Para su sorpresa, la economía privada había desaparecido
Si quieres saber qué es el populismo siglo
XXI y cuáles son sus consecuencias, te invito a visitar Venezuela, lo que queda
de ella. Hugo Chávez accedió al poder en 1999 prometiendo el paraíso terrenal:
“¿Cómo puede ser que en una tierra que mana petróleo haya tanta miseria? Yo
traeré el bienestar para todos”. Mientras el precio del crudo estuvo por las
nubes, Chávez repartió bolívares a diestra y siniestra, asegurando su
reelección cada cuatro años. Cuando el precio se desplomó, el Gobierno sólo
podía repartir miseria. Para su sorpresa, la economía privada había
desaparecido entre tantos controles, impuestos y subvenciones.
Nicolás
Maduro, que heredó la Presidencia en 2013 y un Tesoro en bancarrota, hubo de
recurrir a la máquina de hacer dinero para pagar a tanto funcionario. Hoy la
inflación es del 200% lo que significa que para comprarse un iphone un
venezolano necesite 100 salarios mínimos. Eso si no se devalúa el bolívar
mientras lo estás comprando.
El
populismo corrige los problemas que crea la intervención económica, con más
intervención. La inflación, con controles de precios. Pero, ¿qué pasará si el
precio se fija por debajo del coste de producción? Pues que el papel higiénico
dejará de producirse. ¡Así de perversas
son las leyes económicas! No ha quedado más remedio que racionar los alimentos
básicos y las medicinas. Después de un día de colas, es posible que hayas de volver
a casa sin el ibuprofeno que necesita tu padre o tu hijo.
El
hambre es muy mala consejera. Solivianta a las masas que se atreven a maldecir
la mano que les alimenta. Anima la conspiración de los intelectuales; todos ellos,
por supuesto, a sueldo de EE.UU. o España. El remedio populista es bien
conocido: un estado de excepción que silencia en la cárcel a los líderes de la
oposición y decretos de emergencia nacional que le permiten prescindir del
Parlamento. La democracia y los derechos humanos son cosas de una cultura
occidental decadente.
Querido lector, se me acaba el espacio. Si quieres
conocer más a fondo qué es el populismo siglo XXI, y cómo en dieciséis años es
capaz de engullir la economía, la sociedad y la democracia, te invito a preguntar
a los profesores españoles que asesoraron a los líderes venezolanos.
La Tribuna de Albacete (23/05/2016)