Acaba de aterrizar un líder extranjero (LE)
para preguntar a nuestro Presidente el secreto de su éxito político. Para adelantar
las respuestas me voy a permitir actuar como inteligencia artificial (IA).
LE: ¿Cómo es posible alcanzar el poder y perpetuarse en
él estando tan lejos de la mayoría absoluta?
IA: Muy sencillo. Dando al resto de partidos de izquierda
todo lo que piden, y a los partidos separatistas de la derecha, el doble de lo
que piden.
LE: ¿Y de dónde saca el dinero para atender a tantas
demandas? Ayer leí que piensa aumentar sus aportaciones a la defensa, sin
disminuir un céntimo el resto del gasto público.
IA: Muy sencillo: emitiendo deuda pública. Hasta el
presente la he conseguido endosar en el Banco Central Europeo (BCE) a un tipo
de interés insignificante. La ventaja de tener un buen paraguas.
LE: ¿Supongo que será consciente de que dentro de unos
años habrá de amortizar la deuda del Estado español, la que más está creciendo
en la UE?
IA: Usted es demasiado puritano. La deuda pública no se devuelve.
Cuando llegue el vencimiento, colocaremos en el BCE otra emisión por un importe
mayor.
LE: Vale, así hasta que le expulsen de la UE. Entonces…
IA: Y dale. ¿Quién se atrevería a expulsar de la UE a un
país tan grande y tan europeísta como España?
LE: ¿Reconocerá, al menos, que esta estrategia de gasto acelera
la inflación?
IA: Bien nos iría un poco más de inflación. Es la mejor
ayuda para un Estado sobre endeudado. Aumenta los ingresos tributarios y
disminuye el valor real de la deuda pendiente.
LE: Me rindo. Ahora mismo vuelvo a mi país para hacer lo
mismo. Convenceré de las bondades de su estrategia a otros líderes europeos
IA: No, por favor. La clave de este milagro (y otros
muchos de los que podemos tratar otro día) es la exclusividad. Solo funciona
cuando eres el único país y partido político que lo aplica.
La Tribuna de Albacete (17/03/2025)