lunes, 7 de septiembre de 2020

Vuelta a un cole mejor

 

                “No hay mal que por bien no venga”. La pandemia ha hecho realidad el refrán en muchos campos. A los profesionales de la educación nos ha enseñado dos lecciones. Primera, las posibilidades que ofrecen las TIC para enseñar a distancia. Segunda, la superioridad de la educación presencial sobre la enseñanza online. Lo hemos constatado en todos los niveles, universidad incluida. Por lo que respecta a la educación primaria y secundaria, la brecha entre el mundo real y el virtual nos parece infranqueable.

                Los niños y adolescentes necesitan la presencia de maestros y colegas para separar el mundo familiar del escolar. Tan pronto como entran en el aula cambian de chip y entienden la importancia de estudiar, aunque requiera la disciplina que no resisten en sus casas. La cercanía del profesor permite un seguimiento personalizado, acompañado con los elogios y reprimendas que cada alumno merece. La presencia de compañeros les ayuda a caminar alegres al colegio y apretar el paso para no quedarse descolgados en sus estudios.

                La situación sanitaria actual, obliga a introducir medidas de seguridad que no cambian las esencias y ventajas de la educación presencial/real. Ha de bajar el número de alumnos por aula, lo que implica la contratación de más profesores. ¿Ven ustedes algún destino mejor a los 200.000 millones de euros que nos ha prometido la UE?

                Cuando pase la pandemia, los profesores contratados harán lo posible por amarrar el puesto … y las administraciones públicas harán bien en retenerlos. Uno de los lastres del sistema educativo español es el elevado número de alumnos por aula y la falta de profesores de apoyo que permitan atender a la diversidad del alumnado concentrado en cada clase.  

               De hacerse realidad este sueño, mañana podremos concluir: “No hay mal que por bien no venga”.

La Tribuna de Albacete (7/09/2020)