El
salvavidas de la UE no llegó a tiempo. Alemania y Holanda sortearon la presión
de los presidentes de España e Italia para que la UE avalara las millonarias emisiones
de bonos planeadas. En la UE-Norte temen que los coronabonos sean la puerta a
los eurobonos y estos se dediquen a financiar los déficit recurrentes del sur.
¿Cómo cubrir, entonces, los 200.000 millones de euros anunciados por Pedro Sánchez en su plan de choque contra la recesión generada por la pandemia? ¿Cómo conseguir ese dinero sin que
se dispare la prima de riesgo?
El segundo salvavidas está en
las manos del Banco Central Europeo (BCE). Una alternativa a los eurobonos serían
los euros, es decir, un préstamo directo del BCE a interés cero. Su nombre técnico es "monetización de la deuda"; consiste en colocar la nueva deuda pública en el BCE. Que nadie se
lleve las manos a la cabeza. Forma parte de las funciones del banco central,
acomodar la liquidez a las necesidades del sistema económico. En momentos tan
críticos como el presente, esta liquidez podría introducirse a través del plan
de choque del gobierno.
No habrá riesgos inflacionistas si la inyección monetaria consigue estimular la producción de manera que el PIB
crezca, como mínimo, al ritmo de la liquidez. Con otras palabras, si el dinero recibido consigue que la economía
española recobre el pulso, se recupere rápidamente , no generará
ni inflación ni déficit impagables. De las nuevas rentas saldrán los impuestos
para devolver el crédito al BCE.
El quid de la cuestión consiste en animar a los
empresarios a recuperar los niveles de producción previos a la crisis y realizar las inversiones que en algún momento planearon. Tiempos
cruciales y delicados para la política económica. Un gobierno de coalición parece la palanca adecuada para que la política económica consiga los efectos deseados.
Como europeo que mira el futuro, lo que a mí me preocupa no es tanto la
inflación como el hacernos dependientes de las inyecciones de liquidez del BCE. Tal dependencia creará economías “zombi", economias que necesitan respiración asistida para mantenerse en pie.
La Tribuna de Albacete (6/04/2020)