domingo, 22 de mayo de 2016

Venezuela: populismo siglo XXI

Para su sorpresa, la economía privada había desaparecido

            Si quieres saber qué es el populismo siglo XXI y cuáles son sus consecuencias, te invito a visitar Venezuela, lo que queda de ella. Hugo Chávez accedió al poder en 1999 prometiendo el paraíso terrenal: “¿Cómo puede ser que en una tierra que mana petróleo haya tanta miseria? Yo traeré el bienestar para todos”. Mientras el precio del crudo estuvo por las nubes, Chávez repartió bolívares a diestra y siniestra, asegurando su reelección cada cuatro años. Cuando el precio se desplomó, el Gobierno sólo podía repartir miseria. Para su sorpresa, la economía privada había desaparecido entre tantos controles, impuestos y subvenciones.
               Nicolás Maduro, que heredó la Presidencia en 2013 y un Tesoro en bancarrota, hubo de recurrir a la máquina de hacer dinero para pagar a tanto funcionario. Hoy la inflación es del 200% lo que significa que para comprarse un iphone un venezolano necesite 100 salarios mínimos. Eso si no se devalúa el bolívar mientras lo estás comprando.
               El populismo corrige los problemas que crea la intervención económica, con más intervención. La inflación, con controles de precios. Pero, ¿qué pasará si el precio se fija por debajo del coste de producción? Pues que el papel higiénico dejará de producirse.  ¡Así de perversas son las leyes económicas! No ha quedado más remedio que racionar los alimentos básicos y las medicinas. Después de un día de colas, es posible que hayas de volver a casa sin el ibuprofeno que necesita tu padre o tu hijo.
               El hambre es muy mala consejera. Solivianta a las masas que se atreven a maldecir la mano que les alimenta. Anima la conspiración de los intelectuales; todos ellos, por supuesto, a sueldo de EE.UU. o España. El remedio populista es bien conocido: un estado de excepción que silencia en la cárcel a los líderes de la oposición y decretos de emergencia nacional que le permiten prescindir del Parlamento. La democracia y los derechos humanos son cosas de una cultura occidental decadente.
               Querido lector, se me acaba el espacio. Si quieres conocer más a fondo qué es el populismo siglo XXI, y cómo en dieciséis años es capaz de engullir la economía, la sociedad y la democracia, te invito a preguntar a los profesores españoles que asesoraron a los líderes venezolanos. 
La Tribuna de Albacete (23/05/2016)