lunes, 15 de marzo de 2021

El crematorio de la deuda pública

 

Hace un par de semanas hablé del “cementerio de la deuda pública”. Me equivoqué de palabra; quería decir “dormitorio”, el lugar donde dormía la deuda soberana comprada por el BCE. Una deuda barata, pero deuda, al fin y al cabo, que habrá de amortizarse cuando la economía se recupere. Hoy voy a hablar del “crematorio” de la deuda publica propuesto en el manifiesto presentado el pasado 8 de febrero por 100 economistas europeos. Exigen al BCE la quita total de la deuda soberana con el único compromiso de invertir la misma cantidad de dinero en la superación de la crisis sanitaria y medioambiental. España, con una quita de 300.000 euros, sería el país más beneficiado. El PSOE y UP le han dado pleno apoyo.

     Los problemas advertidos en el propio manifiesto son despachados con respuestas optimistas. Las reproduzco aquí. Confío que el lector reflexivo advertirá por sí mismo la debilidad de tales argumentos y el deseo de introducir por la puerta de atrás un cambio de régimen económico y político.

       Primer problema: El BCE no puede condonar ni comprar directamente la deuda soberana. Respuesta del manifiesto: la política está por encima de las leyes. Luego matizan: Por supuesto, el BCE no puede imponer condición alguna; tampoco hemos de fiarnos de esos políticos irresponsables que temen gastar y endeudarse, y que se afanan por amortizar la deuda en tiempo y forma.

   Segundo problema: Ese dinero ya está gastado. Respuesta: evidente, se trata de pedir otro crédito similar a interés cero. Luego se ampliará hasta los 2,5 billones de euros. Mis dudas: ¿Por qué hablan de préstamos si lo que desean son subvenciones incondicionadas? ¿Qué impide generalizar este sistema para financiar cualquier necesidad social, por ejemplo, una renta básica universal e incondicional?

          Tercer problema: ¿y si las medidas propuestas generan una crisis económica? Respuesta: La experiencia histórica demuestra lo contrario. En 1953 la quita de 2/3 de la deuda alemana posibilitó el milagro económico de la RFA de la postguerra. Mi contrarréplica: No explican que esa deuda empezó a acumularse durante la República de Weimar, ni de la hiperinflación y desempleo masivo que su monetización trajo consigo. Tampoco reconocen que el milagro alemán surgió de la iniciativa privada amparada por ese régimen liberal y ortodoxo que Adenauer denominó “economía social de mercado”.

La Tribuna de Albacete (15/03/2021)