80% restante tienen su puesto blindado, de manera que a la empresa
le resulta menos gravoso cerrar la planta que despedir un 10% de su plantilla
fija. Tampoco hemos de olvidar los escasos incentivos que tienen los parados
para buscar un nuevo puesto de trabajo. ¿Para qué molestarse en cambiar de provincia
por un sueldo de 1000 euros si te garantizan subsidio vitalicio de 450 euros?
¿Hay solución? El Banco de
España, en el Informe Anual publicado la semana pasada, apuesta por la Mochila
Austriaca. La actual contribución empresarial al seguro de desempleo sería
sustituida por la creación de una cuenta nominal para cada trabajador. Los
despedidos podrán utilizar ese dinero en caso de desempleo, pero cuanto menos tiempo pasen en esa situación más saldo les quedará para la jubilación (o para dejar en herencia).
La mochila austriaca mata varios
pájaros (problemas) de un tiro. Las empresas no se desangrarán en las
recesiones cuando hayan de afrontar ingentes indemnizaciones por despido. Los
trabajadores tendrán fuertes incentivos a buscar empleo.
¡Mochila austriaca sí o sí!
La Tribuna de Albacete (17/05/2021)