Ya verá el alivio que siente al separar
la política europea de la alemana
Geliebter
Frau Merkel:
Ante todo mi más cordial enhorabuena por el triunfo electoral, el tercero y
siempre al alza. La crisis económica se está llevando a muchos políticos. Desde
2008, el partido en el gobierno tiene pocas posibilidades de ganar los comicios
que convoca pues el electorado compara sus fantásticas promesas electorales con
las medidas aplicadas, que obligatoriamente llevan un sello de la austeridad.
Usted prometió austeridad, distribuyó austeridad … y cosechó el 42% de los
votos. A muchos les ha sorprendido; a mí no. Considero que el electorado de
cualquier país es capaz de comprender los sacrificios que se le piden, incluso
cuando los resultados económicos no acompañan. Lo importante es que advierta
sinceridad, coherencia y sentido común en el político que se los propone.
Esta carta es para animarle a asumir el liderazgo de la UE, como
corresponde a la Presidenta del mayor país europeo en población y renta. La UE es un maravilloso proyecto en marcha que
ya cobija a 28 países y 500 millones de habitantes. El riesgo de este tipo de
proyectos colectivos, cuando faltan líderes con ideas claras, es que el barco
se mueva a la deriva para acabar encallado en medio de la nada. No creo que sea
necesario crear una Federación de Estados Unidos de Europa. Prefiero seguir con
la actual confederación, en la que cada país conserva el derecho de entrar y
salir (cumpliendo, lógicamente, los trámites preceptivos). Pero sea cual sea la
forma de organización política del futuro, lo importante es que sea eficiente;
que tenga capacidad de decidir en su ámbito de competencias y que pueda llevar
adelante sus decisiones. Nada que ver con la actualidad europea. Hoy, cualquier
iniciativa puede ser bloqueada por el Estado más pequeño; o incluso por los que
presumen de antieuropeos. Hoy, las negociaciones se conciben como un juego de
suma cero, donde cada país gana a costa de los demás.
Giscard D’Estaign fracasó en el
intento de elaborar una Constitución para la Unión Europea. Los cuatrocientos
artículos del proyecto solo sirvieron para levantar todo tipo de fantasmas. Yo
le animaría a liderar un proyecto de constitución a la americana. Si a ellos les
bastó con siete artículos para crear una federación, la confederación que
proponemos tal vez saldría adelante con cinco. El primero sería para aclarar
que somos una confederación de Estados y que el que no esté a gusto puede
marcharse. El segundo para constituir un parlamento cuyos miembros sean
directamente elegidos por los ciudadanos europeos y cuyas decisiones sean
adoptadas por mayoría. El tercero para regular al poder ejecutivo y judicial
bajo el prisma de la eficiencia. El cuarto para conceder al BCE las
competencias y poderes propias de un banco central. El cuarto para señalar las
competencias de la UE: pocas, claras y factibles. Y el quinto para dotar de
recursos propios a la UE. Sugiero que los
estados le transfieran el impuesto de sociedades. Mataría tres pájaros de un tiro: UE tendría una fuente de ingresos suficiente y flexible; los estados
contribuirían en proporción a los beneficios que reciben de la UE (medidos por
los beneficios de sus empresas); se evitaría la competencia desleal entre los
países europeos para atraer empresas.
Soy consciente que los temas
fiscales y económicos se prestan a agravios comparativos. Ha sido una de las
patatas calientes de la campaña electoral, no tanto por las diferencias entre los
partidos alemanes, como por las ampollas que levantaban en el resto de Europa. Usted,
con el lenguaje simple y directo que le caracteriza, ha advertido que los
alemanes no estaban dispuestos a pagar los platos rotos de la crisis; ni a que se mezclara el bono alemán con los
emitidos por gobiernos sin credibilidad alguna. Dentro de cuatro años, si la
Constitución que propongo va adelante. Ni usted ni los alemanes tendrían que
ocuparse por estas cosas. Serían problemas de la UE, a resolver con los
recursos y medios jurídicos que le hemos dotado.
Ya verá el alivio que siente al
separar la política alemana de la europea. Auf Wiedersehen.
La Tribuna de Albacete (15/09/2013)