domingo, 23 de mayo de 2021

Los mejores diques

                 La semana pasada más de 8000 marroquíes, muchos de ellos niños, invadieron las costas de Ceuta y Melilla. Todo da a entender que se trató de una invasión planeada por el gobierno marroquí para aligerar su problema demográfico, al tiempo que recuerdan a España su interés por Ceuta y Melilla. Lo que importa es la geografía, no la historia.

Sabemos que este tipo de provocaciones suelen cristalizar cada vez que el estado español manifiesta su debilidad. No hace falta tener información privilegiada para detectar en España una crispación creciente entre el gobierno y la monarquía, entre el gobierno y la oposición y entre los partidos que integran la coalición gubernamental. Tampoco se les ha pasado por alto a los marroquíes el rearme de los movimientos independentistas contra el Reino de España.

                En estos momentos es cuando más se necesita una actuación conjunta de las instituciones del Estado. La intervención de Felipe VI hubiera servido para que Mohamed VI desistiera del intento. Juan Carlos I lo consiguió varias veces con Hassan II. Lamentablemente esta vez el Gobierno español no dejó hablar al rey. Si llamó al ejército y, ¡sorpresa!, su presencia cortó la avalancha de emigrantes.

La Comisión Europea solo ha tenido tiempo para recordar que las fronteras de España son las fronteras de la UE. ¡Suficiente! Lo que más teme Marruecos es perder un mercado cercano con 450 millones de habitantes que da puestos de trabajo a 30 millones de emigrantes, los marroquíes a la cabeza.

La reciente invasión marroquí no ha sido la primera ni será la última. No vivimos en un mundo inocente. Para defender nuestros derechos necesitamos unas instituciones fuertes y bien coordinadas. Para eso se inventaron los estados. Los partidos que detestan el ejército, la monarquía y la Unión Europea tienen otra oportunidad para reconsiderar sus prejuicios. Estas instituciones constituyen los mejores diques de contención a las invasiones externas y a los ataques internos al estado democrático de derecho.

La Tribuna de Albacete (24/05/2021)