¡Ojalá y los atentados de París
nos forzaran a levantar nuestra mirada a tantas víctimas inocentes en tantos
países!
Hoy
(domingo) todos los periódicos abren con el atentado terrorista en París y la
manifestación contra el yihadismo que ha reunido a los líderes políticos mundiales,
entre ellos, el primer ministro de Israel y la autoridad Palestina. El atentado
se cobró veinte muertos incluidos los dos terroristas quienes decían vengar a
Mahoma por unas caricaturas infames.
Mientras leo
estas noticias un flash en la pantalla de mi ordenador me informa de un
atentado terrorista en Nigeria. Está
liderado por el grupo Boko Haran que en castellano significa “la educación
occidental es pecado”. La cifra de muertos en la ciudad de Baga se eleva a
2000. Añádanse otros tantos heridos y varias decenas de mujeres jóvenes que han
sido raptadas como esclavas sexuales.
Busco
noticias conexas. No es fácil pues, al parecer, el terrorismo en esos países no
es noticia. Me entero que ayer en un mercado de Madiguri una niña de 10 años se
inmoló, segando la vida de otras veinte personas. ¡A saber el adoctrinamiento
que habrá recibido esa niña hasta convencerse de que lo suyo era el martirio! El
año 2014 se inició con la quema de una iglesia abarrotada de feligreses. Siguió
la quema de 250 colegios. El último la semana pasada, 200 muertos. La cifra de
asesinatos terroristas en tierras nigerianas durante el 2014 no debe ser muy
inferior de 10.000.
Me parece
loable el repudio generalizado de los atentados de Paris y la solidaridad de
todos los mandatarios del globo. Pero, me pregunto con pena, ¿no podría llegar
esa solidaridad a Nigeria y otros países del Tercer Mundo que sufren atentados
recurrentes y mucho más graves? ¿Podemos desentendernos de los atentados contra
los derechos humanos perpetrados en el resto del mundo? ¿Y si hubiera alguna conexión
entre unos y otros?
No es fácil
luchar contra el terrorismo; menos cuando nos situamos ante fanáticos que no valoran
ni la vida ajena ni la propia. Algo remediaríamos si la ayuda humanitaria al
Tercer Mundo fuera vinculada al compromiso de los gobiernos por respetar los
derechos humanos y combatir el terrorismo local. ¡Ojalá y los atentados de
Paris nos forzaran a levantar nuestra mirada a tantas víctimas inocentes en
tantos países!
La Tribuna de Albacete (12/01/2015)