lunes, 21 de septiembre de 2015

Juntos por el SÍ al Estado de Derecho

Nadie da lo que no tiene

El próximo domingo se celebrarán las elecciones catalanas al Parlament. El actual Presidente de la Generalitat las presenta como unas elecciones plebiscitarias que, de ganar la agrupación “Juntos por el SÍ”, desembocarán en la independencia de Catalunya. ¿Quién se atreverá a contrariar a la voluntad popular expresada en un referéndum o elecciones plebiscitarias?

La cuestión de fondo es otra y debería formularse con claridad. La pregunta sería: “¿Está usted dispuesto a saltarse el Estado de Derecho y construir un gobierno al margen de la legalidad?” Quienes voten a “Juntos por el SÍ” han de ser conscientes que están rechazando uno de los mayores logros de la civilización occidental. Y habrán de atenerse a las consecuencias. La primera, la frustración de comprobar que nadie da lo que no tiene.

No sólo los independentistas, también los otros han caído en la trampa de Mas. En las últimas semanas han proliferado declaraciones de este tenor: “Si gana la agrupación y Cataluña se independiza sin acuerdo del Gobierno español, nuestros bancos abandonarán la región”. Niego la mayor. Ni con referéndum ni con elecciones plebiscitarias, ni con el beneplácito del Gobierno ni en contra del mismo, Cataluña podría independizarse de España. Serían actos nulos de pleno derecho por conculcar el artículo primero de la Constitución.  Nadie da lo que no tiene.

Un poco de historia ayudaría a Más y Junqueras  a situarse en su lugar. El 6 de Octubre de 1934, tras ganar unas elecciones municipales, los líderes de ERC, Francesc Maciá y Lluis Companys, proclamaron solemnemente: “Catalanes: Interpretando el sentimiento y los anhelos del pueblo que nos acaba de dar su sufragio, proclamamos la República Catalana como Estado integrante de la Federación Ibérica”. Tres días después hubieron de tragarse sus palabras: “ERC renuncia a la República Catalana a cambio de poder presentar en las futuras Cortes Constituyentes españolas el Estatuto de Autonomía”. Eso es lo que Cataluña tiene hoy y eso es lo que puede mejorar sin necesidad de reformar la Constitución española.

Uno puede ser partidario de la independencia, formar un partido independentista y hasta ganar las elecciones por mayoría aplastante. Para conseguir la independencia se necesita algo más: reformar la Constitución siguiendo los procedimientos marcados por ella. Afortunadamente todavía vivimos en un Estado de Derecho donde la Constitución me obliga y defiende a mí, al Presidente de la Generalitat y al Jefe del Estado español.

La Tribuna de Albacete (21/09/2015)