domingo, 26 de marzo de 2023

Los bancos en la diana

 

Las sandeces económicas proferidas por algunos políticos nos obligan a veces a convertir esta columna de opinión en Aula de Economía. La primera lección que explico a mis alumnos es que la economía no es un juego de suma cero. En el medio y largo plazo, beneficios, rentas, impuestos y salarios suben (y bajan) a la par.

Segunda lección. La competencia obliga a las empresas a ser eficientes. También a innovar produciendo nuevos bienes o los mismos bienes de forma más barata. Durante un tiempo las empresas innovadoras tendrán beneficios extraordinarios, pero cuando sean copiadas por los competidores, los precios y la tasa de beneficio bajarán a sus niveles normales. A lo largo del siglo XX, en términos reales, la ratio “beneficios anuales ajustados al riesgo / valor del capital invertido” ha sido ligeramente superior al 5% (en términos reales). Ello no quita que los altos directivos de la una empresa puedan multiplicar sus ingresos en forma de gratificaciones (“bonus”). Pero este es otro problema que se corregiría si esos bonus no pudieran “liquidarse” hasta pasados diez años, una vez comprobado que la elevada exposición al riesgo de esos directivos no ha llevado a la ruina de la institución

Tercera lección. La peculiaridad de los bancos es que los beneficios/pérdidas extraordinarios fluctúan más y esa tasa media no debe calcularse para periodos de 5 años sino de 10 o 20. El año 2023 empezó con altos beneficios por la elevación del tipo de interés oficial. Lamentablemente, en economía todo está relacionado. Mayores tipos de interés implican una disminución del valor de los títulos de renta fija. Esta es la razón principal que hay detrás de la “quiebra” del Silicon Valley Bank. El valor de su activo, donde primaba la deuda pública, se redujo drásticamente.  La cotización del resto de bancos ha caído consecuentemente. ¿Quién decía que los bancos no responden ante nadie? En 24 horas pueden ver como los accionistas y bonistas venden sus títulos y fuerzan la quiebra de la institución.

Para acabar, una pregunta y una propuesta. ¿Qué pasará con el impuestazo que el gobierno español tenía previsto a finales de 2023 para los grandes bancos? ¿Se transformará en una subvención si los beneficios se convierten en pérdidas?

Para facilitar el aprendizaje de políticos y sindicatos (esta es mi propuesta final), habría que pagarles una parte del sueldo con las acciones de la empresa o banco elegidos por ellos mismos. Me temo que nadie aceptará mi propuesta pues poco o mucho todos sospechan que la tasa media de beneficio no es tan alta como dicen al criticar a los bancos. 

La Tribuna de Albacete (27/03/2023)