lunes, 30 de junio de 2025

La hora de los jueces

 

El 28 de junio de 2025 pasará a la historia como el día de la primera manifestación masiva de jueces y fiscales para pedir algo tan obvio como “la independencia judicial”. Un intento desesperado de frenar, antes de que sea demasiado tarde, la “ley Bolaños” que trata de colonizar desde dentro al mismísimo poder judicial. El culmen de las tropelías a las que el Gobierno nos ha acostumbrado.

Para empezar, la ley pretende alterar el sistema de acceso a la carrera judicial. En lugar de las horrorosas oposiciones donde se imponen las personas con mayor inteligencia y voluntad, se crearán unas academias públicas para la preparación de jueces, fiscales, abogados de estado y altos funcionarios de la administración. ¿Eugenesia política-jurídica? Me aterra pensar que el partido en el poder escoja y prepare las mentes más progresistas y dóciles para administrar la justicia en consonancia con lo políticamente correcto y para eximir de responsabilidad a unos políticos quienes, por definición, solo buscan el bien común.  

La segunda propuesta es un reforzamiento de las competencias y poderes de la cúpula del Ministerio Fiscal, a las órdenes de un Fiscal General del Estado elegido directamente por el Jefe de Gobierno. ¿O alguien osará pensar que una persona tan relevante pueda buscar su interés personal o el de quien le elevó al cargo, por encima del interés general de España?

“Nadie encontrará una sola línea del proyecto que atente contra la independencia judicial”, aseveró sonriente Félix Bolaños.  ¡Faltaría más!, Sr. Ministro. Lamentablemente, a estas alturas de la película ya sabemos que lo que el Gobierno pretende es exactamente lo contrario de lo que dicen y escriben sus voceros. La sumisión de la judicatura necesariamente ha de realizarse de una manera más sibilina, que el Tribunal Constitucional bendecirá por 6 votos contra 4. 

domingo, 22 de junio de 2025

Urnas electrónicas. Brasil marca el camino

 

       Las urnas son el último reducto de la democracia. Cada 4 años los ciudadanos depositan su voto, libre y secreto, en una urna que nadie puede manipular. La manipulación de las urnas supone un ataque fatídico al resorte crucial de la democracia. En la España del siglo XIX  el “pucherazo” se impuso a las urnas y no se conoce el caso de que un partido perdiera las elecciones que el mismo había convocado. En el siglo XXI, los ataques a las urnas democráticas provienen de la compra de votos y del voto por correo. Me llamó la atención, que poco antes de las elecciones del 2023, el Gobierno español cambiara al presidente de Correos  y encargara el recuento de votos una empresa cuasi-pública, Indra. Su presidente lo hizo tan bien que ascendió a la presidencia de Telefónica.

Brasil era uno de los países donde la adulteración del sistema electoral era más evidente. Así hasta el día que se consiguió un pacto de Estado para utilizar medios electrónicos que evitaran la manipulación del Gobierno de turno. Me voy a tomar la molestia de resumir cómo ha quedado el proceso electoral brasileño por si pudiera ayudar a los demócratas españoles.

La clave del proceso brasileño consiste en unas urnas electrónicas que no tienen conexión a internet ni pueden abrirse hasta el momento en que el propio sistema informático presenta los resultados en los terminales del sistema. De la limpieza del proceso electoral se responsabiliza una sala del Tribunal Supremo. No el Gobierno de turno, ni una junta elegida por los políticos. La verdad es que no ha hecho falta su intervención.

N Brasil, cada cuatro años hay un domingo super-electoral donde los votantes se encierran en una cabina  para teclear números que corresponden a sus candidatos a  Presidente de la Nación, Jefe de Gobierno, presidente del Estado federado, senadores  y diputados. El voto es obligatorio. No se admite el voto por correo, aunque en las embajadas sí es posible votar en otra urna electrónica con la misma seguridad. Los transportes nacionales son gratuitos ese domingo. Se vota entre las 8 y 17 horas. Tres horas después se proclaman los resultados definitivos.

¡Dios salve las urnas electrónicas de Brasil! ¡Dios inspire al legislador español algo parecido!

La Tribuna de Albacete (23/06/2025)

domingo, 15 de junio de 2025

Caballo de Troya

 

Se cumplen 10 años desde las elecciones autonómicas que encumbraron a Carles Puigdemont (CP) como Presidente de la Generalitat de Cataluña. Una oportunidad para que “*” entreviste virtualmente a “CP”.

*- Benvenido, exPresident. Da gusto entrevistar a un político que no tiene miedo de decir la verdad. ¿Cómo valora su primera etapa política? Aquel octubre del 2017 cuando lanzó un referéndum sobre la independencia y proclamó (entre dientes) la República Catalana?

CP- Una machada que supuso un enorme desgaste personal y no sirvió para nada. Es duro caminar todos los días al filo de la ilegalidad. Deprimente que nadie reconociera el referéndum. El PP y el PSOE nos castigaron con el art. 155 de la Constitución. El Rey y la UE nos condenaron sin permiso...

*- Llegaron las elecciones generales del 2023 y su partido apoyó la investidura del Sr. Sánchez? ¿Cómo valora la propuesta del Presidente y su aceptación?

CP- ¡Un milagro de esos que solo acaecen una vez por siglo! El PSOE necesitaba los siete votos de Junts para ser elegido y tragó con todo lo que le pedimos. De entrada, una ley de Amnistía que borraría los delitos por los que habíamos sido condenados. Una ley que, de impugnarse, tenía asegurado el respaldo del nuevo Tribunal Constitucional. En los meses posteriores, seguimos vendiendo nuestros votos a cambio de reformas institucionales que nos facilitaránn el gobierno de la República Catalana tras el siguiente referéndum. En resumen, la connivencia con Sánchez ha sido el Caballo de Troya que nos permitirá dar un golpe desde dentro del Estado. Todo tan legal y popular que ni el Rey ni la UE se atreverán a ponerlo en cuestión.

*- E. Kant, sentenció que una propuesta política es moralmente condenable cuando, de generalizarse, llevaría al caos social. ¿No le parece que el actual gobierno “Frankestein” nos aboca a ese desenlace?

CP- ¡Miel sobre hojuelas! Si además de la independencia política de Cataluña hundimos el Estado español habremos vencido por partida doble.

La Tribuna de Albacete (16/06/2025)

lunes, 9 de junio de 2025

Amnistía, porque lo digo yo

 

               La semana pasada se filtró el borrador de la sentencia redactada por la vicepresidente del Tribunal Constitucional (TC) sobre la ley de Amnistía de 2023.  Con la radicalidad propia de un converso, María Luisa Berenguer lanzó varias invectivas para defender la amnistía. Hacen temer lo peor para nuestro frágil Estado de Derecho y la propia Constitución abierta a su reforma ... siempre que se sigan los cauces constitucionales.

Primero, sin necesidad de reformar la Ley Fundamental, el Parlamento español puede aprobar cualquier cosa que no esté expresamente prohibida en ella. Me pregunto yo, ¿también la vuelta al Estado unitario que borraría las actuales autonomías? ¿Y la reducción del TC a una sala del Supremo especializada en derechos humanos? No faltará quien defienda este argumento para asegurar la independencia política del TC.

Segundo, el derecho “alternativo”, “progresivo” o como se le quiera denominar, ha de adaptarse a las necesidades e ideas de los tiempos. Lejos quedó el arduo proceso de reforma constitucional. Los magistrados del TC se prestan a interpretar los artículos de la CE a conveniencia de la voz de su amo. ¿Dónde se anclará la seguridad jurídica que todos necesitamos?

Tercero, el fin justifica los medios. El Gobierno que aprobó la Ley y el Tribunal que la respalda aseguran que solo pretenden superar las tensiones sociales y mejorar la convivencia en Cataluña. ¿Qué pasará con el 50% de catalanes y el 80% de los españoles (incluyendo muchos socialistas) que opinan lo contrario pero se quejan menos? Si esta mayoría se rebelará, por las buenas o las malas, ¿habría otra ley de amnistía que les eximiera de cualquier delito?

Cuarto, los motivos de los políticos no son susceptibles de valoración. No importa que los socialistas cambiaran su opinión cuando se percataron que necesitaban los siete votos de Junts. Ni que estos insisten, micrófono en mano, que la amnistía era el primer paso hacia la independencia perseguida por el Procés. Me pregunto yo, ¿acaso la justicia no puede y debe adelantarse a la comisión de los delitos, máximo si van contra los pilares del orden constitucional?

La Tribuna de Albacete (09/06/2025)

domingo, 1 de junio de 2025

La ciencia lúgubre

 

En enero de 2005, Hugo Chávez lanzó a toda Latinoamérica la propuesta del “Socialismo Siglo XXI”. La España de Zapatero y Sánchez no tardaron en subirse al carro del “nuevo populismo” liderado por el Grupo de Puebla. Las realizaciones prácticas allende el mar han sido desastrosas, tanto en lo económico como en lo social. A España, por el momento, le ha salvado la UE. La estrategia de Sánchez consiste en financiar con deuda un gasto público insaciable (como insaciables son las demandas de quienes le apoyan). Esa deuda se coloca en el BCE a un interés mínimo. Invocando la Teoría Monetaria Moderna, dan por supuesto que la deuda pública no se devuelve. Llegado el vencimiento, el Estado pedirá nuevos créditos que el BCE concederá sumisamente. ¿Cómo podría dejar quebrar a un Gobierno que hace tanto por el bienestar social?

Este discurso “populista” es el que viene denunciando el Servicio de Estudios del BE desde sus oficinas de la plaza de Cibeles, que el nuevo Gobernador quiere convertir en un museo. El prestigio que ha conseguido ese servicio puede perderse en unos meses si se despide al personal más cualificado o le subyuga al Gobierno. Los resultados se nos antojan graves. Lo primero que hará el BCE es asegurarse que los créditos y subvenciones al Gobierno se han destinado a los fines propuestos. Lo segundo, cobrar los intereses y aumentar los tipos a la par que el peso de la deuda. Lo tercero, cortar la fuente de financiación y enseñar la puerta de salida. Así hasta intervenir la economía española como hizo con Grecia en el 2018, al inicio de la crisis financiera global, cuando el agujero de las pensiones amenazaba las finanzas europeas.

Una vez más la Economía vuele a entrar en escena como la “ciencia lúgubre”.  Bien que lo siento.

La Tribuna de Albacete, (2/6/2025)