domingo, 8 de octubre de 2023

Juego de la escalera decadente (3)

El juego de la escalera consiste en enumerar las opiniones de un partido “progresista” sobre una institución fundamental del Estado. Hoy le toca el turno de la monarquía parlamentaria consagrada en el artículo 1.3 de la CE de 1978. El juego invita al lector a señalar el escalón donde se sitúa hoy (los valores que defiende) y el escalón que pisaba cuatro años atrás. No le costará trabajo imaginar donde se situará previsiblemente el próximo lustro. Si tuviera la osadía de pensar por sí mismo, podría calibrar la manipulación que ese partido progresista está ejerciendo sobre él.

1-      La Monarquía parlamentaria es una institución plenamente democrática, ni más ni menos que el resto de las instituciones que configuran la Ley fundamental refrendada por el 85,54% de los votantes. De hecho, los ciudadanos se identifican más fácilmente con un rey que con un presidente republicano que en su frente lleva grabadas las iniciales del partido que le aupó al poder.  

2-   Rectifico. La monarquía parlamentaria no es democrática ni representa a la población que nunca votó la Constitución. La monarquía sale cara. Más pronto que tarde, la Monarquía se corrompe y acaba usurpando y dilapidando la riqueza nacional.

3-   Remato. El desprestigio de la Monarquía resulta imparable. Mejor evitar que el Rey ejerza los escasos poderes que le otorga la Constitución. El modelo por seguir es la Commonwealth británica. El Rey es recibido con pitos cada x años, cuando realiza su visita de cortesía a las antiguas colonias. Lo mismo pasará al Rey español cuando salga de su jaula-palacio.

4-    Todavía cabe un paso adicional en la confusión lingüística. Convertiremos la Monarquía parlamentaria en una ReyPública. El rey estará obligado a abdicar cada cuatro años para proceder a la elección del siguiente Jefe de Estado.

¡Impresionante! Han conseguido pasar de la Monarquía a la República y controlar todos los poderes sin necesidad de reformar la Constitución. El partido progresista de marras nombra al Jefe de Estado y al Jefe de Gobierno; controla las Cámaras y el Tribunal Constitucional. Todas las ventajas de la monarquía y la república en una única palabra: ReyPública. ¡Vivan los lingüistas progresistas!