La hoja de ruta de la ideología
de género se va cumpliendo al pie juntillas. El objetivo primero y fundamental
consiste en colonizar el sistema educativo a través de asignaturas obligatorias
y recurrentes (desde infantil a la universidad) sobre género y educación
afectivo sexual. Estas leyes se apuntalan con panfletos divulgativos donde se
recogen las “buenas prácticas”. La semana pasada saltó a la prensa la guía de
sexo editada por el ayuntamiento de Getafe. “Rebeldes con género”, es su
título. Su contenido queda resumido en frases como estas: “Descubre el sexo a
lo grande y vívelo sin límites”. “Apaga la televisión y enciende el clítoris”.
“La masturbación mola”. “Niños, adolescentes, jóvenes: animaos a tener
relaciones sexuales plenamente satisfactorias e igualitarias”.
Dos preguntas de unos padres perplejos
cuyo único mérito es el de amar a sus hijos y velar por su salud y felicidad. ¿Qué
pintamos los padres y madres en todo este tinglado de la educación moral,
afectiva y sexual? ¿Quién se responsabiliza de los daños inflingidos sobre la
personalidad de nuestros hijos? Estoy pensando, en la pérdida de la capacidad
de concentración y el consiguiente fracaso escolar. En la violencia sobre las
mujeres cuando el placer sexual se convierte en un fin sagrado y la libertad se
identifica con dejar rienda suelta a todo tipo de pasiones. En los embarazos de
adolescentes que, tanto si acaban en un parto o en un aborto, dejarán
cicatrices permanentes. Y lo más grave, en las secuelas de un cambio de sexo
que muchas veces han acabado en el suicidio.
Una sugerencia de sentido común
a nuestros políticos e ingenieros sociales. Por favor, respeten la libertad de
los padres, incluida la libertad de elección de centro o la libertad de entrar
o salir del aula donde se predican estas ideologías tan nocivas para la salud y
la felicidad de nuestros hijos.
En las elecciones madrileñas del 4 de mayo y en las que
seguirán durante los próximos años el dilema de los españoles es claro: “Ideología
de género por un embudo o libertad de elección”.
La Tribuna de Albacete (19/04/2021)