lunes, 25 de septiembre de 2023

El juego de la escalera decadente (1)

 

John M. Keynes concluyó su Teoría General (1936) con estas palabras: “Estoy seguro de que el poder de los intereses creados se exagera mucho comparado con la intrusión gradual de las ideas (…) Tarde o temprano, son las ideas y no los intereses creados las que presentan peligros, tanto para mal como para bien”. Comparto el énfasis en la cultura e ideologías añadiendo un matiz. Los políticos sí están interesados en comprar ideas ajenas a cambio del voto que necesitan para mantenerse en el poder. Con el BOE en una mano y los medios oficiales de comunicación en la otra, la manipulación de las ideas de los ciudadanos está servida.

Se lo explicaré con un juego. Yo les presento una escalera de degradación ideológica aplicada a un tema capital. Usted señala el escalón donde se encuentra hoy y el escalón donde estaba cuatro años atrás. El juego le invita a pensar dónde podría estar dentro de un lustro si sus principios no están bien enraizados y su razón no es autónoma.

Los cambios de opinión del presidente de Gobierno sobre los fundamentos políticos del Estado español podían enunciarse así.

1- España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho cuyas columnas basilares son la separación de poderes y unas elecciones periódicas que reflejan el pluralismo político. Así lo proclama la Constitución española de 1978 desde su primer artículo. Vamos a defender estos principios con uñas y dientes para que ellos defiendan a todos los españoles.

2- Para ser eficientes y evitar que una oposición retrógrada bloquee el progreso, conviene que concentrar los poderes en el Gobierno. Éste legislará mediante decretos-leyes que serán aprobados por el Congreso y refrendados por el Tribunal Constitucional. Solo hace falta controlar a la mitad más uno de los parlamentarios y magistrados.

3- Con el mismo ánimo de eficiencia y progreso, hemos eliminado el Congreso, el Tribunal Constitucional y todos los órganos consultivos. ¿Para qué mantener unas instituciones que de nada sirven?  

4- Las elecciones son una pérdida de tiempo, con el agravante que crispan y enfrentan a los ciudadanos. ¿Por qué no esconder las urnas y aceptar la actual forma de gobernar? A partir de ahora, nuestro líder concentrará todo el poder. No hay peligro que sus intereses particulares se opongan al interés general. En un líder carismático ambos intereses coinciden.