miércoles, 9 de abril de 2014

"Ucranización" de la Unión Europea

 Los territorios que se independizan de forma ilegal deben tener claro el rechazo total y perenne por parte de la UE

Entre las noticias recientes más aireadas por los medios de comunicación destacan tres: (1) Debate parlamentario sobre la reclamación catalana a que el Congreso “renuncie a su competencia exclusiva y permita a la Generalitat convocar el referéndum sobre la independencia de Cataluña”. (2) Activistas pro-rusos, imitando a los de Crimea, declaran la República de Donetck y fijan la fecha del 11 de mayo para un referéndum sobre la independencia de Ucrania y posterior anexión a Rusia. (3) Los partidos políticos empiezan a calentar motores para las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán entre el 22 y 25 de mayo próximo.
Mientras decidía la noticia más apropiada para mi columna semanal en La Tribuna de Albacete una musa me ha sugerido: ¿Por qué no buscas la conexión entre las tres noticias? Es más fácil espantar mil moscas que una musa. Así que no me ha quedado más remedio que hacer este ejercicio de malabares. Un título que englobara a las tres noticias podría ser: “Los movimientos secesionistas en Ucrania debe hacer pensar a los representantes de los partidos políticos españoles que están discutiendo sobre el referéndum independentista de Cataluña y a los futuros representantes del Parlamento europeo”.
Ningún país del mundo admite la secesión de un territorio a mano alzada, que en eso consiste un referéndum ilegal. En algunos países ese referéndum podría ser jurídicamente válido si contara con la autorización del Estado. Tal es el caso del Reino Unido o Canadá que carecen de constitución escrita o la tienen pero no impide la indivisibilidad de la soberanía territorial. En la mayoría de países, incluyendo los federales, la Constitución rechaza explícitamente esta posibilidad. Un referéndum de secesión solo sería legal tras una reforma de la Ley Fundamental que admitiera esa posibilidad y señalara los pasos a seguir. 
Para superar el miedo al vacío de los ciudadanos de a pie, los independentistas de Crimea y Donetck, se han lanzado en brazos de Rusia. Los independentistas catalanes buscan su legitimación y apoyo en Europa. Aquí entra en juego nuestro tercer actor: la Unión Europea. Si no reacciona con prontitud, claridad y contundencia la UE puede acabar balcanizada. Los movimientos independentistas se multiplicarán como las setas cuando descubran que para independizarse basta pasar por la urna un domingo antes de ir a la playa o al fútbol. En todos los países hay “naciones históricas”. A fin de cuentas, antes y después del Imperio Romano la soberanía política estaba dividida en innumerables tribus y condados. Al nacionalismo histórico se añade hoy el económico. Me refiero al de aquellas regiones cuya balanza fiscal con el Estado central es negativa por el mero hecho de tener un nivel de renta per capita superior a la media.
Los parlamentarios elegidos el próximo 25 de mayo deberían viajar a Estrasburgo con un mandato claro: añadir dos artículos al Tratado de Lisboa. Primero: “Todo territorio de un estado perteneciente a la UE que se independice de forma legal quedará fuera de la UE y deberá iniciar desde cero su proceso de adhesión”. (Esto ya se ha dicho pero conviene escribirlo en la Ley Fundamental). Segundo. “Todo territorio de un estado perteneciente a la UE que se independice de forma ilegal quedara excluido de la UE y sin posibilidad de solicitar la adhesión. La exclusión será total de manera que desaparecerá para siempre el libre movimiento de personas, mercancías y capitales entre ese territorio y la UE”.
               La descomposición de una unidad política recibe varios nombres. En España se habla de “reinos de taifas”. En el resto de Europa, también aquí, es más habitual hablar de “balcanización”. En el futuro posiblemente se hable de “ucranización”. Para evitar este triste fin a la UE es preciso que ésta reforme su Carta Magna y la lea a todos los movimientos independentistas que se lanzan a sus brazos. Los territorios que se independizan de forma ilegal deben tener claro el rechazo total y perenne por parte de la UE.


La Tribuna de Albacete (9/04/2104)