El tema más escabroso que tiene el Gobierno español desde
el primer día de su formación es si amnistía a quienes fueron condenados por
perpetrar un golpe de Estado en 2017. El debate del pasado 23 de enero en el
Parlamento Europeo entre la Presidenta de la Comisión (Úrsula von der Leyen, UL)
y el Ministro (Felix Bolaños, FB.) supone un jaque mate al Gobierno español. Permítanme
que lo reproduzca con las obligadas simplificaciones.
FB. Me extraña que se preocupa tanto por una ley de
Amnistía del Estado español ¿Acaso no somos un Estado soberano?
UL: Sí lo son, pero forman parte de la UE. Cuando un
Estado miembro atenta contra sus valores está atacando a la Unión. La Comisión
Europea puede y debe velar para que todos los estados respeten los principios
que, en su día, aprobaron.
FB. Yo defiendo esos valores y principios tanto o más que usted. Pero
debe saber que cada país tiene su historia y sus problemas. Así como el derecho
a resolverlos a su manera. La amnistía pretende ser un paso hacia la reconciliación
nacional.
UL. La reconciliación no se consigue premiando a quienes
han pisoteado la legalidad vigente. Tampoco se teje con el olvido sino con la
justicia y la reparación.
FB. Esa visión de la justicia recuerda tiempos pretéritos
cuando vengarse del enemigo era lo habitual. Nosotros preferimos resolver los
problemas con el diálogo.
UL: La justicia no tiene nada que ver con venganzas sino
con aplicar las leyes previamente aprobadas. El diálogo siempre es deseable.
Pero el respeto al estado de derecho, la justicia y la igualdad no son
negociables. Ese respeto no es un obstáculo para la paz social, antes bien su columna
vertebral.
FB. Las leyes evolucionan a la par que la sociedad. Debemos
respetar los resultados de la democracia.
UL. También la democracia tiene sus límites. Los procesos democráticos,
pueden pervertirse para conseguir un puñado de votos en el Parlamento.