domingo, 9 de diciembre de 2018

Un terremoto para poner a prueba la solidez de la Constitución

De “terremoto político” se ha calificado al resultado las elecciones andaluzas. Posiblemente se quedará en un “temblor”. Terremoto o temblor, será una oportunidad para valorar la solidez de la Constitución española de 1978. De hecho, la prueba empezó hace varios años. La crisis económica de 2008 ha radicalizado los planteamientos políticos y ha catapultado nuevos partidos a la izquierda de la izquierda (Podemos) y a la derecha de la derecha (Vox). Asimilarlos a los comunistas de Stalin o a los nazis de Hitler sería un insulto injustificado. Tacharlos de inconstitucionales antes de que empiecen a andar, parece precipitado. 
La esencia de nuestra Constitución se resume en el artículo 1. “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. La soberanía nacional reside en el pueblo español”. A continuación. enuncia sus dos instituciones básicas: la forma política es la Monarquía parlamentaria; la forma territorial, el Estado de autonomías.
                ¿Cabe en esta Constitución un partido republicano? Pues sí, siempre que tenga la paciencia y la responsabilidad de reunir los 2/3 de los escaños requeridos para iniciar el proceso de reforma constitucional. ¿Son constitucionales los partidos independentistas o un partido como Vox que pretende suprimir las autonomías? Pues también, bajo las mismas condiciones.
                Los únicos partidos que quedan fuera de nuestra Constitución son los que rehúyen los compromisos del Estado de Derecho (en particular, el procedimiento de reforma constitucional); los que no aceptan el pluralismo político y las elecciones democráticas; los que inculcan la igualdad, la libertad y el resto de derechos fundamentales del ser humano. No es admisible un partido que discrimine abiertamente por razones de raza, sexo u orientación sexual. Tampoco un partido que imponga una ideología determinada y prohíba la crítica a la misma. ¡Aunque sea la ideología de género!
La Tribuna de Albacete (19/12/2018)