lunes, 27 de julio de 2020

Aprender a dialogar (y 2)

              La semana pasada tratamos el tema del diálogo. Buscando materiales encontré en TEDx Talks un vídeo de la científica argentina Guadalupe Nogues: “Cómo hablar con los que piensan diferente”. Tanto me interesó la conferencia que me comprometí a divulgarla.

                La Dra. Nogués comprobó la dificultad de que sus hallazgos pro-vacunas convencieran a los anti-vacunas. Decepcionada, decidió pasarse a la docencia con la esperanza de que una buena educación allanaría el camino del diálogo. No tardó en llegar la segunda decepción. Cuando ella pedía a alguien que leyera este o aquel estudio, el alumno venía preparado para el contraataque. Lejos de convencer a un estudiante, ganaba un adversario.

           La Dra. Nogués comprendió entonces que una parte de la persona humana (de todos y cada uno de nosotros) se mueve más por emociones y creencias que por evidencias científicas y razonamientos. Convencer a uno de que sus creencias son falsas, es poco menos que imposible. De ese no-diálogo salen más chispas que luz. La distancia y la hostilidad van aumentando con el paso del tiempo. Cada uno se refugia en su tribu cultural; solo lee y escucha a los que piensan como él. En la tribu aprende a odiar, menospreciar y lanzar al adversario los insultos que más le duelen. Algunas personas se radicalizan; otras se desentienden para huir de la presión mediática de los más poderosos. Es el memento mori de la cultura y la democracia: la renuncia al diálogo.

              Según Guadalupe Nogues para restablecer la comunicación y el diálogo constructivo es necesario aprender a distinguir entre personas e ideas. La persona plantada en la otra parte de la mesa tiene una dignidad natural y merece todo nuestro respeto y atención. Las ideas, en cambio, deben ganarse el respeto. Ello nos obliga a desmenuzarlas entre todos para calibrar la verdad y falsedad que encierran.

           Conseguir que un parlamentario cambie la dirección de su voto raya lo imposible. Sí resulta factible y necesario para la convivencia social, un debate sereno exponiendo pros y contras de una cuestión.

La Tribuna de Albacete (27/07/2020)