domingo, 20 de junio de 2021

Otro brindis al sol

 

En el mundo tan complejo y egoísta como el que vivimos, la primera y más importante de las funciones de un gobierno es dejar claras las reglas del juego político. Para tal fin se inventó la Constitución. La ley que fundamenta y enmarca todas las demás. Una ley que no impide ser reformada siempre que se respeten los procedimientos establecidos en la propia Constitución. 

          Mi primer y único consejo al actual presidente del Gobierno español es que deje claras esas normas a los políticos catalanes que pretende indultar, al conjunto de los catalanes y al resto de españoles. Muchos políticos temen la claridad. El ciudadano de a pie la reclama. A él dirijo estas aclaraciones.

Primera. La independencia política de una parte del territorio español no puede alterarse por un referéndum unilateral. Tampoco por un referéndum acordado entre los gobiernos catalán y español. Ni siquiera por el Parlamento. En los dos últimos casos el referéndum dejaría de ser ilegal pero no pasaría de ser una consulta electoral.

Segunda. La segregación territorial requiere un proceso de reforma constitucional complejo, por afectar a una institución básica del Estado. Tres son los pasos a seguir: (1) Disolución del Parlamento por mayoría cualificada y convocatoria de nuevas elecciones; (2) Elaboración y aprobación de la reforma constitucional por las nuevas Cortes Generales; (3) Consulta al pueblo español para que refrende la reforma.

Tercera. Lo único que le puede ofrecer el líder del PSOE a los líderes del “procés” es el apoyo a una reforma constitucional que haga posible la secesión de Cataluña. Por ejemplo, el paso a una república confederal, conde cada nación puede independizarse si así lo decide la mayoría de sus habitantes. El Brexit es el ejemplo más reciente.  

Volvemos al tema de los indultos. El problema no está en su legitimidad  sino en su justificación y utilidad. Carecerán de una y otra si los independentistas no están dispuestos a acatar la actual Constitución (y sus vías de reforma), o si el PSOE no está dispuesto a llegar a lo que piden los independentistas: una república confederal donde cada comunidad pueda independizarse por su cuenta y riesgo. En las condiciones actuales, los indultos más parecen un brindis al sol. Otro brindis al sol que convierte la vida política en un juego de pillos. ¿Quién engañará a quién?