Más de uno aprovechará la ocasión para hacerse
una "selfie" solidaria
Me gusta
esta palabra: “rentrée”. Los franceses la utilizan para ilustrar esa mezcla de
esfuerzo e ilusión que supone la vuelta a las actividades normales tras las
vacaciones estivales. Los niños al cole; los padres a la rutina del trabajo con
horarios normalizados; y, por la noche, todos a sus nidos. La “rentrée” más
espectacular que conozco es la de Albacete donde el verano se acaba con la traca
final de la Feria.
Miles de
personas están viviendo su “rentrée” de forma dramática. Aspiran a entrar en la
UE, esa tierra prometida que mana leche y miel. Aunque ellos sólo pudieran
relamer las gotas que caen al suelo, comerían mejor que en sus países de
origen. En el Este de la UE unos 120.000 refugiados sirios llaman a la puerta
de Austria y Alemania. Al ritmo que avanza el Estado Islámico el número de refugiados
podría elevarse a varios millones. Por el sur sentimos la presión de la pobreza
africana. En lo que va de año, unas 350.000 personas se han lanzado al
Mediterráneo; 2.500 perdieron la vida en el intento. Con facilidades legales o
sin ellas, la avalancha de emigrantes en un futuro próximo puede superar
cualquier registro histórico.
En este
drama histórico, la UE y el resto de países ricos de Occidente, tienen varios
cometidos importantes. Ante todo atender con calidad humana a estas personas
cuyas vidas penden de un hilo. No hay excusas que valgan: la persona humana
está por encima de todo. En segundo lugar, ayudar al desarrollo de esas
regiones lo que evitaría la emigración forzosa y masiva, tan difícil de digerir.
Aquí sí que
caben condiciones. Esa ayuda debiera estar vinculada a la creación de un estado
democrático de derecho. La prosperidad de Occidente no se debe a un regalo del
cielo ni es exclusiva de una raza y una cultura particular. Se trata de una
combinación de la libre iniciativa privada (llámese “capitalismo”) y del estado
democrático de derecho. Asia es el ejemplo a imitar.
Quienes viven pendientes de la
fama o el voto, aprovecharán la coyuntura para hacerse una “selfie" solidaria.
Lo importante es que todos trabajemos en sentar los cimientos de un nuevo orden
internacional. Un sistema que permita a cada persona y a cada pueblo ganarse el
pan por sí mismos.
La tribuna de Albacete (7/09/2015)