Los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal del Empleo) pasarán a la historia como la única medida que suscitó el consenso durante la pandemia entre los agentes políticos y económicos. Aunque no sea un invento español, hay que aplaudir la claridad de ideas y la fuerza de convicción de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (UP). El consenso se logró tras reconocer que la COVID 19 nos había precipitado en una “economía de guerra” donde los principios que rigen una economía de mercado en tiempos normales quedan “entre paréntesis”. Los ERTE permiten a las empresas desentenderse del pago de las nóminas (las pagará la SS) a condición de readmitir a toda la plantilla cuando se normalice la situación económica.
La guerra se ha propagado de tal manera que la excepción de
los ERTE deberá interpretarse en términos amplios. Habrá que ayudar a todas las
empresas y autónomos hasta que recuperemos la normalidad. El dinero saldrá de
los 140.000 millones de euros prometidos por la UE. Mientras llegue ese dinero,
y exhibiendo el aval europeo, el Gobierno español podrá endeudarse a un coste
bajo.
Europa y España, Gobierno y oposición, sindicatos y
patronal, por favor, no destruyamos el único punto de consenso en tiempos del
coronavirus.
La Tribuna de Albacete (5/10/2020)