martes, 27 de junio de 2017

Los fantasmas de la banca

El regulador debiera prohibir la financiación bancaria de inversiones en activos fon fines especulativos

En mis clases de “Teoría monetaria y bancaria” solía sorprender a los alumnos con esta pregunta: “¿Cuál es el banco más rentable del mundo?” Nadie imaginaba que era el Popular, el más pequeño de los grandes bancos españoles.
Seguía siendo solvente hasta el pasado 5 junio, a pesar de los problemas de liquidez detectados por el Banco de España. El MUS (Mecanismo Único de Supervisión en la UE) entendió que el Popular dejaba de ser solvente cuando su cartera de créditos hipotecarios se valoraba a precios de mercado. Para evitar el contagio del fantasma de la valoración, el MUS decidió liquidarlo. Mejor dicho, convenció al Banco de Santander que lo comprara al valor simbólico de un euro. En la prensa europea, la operación se publicitó como paradigma de la nueva estrategia de rescates bancarios. Ya no recaerían sobre las espaldas de los contribuyentes sino sobre el bolsillo de los accionistas.
Lamentablemente, el fantasma del contagio tiene muchas vidas. Los fondos especulativos intuyeron que los accionistas de otros bancos de tamaño similar (Liberbank, por ejemplo) desearían escapar antes de ser envueltos por el próximo incendio. Y así fue. En una semana, la venta masiva de acciones hundió su cotización un 44%. La CNMV actuó pronto y bien. Bastó la prohibición de posiciones cortas durante un mes para que la acción de Liberbank recuperara al momento el valor perdido.
En este caso, los fantasmas que se esfumaron como por arte de ensalmo, no eran otros que los especuladores a la baja.  Si el especulador piensa que la acción puede desplomarse de 100 a 50 euros en una semana, firmará el lunes un contrato que le garantiza vender en cinco días cierta cantidad de títulos a 90 euros. El jueves comprará (con crédito) títulos a 50 euros que entregará el viernes por los 90 euros convenidos. ¡A esto se le llama saber economía!

Pues no. Eso es aprovecharse de la incertidumbre del mercado financiero para un enriquecimiento rápido con dinero ajeno y con el riesgo de desestabilizar el sistema financiero. El regulador (español y europeo) debiera prohibir de forma permanente este tipo de operaciones especulativas, amén de los créditos que las financian. Los bancos cumplen un papel positivo y crucial cuando financian a la economía productiva. Pasan a ser fantasmas desestabilizadores cuando financian actividades especulativas.
La Tribuna de Albacete (26/06/2017)