domingo, 18 de diciembre de 2022

Silencio sobre lo esencial

 

El cardenal Sarah ha denunciado a la sociedad actual como “dictadura del ruido”. Molesta el silencio y hemos perdido la capacidad de reflexión, concluye. En un texto más antiguo, “Silencio sobre lo esencial”, Jean Guitton advirtió que el griterío de las calles y los corazones, avanza paralelo al silencio sobre las cuestiones más importantes que debiera plantearse cada persona y la sociedad en su conjunto.

Es esencial preguntarse por la “verdad”; y no una sino muchas veces. En este mundo tan relativista y subjetivista, parece absurdo preguntarse por la verdad. Pero existe. Respetarla o vulnerarla tiene sus consecuencias.

La primera gran verdad es que el ser humano está dotado de una dignidad intrínseca de donde emanan unos derechos fundamentales. Estos derechos pueden ser respaldados por las leyes fundamentales de cada país, pero que no arrumbados por esa retahíla de derechos de quita y pon que inventa el gobierno de turno. Estoy pensando en el derecho a la vida, base y soporte de todos los demás. Me temo lo peor, si no se respeta.

Resulta esencial preguntarse por la naturaleza del ser humano. ¿Quién soy yo, criatura o creador? ¿Un individuo autónomo o una persona que necesita de los demás? Amar y ser amado, lo necesitan las personas tanto como el aire que respiran.

Resulta esencial preguntarse por el sentido de la vida. ¿Qué debo hacer y cómo necesito vivir para que mi vida tenga sentido para mí y sea útil a los demás?

Navidad, 2022. La mejor ocasión para reflexionar sobre las cuestiones esenciales.

La Tribuna de Albacete (19/12/2022)