domingo, 16 de octubre de 2016

Verdades y bulos sobre refugiados y emigrantes forzosos

El saber no ocupa lugar...
pero expulsa prejuicios

“El saber no ocupa lugar”, reza el refrán. “Pero expulsa prejuicios”, añadimos nosotros. Esta es una de las mejores contribuciones de la ciencia. Y uno de los objetivos perseguidos en la V Jornada Universitas que habló de “Refugiados y migrantes forzosos”. En la última sesión, María Ángeles Davia (UCLM) y Jaime Pons (Sevicio Jesuita de Migrantes) presentaron datos y estudios científicos, mientras que el sacerdote iraquí Naim Shoshandy ofrecía su testimonio personal.
La honestidad intelectual obliga a poner los datos en su contexto y tratarlos con rigor estadístico. 65,3 millones de desplazados en el mundo a finales del 2015 es ciertamente un drama humanitario. Pero un drama que afecta especialmente a quienes huyen presionados por las armas o el hambre y a los pobres países aledaños obligados a acoger el 86% de migrantes. En la Unión Europea y Estados Unidos, que somos quienes más nos quejamos, apenas reside el 9% de esos 65 millones de desplazados. Acercando el zoom. A España le han asignado un cupo de 600 refugiados sirios en el primer semestre del 2016 y solo ha acogido 300.
Los estudiosos coinciden que, a largo plazo, los efectos económicos y fiscales de la emigración son positivos. La llegada de población joven y bien preparada siempre ha sido una buena noticia. La solución a los problemas de corto plazo, que indudablemente existen, estriba en legalizar a los inmigrantes cuanto antes e invertir en su incorporación.

El Padre Naim, sacerdote refugiado en Albacete, dio a la Jornada el toque humano. En su ciudad natal (Qaraqosh, Irak) convivían armónicamente diferentes religiones. Así hasta la llegada en 2012 del Daesh. Todos empezaron a desconfiar de todos. A los cristianos les dieron tres opciones: convertirse al Islam, pagar al Estado Islámico una fuerte suma de dinero o emigrar.  –“Pero, ¿por qué íbamos a abandonar nuestra tierra, casa, iglesia, familia y amigos, que forman parte de nuestra identidad?” La razón la comprendieron una madrugada de agosto de 2014, cuando la ciudad fue bombardeada por los aviones de Daesh. –“Huimos con lo puesto”. El deseo del Padre Naim es volver cuanto antes a su tierra para reconstruir la ciudad de Qaraqosh y la convivencia entre cristianos y musulmanes. No pidió dinero sino oraciones. Él se comprometió a rezar para que los españoles valoráramos el don de la paz y acogiéramos con misericordia a los que no gozan de ella.
La Tribuna de Albacete (17/10/2016)