El paso de
las carrozas al inicio de la Feria de Albacete evocó en mi mente el paso del
tiempo. ¡Hay que ver cómo han cambiado las profesiones, las aficiones, las
modas, los alimentos… ¡Esto es progreso y no hay quien lo detenga! Hasta se me
ocurrió organizar un concurso entre los espectadores: “Premio a quién encuentre
3 semejanzas entre la sociedad reflejada en las carrozas de la feria y la
sociedad actual”.
Como
siempre, la Virgen de los Llanos cerró la cabalgata. Al pasar frente a mí, me susurró
al oído: “No seas superficial, las semejanzas son más importantes que las
diferencias. Lo más importante en la sociedad de 1710 y de todos los años que
siguen hasta hoy, no son los alimentos, los vestidos o los instrumentos de
trabajo y ocio; lo más importante son las personas. Las necesidades vitales y
los problemas más acuciantes de las personas han sido siempre los mismos. Las
soluciones, también”.
Reflexioné
sobre el tema. La necesidad fundamental del ser humano consiste en encontrar la
llave de la felicidad. Encontrar, por decirlo con otras palabras, el sentido de
la propia vida y la fórmula que permita una convivencia pacífica y fructuosa
con los que nos rodean. En 2019 somos mucho más ricos que en 1710, tenemos
todos los utensilios que necesitamos y más. Pero, ¿somos más felices?
La
satisfacción de estas necesidades y la solución a los problemas que nos impiden
satisfacerlas, consiste, simplemente, en amar y ser amados. En 2019 conocemos a
más gente y tenemos miles de amigos virtuales en nuestras redes sociales. Pero
¿somos capaces de amar a alguno concreto, sacrificándonos por él hoy, mañana y
pasado mañana? ¿Me siento yo amado por alguien?
Mientras las carrozas se
perdían en la lejanía y los espectadores nos dispersábamos en la jungla urbana,
entendí que la Virgen de los Llanos
estaba allí para ayudarnos en lo que verdaderamente importa en esta vida.
La Tribuna de Albacete (09/09/2019)