El eje
“izquierda/derecha” pierde sentido al adentrarnos en el plano económico. Mejor sustituirlo
por el eje “arriba/abajo”. ¿Qué prefiere? ¿Un sistema económico organizado de
arriba-abajo u otro organizado de abajo-arriba? ¿Intervencionismo o
liberalismo?
Los
intervencionistas aspiran a una organización de arriba / abajo donde el
Gobierno tiene la sartén por el mango. La “igualdad” se convierte en el valor
primordial. Una igualdad real, que debiera tener reflejo en la distribución de
la renta y la riqueza. No podemos permitir, concluyen, que la economía se mueva
por la maximización de beneficio y permita la explotación de las masas por una
minoría de privilegiados.
La derecha
confía en la iniciativa privada en el marco de una economía de mercado. La
libertad prima sobre la igualdad de resultados. Basta con asegurar la igualdad
de oportunidades y marcar las reglas básicas del juego económico. La historia
les ha demostrado que es el único sistema que funciona con eficiencia, que
innova continuamente y garantiza la prosperidad económica, base del bienestar
social. Pretender organizar desde arriba una sociedad tan abierta y compleja
como la actual es una quimera. Quien no se lo crea, concluyen, haga el favor de
leer la historia del comunismo, de todos y cada uno de los países comunistas.
En un
régimen democrático la opción intervencionista tiene las de ganar por una razón
que nada tiene que ver con la eficacia, la libertad o la igualdad. Es la mejor
manera de pescar votos. No me extrañaría que dentro de diez años la contienda
electoral girara en torno a la renta básica. Unos te prometerán 1000 euros en
tu cuenta bancaria el día 1 de cada mes. Otros dos mil.
Ya miren
desde arriba, ya desde abajo, todos los partidos debieran respetar dos derechos
fundamentales recogidos en la Constitución: la propiedad privada y la libertad
de empresa. Y la libertad para emigrar al país que mejores oportunidades
ofrezca a tus hijos.
La Tribuna de Albacete (20/05/2019)