Estoy en mi despacho de la
Universidad. En el horario de tutorías aparece una alumna saharaui, Magbula
Abdelwadud Selma. No le di ocasión de sacar su lista de dudas. Las mías eran
más urgentes.
- ¿Qué hace una joven saharaui en la UCLM y cómo ha conseguido hablar un español tan perfecto?
Magbula:
En el año 2009 empecé a venir a España aprovechando el programa de acogida a
niños saharauis durante el verano. La familia que me acogió me dio la oportunidad
de volver durante mis estudios universitarios. Desde el primer momento la vida
en España me parecía de ensueño. No me cansaba de beber agua del grifo y contemplar
el flujo de la cisterna. Tras la Marcha Verde marroquí de 1975 (nosotros la
llamamos “Marcha Negra”) mis abuelos hubieron de abandonar sus casas para
refugiarse en campamentos. Mis padres han pasado su vida en tiendas de campaña
que en verano acumulan temperaturas superiores a 50 grados. Yo nací y crecí en
ese ambiente, estudiando por mi cuenta. El año pasado empecé en Albacete el
doble grado Economía-Derecho.
- ¿Cómo os ha sentado el acuerdo de Mohamed VI y Pedro Sánchez que pretende convertir el Sahara en una provincia autónoma marroquí, al estilo de las autonomías españolas.
Magbula:
Siento una mezcla de tristeza e indignación. ¡47 años esperando en tiendas de
campaña para esto! Nosotros solo pedimos la aplicación de la resolución de la
ONU que encomienda a la Potencia Administradora (España) convocar un referéndum
de autodeterminación. El Estado español nunca se implicó. Sí hemos sentido el cariño
del pueblo español y confiábamos que lograría despertar a su Gobierno.
- ¿Quieres decir que se ha desmoronado el señuelo de la autodeterminación?
Magbula: En absoluto. El pueblo saharaui es optimista por naturaleza. Resistirá en sus campamentos hasta que España, las Naciones Unidas o quien sea nos deje decidir nuestro destino.
(La Tribuna de Albacete, 11/04/2022)